Enfrentamientos entre grupos guerrilleros en el noreste de Colombia dejan al menos 80 muertos y miles de desplazados
BOGOTÁ.- Al menos 80 personas asesinadas y 5000 desplazados dejaron los enfrentamientos de los últimos cinco días entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un grupo disidente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), en una zona del nordeste de Colombia, fronteriza con Venezuela y estratégica por sus plantaciones de coca. La confrontación es considerada la más violenta en la historia reciente del país.
El gobierno de Gustavo Petro suspendió las negociaciones de paz con el ELN, acusando a este grupo de cometer acciones violentas y coordinadas contra la población civil, delegados de la disidencia y los firmantes del acuerdo de paz logrado en 2016 con las FARC. El ELN es considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea y cuenta con más de 6000 integrantes, incluidos más de 3200 combatientes.
Human Rights Watch, ONG de derechos humanos, había advertido que la guerrilla del ELN, disidentes de las FARC y grupos sucesores de los paramilitares seguían cometiendo graves abusos, pese a que el conflicto armado de varias décadas entre las FARC y el gobierno terminó oficialmente con un acuerdo de paz en 2016. “Defensores de los derechos, líderes indígenas y afrocolombianos y otros activistas comunitarios enfrentan amenazas y violencia constantes. Esta violencia asociada al conflicto armado ha desplazado por la fuerza a millones de personas”, advierte en su informe sobre Colombia.
En los últimos cinco días, los enfrentamientos entre ambos grupos dejaron decenas de muertos y miles de desplazados. “Se estima que más de 80 personas han perdido la vida, más de 20 se encuentran heridas y alrededor de 5000 han sido desplazadas”, señaló hoy en un comunicado el gobernador del departamento de Norte de Santander, William Villamizar, donde está Catatumbo, epicentro de los enfrentamientos.
El ELN está yendo “casa por casa” en estos poblados para asesinar a las personas que consideran afines al grupo de las FARC y es por esto que miles de personas dejaron sus casas para esconderse en la selva o cruzaron a Venezuela.
El ELN dijo en un comunicado ayer que había advertido a los exmiembros de las FARC que si “continuaban atacando a la población no había otra salida que la confrontación armada”. El ELN y los exrebeldes de las FARC se acusan mutuamente de varios asesinatos en la zona, incluida la muerte de una pareja y su bebé de 9 meses, el 15 de enero.
Entre los muertos se encuentran siete excombatientes de las FARC que firmaron el acuerdo de paz de 2016 y el líder Carmelo Guerrero, de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (ASUNCAT), informó la Defensoría del Pueblo en un comunicado.
La población civil permanece confinada en al menos cinco localidades, agregó la institución en su reporte y añadió que muchos firmantes de la paz, líderes sociales y sus familiares, incluidos niños y niñas, “enfrentan un riesgo especial de ser secuestrados o asesinados” por acusaciones del ELN. Aunque se realizan operativos para rescatarlos, varios huyen y se refugian en las montañas, agregó.
José del Carmen Abril, líder social en Catatumbo, aseguró el sábado en declaraciones a La W radio de Colombia que es buscado por el ELN debido a su participación en las acciones de inserción de excombatientes guerrilleros. “Si a mí me busca el ELN no es para hablar conmigo, sino para asesinarme”, afirmó tras ser rescatado por fuerzas militares que lo extrajeron de la zona.
El ELN también mantuvo un enfrentamiento con el Clan del Golfo, el mayor cartel de la droga en Colombia, en otra región del norte del país, con un saldo de nueve muertos, según las autoridades.
Debido a la embestida del ELN, Petro ordenó suspender las negociaciones de paz con esa guerrilla, a la que acusó de perpetrar “crímenes de guerra”. El ELN ha intentado negociar un acuerdo de paz con el gobierno de Petro en cinco ocasiones, pero las conversaciones fracasaron tras episodios de violencia. Las demandas del ELN incluyen que se lo reconozca como una organización rebelde política, lo que los críticos han calificado de riesgoso.
El viernes pasado, el gobierno suspendió las conversaciones de paz con el ELN, por segunda vez en menos de un año, las cuales tenían como fin terminar un conflicto interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos. El actual gobierno realizó varios ciclos de conversaciones de paz con el ELN con el apoyo de México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile, que participaban como países garantes, sin alcanzar resultados concretos.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, está en la ciudad fronteriza de Cúcuta para liderar la ofensiva militar contra las guerrillas. Las acciones del ELN y su “falta de voluntad de paz” vulneran los derechos humanos, el derecho internacional y el “principio de distinción mediante el asesinato selectivo de excombatientes”, señaló ayer el comandante de las fuerzas militares colombianas, almirante Francisco Cubides, agregando que se actuará con contundencia para estabilizar la región. El “principio de distinción” obliga a distinguir entre civiles y combatientes en el contexto de los conflictos armados.
Más de 5000 miembros de la fuerza pública se desplegaron en la región “para reforzar la seguridad de Norte de Santander”, indicó el Ejército en un comunicado. Asimismo, informó que rescató a un líder comunitario local y a un familiar que el ELN estaba persiguiendo, pero decenas más esperaban ser rescatados. Se están enviando alimentos y kits de higiene para los desplazados.
Según el Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia, Catatumbo es una región históricamente marginada por el Estado, lo que hizo posible la acción de los grupos guerrilleros desde hace décadas: el ELN comenzó a operar a finales de los años 70 y las FARC a mediados de los años 80.
Actualmente, ambos se disputan el control de esta región que tiene más de 43.000 hectáreas de hoja de coca, la materia prima para la cocaína. La región del Catatumbo es considerada estratégica para el narcotráfico por su cercanía con Venezuela, desde donde los grupos armados ilegales exportan la cocaína, según fuentes de seguridad.
Agencias AP, AFP y Reuters
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