“Nunca dudamos de que haya sido un asesinato”
A casi una década de la muerte del fiscal Alberto Nisman, sus hijas Iara (25) y Kala (18) hablaron por primera vez juntas sobre el trágico episodio que marcó sus vidas y la investigación que lo rodea. Las jóvenes, que tenían 15 y 8 años al momento de la muerte de su padre, recordaron cómo vivieron aquellos días de incertidumbre, aseguraron que se trató de un asesinato y reflexionaron sobre el legado del fiscal.
“Nunca nadie de nuestra familia dudó de que haya sido otra cosa que un asesinato”, aseguró Kala, que acaba de cumplir 18 años y nunca había hablado en una entrevista, aunque sí se había manifestado en sus redes sociales.
Ambas coincidieron en que no necesitan saber más sobre lo ocurrido ni quién fue el responsable. “No tenemos esperanzas de saber quién fue”, dijeron sobre la investigación acerca de la muerte y la autoría de un supuesto crimen.
En ese proceso fue importante el apoyo de su madre, la jueza Sandra Arroyo Salgado. “Mamá nos ayudó a canalizar el dolor de otra manera, a recordar a papá por lo que era, con fotos, recuerdos y las cosas que dejó”, explicó Kala.
El viaje de Iara por sus 15 años y el fatídico cambio de planes
En una entrevista con Diego Leuco para “Resumido” en Luzu TV, las hermanas relataron los días previos a la muerte de su padre, ocurrida el 18 de enero de 2015.
En esos momentos, Iara estaba de viaje con Alberto para celebrar sus 15 años. El paseo se vio interrumpido cuando Nisman decidió regresar a Buenos Aires por novedades en la investigación sobre el atentado a la AMIA. “Antes de irnos al próximo destino, se largó a llorar y me dijo que nos volvíamos porque tenía que presentar la denuncia. Me explicó que se había adelantado el momento y trató de darme detalles que no entendí mucho en ese momento”, recordó Iara.
Finalmente, la joven decidió unirse al viaje por Europa que estaban realizando su madre y su hermana Kala. Fue allí, en un hotel en París, donde recibieron la noticia del fallecimiento del fiscal.
“Estábamos las tres en una habitación. Yo me había dormido y, de repente, me desperté y vi a mamá y a Iara llorando”, relató Kala, quien tenía 8 años en ese momento.
Iara, quien ahora es arquitecta, contó que aprendió a encontrar tranquilidad con el paso del tiempo. “Yo sé lo que necesito saber, y creo que todo lo demás tiene que ver con seguir con el dolor y la angustia. Gracias a Dios, mis padres siempre nos dieron el ejemplo de seguir adelante. Creo que es lo que papá hubiese querido”, reflexionó.
La mayor también recordó el impacto que tuvieron las amenazas de muerte que recibieron como familia. “Un verano de 2013, en Brasil, mi papá me pidió que no buscara su nombre en redes sociales. Obviamente, fui y lo busqué. Encontré una nota que decía: ‘Amenazan de muerte a las hijas de Nisman’. Nunca viví con miedo, salvo en alguna situación puntual, pero ese día entendí la magnitud de lo que enfrentaba mi papá”, relató.
Ambas definieron a Nisman como un héroe y destacaron la importancia de su investigación sobre el atentado a la AMIA. “Lo que él investigó, hoy se está probando”, afirmó Iara. Kala, por su parte, reconoció que con el tiempo comprendió la trascendencia de su padre. “Ver toda la gente que lo apoya y a mamá, que la frenan en todos lados, me hizo dimensionar lo importante que fue y lo mucho que la gente lo quiere”, señaló.
También recordaron la marcha de los paraguas, realizada un mes después de la muerte del fiscal, como un momento significativo. “Fue muy emocionante recibir ese apoyo, pero también muy abrumador. La lluvia, la gente, los paraguas… todo fue mucho”, dijo Iara.
Un legado de valentía
Al final de la entrevista Leuco les consultó sobre cuál creían para ellas que era el mayor legado que les dejó su papá.
Kala fue la primera en responder a esa pregunta: “Para mí, su mayor legado es el nombre. Llevar su apellido es fuerte. Donde voy, siempre hablan bien de él y eso me llena de orgullo”.
Iara, en tanto, concluyó: “Me dejó un ejemplo de valentía, de lucha por lo que uno quiere. Ese es el mayor regalo que nos dejó”.
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