Donald Trump envía más tropas a la frontera con México para frenar a los migrantes sin papeles
En su maratón de decretos, órdenes y medidas inmediatas para iniciar un cambio drástico en Estados Unidos, el presidente Donald Trump ya comenzó a enviar miles de tropas más en servicio activo a la frontera con México, después de declarar una emergencia nacional por los migrantes y ordenar al ejército aumentar su presencia en la zona fronteriza.
Según informó este miércoles la cadena CNN, ya hay alrededor de 2.200 soldados en la frontera sur como parte de la Fuerza de Tarea Conjunta-Norte, la misión fronteriza del Comando del Ejército de Estados Unidos con sede en El Paso, Texas.
Apoyan la labor del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, realizando principalmente tareas logísticas y burocráticas como ingreso de datos, topografía y monitoreo, y mantenimiento de vehículos. Todavía no está claro qué nuevas unidades específicas se han enviado, señaló CNN.
También existe ya un contingente de la Guardia Nacional de 4.500 hombres llamado Operación Lonestar, liderado por la Guardia Nacional de Texas.
Las tropas adicionales en servicio activo que se enviarán a la frontera esta semana harán en gran parte lo mismo, dijeron los funcionarios citados por CNN, y se espera que se sumen a la Fuerza de Tarea Conjunta-Norte y la aumenten.
Las nuevas tropas ayudarán a mantener la preparación operativa de la Patrulla Fronteriza, asistirán en los centros de comando y control y proporcionarán más especialistas en inteligencia para evaluar las amenazas y los flujos migratorios, según fuentes familiarizadas con la planificación.
También se espera que las tropas aumenten los activos aéreos y ayuden con las operaciones aéreas, agregó CNN.
Se espera que se desplieguen aún más tropas en servicio activo en la frontera en las próximas semanas y meses, dijo uno de los funcionarios, que hablaron en condición de anonimato, y esta primera ola sienta las bases para una presencia militar más grande.
No está claro si los militares estarán armados, pero ninguno de los soldados en servicio activo está autorizado a desempeñar ningún tipo de función policial, como realizar arrestos o incautar drogas, o interactuar con los inmigrantes, salvo para ayudarlos a transportarlos a las distintas instalaciones para inmigrantes y sus alrededores.
Más medidas
En tanto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó a los fiscales que investiguen y procesen a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que se nieguen a hacer cumplir las nuevas políticas de inmigración de la administración Trump, según un memorando interno del departamento de tres páginas al que accedió el periódico The New York Times.
La medida ocurre mientras el Departamento de Seguridad Nacional se prepara para realizar redadas específicas en ciudades con grandes cantidades de inmigrantes indocumentados.
El lunes, en su primer día en la presidencia de Estados Unidos, Trump declaró una “emergencia nacional” en la frontera con México y allanó el camino para su promesa de deportaciones masivas de migrantes.
Por medio de varios decretos, que firmó en el Despacho Oval rodeado de cámaras y periodistas, el republicano emitió una serie de órdenes ejecutivas que moldearán su promesa de militarizar la frontera, prohibir la entrada de migrantes y solicitantes de asilo y deportar a los más de 11 millones de personas que viven en EE.UU. sin un estatus legal.
“No tengo una mayor responsabilidad que la de defender a nuestro país de amenazas e invasiones y eso es exactamente lo que voy a hacer”, señaló durante su primer discurso como líder del país.
Fuerzas militares contra una “invasión”
Citando una “emergencia nacional”, autorizó en una extensa orden ejecutiva el uso de las fuerzas militares en la frontera con México para “asegurar” el límite y repeler “formas de invasión”, incluyendo la migración hacia EE.UU. y el tráfico de drogas.
El documento ordena a las autoridades “deportar inmediatamente” a todos los migrantes que entren de manera irregular en EE.UU., indicando que se restaurarán las deportaciones en caliente.
A su vez, restaura el programa conocido como ‘Permanece en México’, vigente durante su primer mandato (2017-2021) y que obligaba a los migrantes a esperar en el país vecino a que sus casos fueran procesados por las autoridades.
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