El polaco Szczęsny y el blooper de la Champions: Barcelona le ganó a Benfica un partido inolvidable, a pesar y gracias a su arquero
Parecía que no era el año de Wojciech Szczęsny, el buen arquero polaco que volvió del retiro para hacerse cargo del arco del Barcelona tras la lesión del alemán Marc-André Ter Stegen. El veterano guardameta se fue expulsado hace unos días en la final de la Supercopa de España ante Real Madrid, y en su primer partido en Champions League frente a Benfica cometió de arranque un blooper de esos que recorren el mundo. Pero el fútbol da revancha, y Szczęsny la tuvo en tiempo sobre el final.
Es que el Barcelona terminó ganando un partido inolvidable, por 5-4 en el último minuto gracias a un gol agónico de Raphinha pero también porque un ratito antes tuvo a Szczęsny atajándole un mano a mano a Ángel Di María que pudo ser el triunfo para el local.
El ex arquero de Juventus, que en el Mundial de Qatar 2022 le contuvo un penal a Lionel Messi y fue figura contra la Selección Argentina en la fase de grupos, comenzó el duelo ante los portugueses de la peor manera: a los 2 minutos le metieron el 1-0. Lo hizo el griego Vangelis Pavlidis. Pero la “tragedia” para el arquero llegó después.
El equipo catalán, de los mejores en la actualidad gracias a la mano de su entrenador Hansi Flick, se recuperó rápidamente, marcó el empate de penal a través de Robert Lewandowski y parecía que podía dar vuelta la historia. Hasta que apareció Szczęsny.
Benfica, con Nicolás Otamendi entre los titulares, casi no llegaba al arco rival, pero fue el zaguero argentino quien regaló la primera emoción grande de la noche. El ex Vélez sacó un zapatazo frontal sin riesgo hasta que Szczęsny decidió salir del área para despejar y se llevó puesto a su compañero Alejandro Balde, dejándole la pelota servida a Pavlidis, que convirtió sin resistencia alguna.
El pobre Balde tardó un rato largo en recuperarse del golpazo que le provocó su arquero, y Szczęsny también se tomó su tiempo para reincorporarse, más avergonzado que dolorido. La noche fatal del polaco siguió un rato después: Szczęsny tardó en salir a achicar, cometió penal y Pavlidis puso el 3-1, su hat-trick personal antes de llegar al entretiempo. Había tiempo para la revancha.
El complemento fue un partidazo, y arrancó con un descuento insólito del Barcelona, con otro blooper en el mismo arco donde sufrió Szczęsny. El arquero Anatolii Trubin despejó con sus pies y la pelota prácticamente le rebotó en la cabeza a Raphinha, como aquella vez en que Pablo Migliore le apuntó a la testa del Bichi Fuertes en un Racing vs Colón.
Poco después, Benfica volvió a estirar ventaja con un gol en contra y el partido 4-2 parecía abierto para que pasara cualquier cosa. Y este Barcelona de los súper pibes es capaz de lograrlo. Primero descontó Lewandowski, con otro penal, y sobre el final lo empató Eric García, de cabeza. ¿Faltaba más? Por supuesto, en la Champions siempre hay tiempo para algo más.
Di María ingresó en el segundo tiempo y pudo ser héroe del Benfica cuando quedó mano a mano con Szczęsny. El polaco se hizo gigante esta vez y con sus piernas salvó a los catalanes. Luego volvió a salvar a los culés con un manotazo cuando los portugueses tiraban centros al área.
De ese guantazo de Szczęsny llegó la corrida de Raphinha, que está intratable este año. El brasileño hizo todo fácil, a pesar de que en el reloj ya iban 96 minutos de juego cuando se habían adicionado cinco. Llegó al fondo, enganchó y definió de zurda. Golazo, delirio y fiesta total para el Barcelona. Y también alivio para Szczęsny, que fue villano y terminó con una sonrisa.
Con este triunfo, Barcelona suma 18 puntos y quedó como único escolta del Liverpool, que volvió a ganar y suma siete victorias en siete partidos. De esta manera llegará a la última fecha prácticamente clasificado a los octavos de final de la Champions, bien cómodo entre los ocho primeros, sin necesidad de jugar un incómodo playoff clasificatorio donde pueden llegar a estar Real Madrid, Manchester City y compañía.
Los comentarios están cerrados.