Año tras año, los usuarios podemos disfrutar de la renovación de los microprocesadores de las principales compañías tecnológicas. Tanto Intel como AMD son pioneras en ofrecer los mejores cerebros electrónicos, tanto para computadoras de escritorio como para portátiles.
En la gama alta nos encontramos con la nueva generación de los Ryzen 9 de AMD, procesadores de altas prestaciones pensados para edición de video, videojuegos y tareas que requieren altas velocidades de procesamiento de la información. La familia incluye dos modelos destacados: el Ryzen 9 9900X y el 9950X, este último siendo el más potente de la marca y el que estuvimos probando.
Los cambios generacionales como este se celebran porque, al utilizar la misma plataforma que la generación anterior (yo tenía instalado un Ryzen 9 7950X), la actualización resulta más económica. Además, el socket AM5 asegura la actualización de procesadores por 3 o 4 años más, lo cual garantiza que los procesadores futuros también podrán instalarse sin problemas.
Carlos Santabaya, ejecutivo de AMD, explicó los argumentos para que los usuarios se planteen el salto generacional hacia el nuevo tope de gama de la compañía: “Si bien la versión anterior, el Ryzen 7950X, es un procesador de 16 núcleos aún muy poderoso, el nuevo Ryzen 9950X mejora en un 16% el rendimiento del procesador de generación anterior. También tenemos una mejora considerable en el consumo. Tampoco podemos perder de vista que es una plataforma con mucho presente, pero también con mucho futuro, un procesador pensado para ejecutar los próximos juegos y aplicaciones”, indicó.
El nuevo Ryzen 9950X, en conjunto con una placa de video de la compañía (como una Radeon serie 7800 o 7900), encarna una simbiosis capaz de ejecutar los últimos videojuegos en altas resoluciones. Además, es una plataforma preparada para ejecutar programas nativos con IA (algo que los Ryzen 8600G y el Ryzen AI Series 300 pueden hacer sin necesidad de una gráfica dedicada).
Al tratarse de un procesador que comparte tecnología de socket con la generación anterior, la actualización resulta bastante económica dado que no será necesario cambiar la placa madre. En mi caso, tuve que quitar el cooler, retirar el Ryzen 9 7950X, colocar el nuevo Ryzen 9 9950X, aplicar un poco de pasta térmica (debe ser de buena calidad, en mi caso utilicé un poco de la Artic Cooling MX4 que tenía en una jeringa) y luego volver a instalar el ventilador sobre el procesador.
Hay dos cosas importantes a tener en cuenta al realizar esta actualización: primero, si vamos a hacerla viniendo del anterior Ryzen 9 (como fue mi caso), no habrá problema porque yo ya contaba con un sistema de refrigeración líquida (en esta oportunidad, una Corsair iCUE H150i Elite). En cambio, si se tiene instalado un Ryzen 5, por ejemplo, lo más probable es que se esté utilizando el cooler de fábrica que incluye AMD o algún otro que, probablemente, no sea suficiente para enfriar el Ryzen 9. Dicho esto, hay que dedicar tiempo a este detalle y ver cuáles son las opciones de refrigeración recomendadas para el nuevo procesador.
Otro punto es el consumo. Por ejemplo, el nuevo Ryzen 9 9950X consume 170 W, frente a los 105 W de un Ryzen 7 7700X. Por lo tanto, habrá que hacer los cálculos para ver si la fuente de alimentación instalada puede hacer frente al nuevo desafío o si será necesario cambiarla por una con mayor potencia.
Un último detalle importante es que, al armar todo, tuve que actualizar la BIOS para que el sistema reconociera el nuevo procesador. Algo lógico, teniendo en cuenta que la placa madre que estoy utilizando (una Asus ROG) tiene dos años. El proceso no es complicado, pero sí delicado. Es necesario descargar la actualización correspondiente al modelo de la placa base, transferir los archivos a un pendrive, conectarlo al puerto USB dedicado para la actualización y ejecutar el proceso. Como todo flasheo, es importante que las condiciones sean las adecuadas (por eso menciono que es delicado): no se debe hacer en un día de tormenta o cuando la tensión fluctúa, por ejemplo.
Todo el trabajo no me demandó más de 45 minutos. Pasado ese tiempo, el equipo ya estaba funcionando con el nuevo procesador.
El Ryzen 9 9950X se destaca por sacar provecho de la nueva arquitectura Zen 5, lo que le proporciona un rendimiento excepcional en tareas multihilo. Con 16 núcleos y 32 hilos, este procesador es capaz de manejar cargas de trabajo pesadas con facilidad. Sin embargo, la llegada del nuevo Ryzen 9 9800X3D podría “ensuciar un poco la cancha” y confundir al consumidor. Según Santabaya, “si bien el 9800X3D es un procesador recién lanzado, no necesariamente es mejor que el 9950X. El primero es un procesador con el que el consumidor tendrá el mejor rendimiento para videojuegos, pero con el 9950X podrá obtener un buen rendimiento para juegos y, definitivamente, la mejor experiencia con aplicaciones de propósito específico como la renderización de video, postproducción de contenido audiovisual, etc.” En definitiva, el 9950X es un todoterreno de AMD capaz de dar respuestas en diversos frentes.
Pasando a lo que nos interesa: para probar a fondo el procesador, lo monté junto a una placa gráfica Radeon 7900 GRE con 32 GB de memoria RAM. Probé un total de 5 videojuegos y 4 aplicaciones. Para comenzar, el primer título fue Cyberpunk 2077 en resolución 1440p con todos los gráficos en modo “Ultra”, lo que resultó en un promedio de 150 fotogramas por segundo (FPS). Continué con Starfield, en esta ocasión probando la resolución Full HD con todos los efectos en alta, obteniendo más de 230 FPS, un excelente rendimiento sin dudas. El tercer título fue Forspoken, configurado en 4K con todos los gráficos en ultra, con un rendimiento promedio de 85 FPS.
Una pregunta que puede surgir de estas pruebas es: ¿cómo se comporta este procesador sin una placa dedicada? Bueno, tiene gráficos integrados, y está bien para algunos juegos como Valorant (que arrojó más de 60 FPS), pero cuando se sube la apuesta con títulos como Warzone, tiende a caer bastante (28 FPS) con los gráficos en alta. En conclusión, es un procesador que demuestra todo su potencial cuando está acompañado por una placa de video de última generación.
Para las pruebas en aplicaciones, aproveché la combinación de procesador y placa de video para utilizar el programa Amuse (pronto tendremos una nota sobre el mismo), que sirve para generar imágenes con inteligencia artificial de forma nativa y offline. Con un gran rendimiento, esta combinación de hardware ejecutó las tareas de renderizado de los modelos requeridos sin problemas en cuestión de segundos. También probé las últimas versiones de Adobe Creative Suite, sobre todo Premiere para editar video y Photoshop para editar fotografías, y todo funcionó a la perfección.
El Ryzen 9950X es el procesador de propósito general más potente que tiene actualmente AMD para el consumidor final. Puede alcanzar velocidades de frecuencia de 4,3 GHz hasta 5,7 GHz, con 64 MB de caché L3 y 16 MB de caché L2. Dicho esto, se erige como una excelente alternativa para aquel usuario que desea actualizar su PC y ya tiene la plataforma necesaria para simplemente sustituir el procesador. El usuario que venga de una plataforma más antigua tendrá que destinar un poco más de presupuesto para cambiar otros componentes, pero sigue siendo una opción fantástica para montar una PC ultra potente para jugar, acompañada de una tarjeta gráfica, a títulos en altas resoluciones.
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