JERUSALÉN.- El rostro del israelí-argentino Yarden Bibas, de 35 años, cuando lo liberaron esta mañana de sábado luego de 484 días de cautiverio contrastó notablemente con el de la felicidad desbordante de los 18 rehenes liberados en lo que va del año. En el encuentro con sus padres y hermana tuvo apenas un esbozo de sonrisa. “Yarden volvió a una realidad insoportablemente difícil”, resumió la familia en un comunicado, luego de reunirse con él.
No solo la vivienda familiar en el kibutz Nir Oz está completamente destruida, sino que aún resulta incierta la situación tanto de su esposa Shiri, de la misma edad que él, como de sus hijos Ariel (de 4 años al momento del secuestro) y Kfir (9 meses cuando fue scuestrado). Mientras lo tenían prisionero en la Franja de Gaza, los terroristas de Hamas le dijeron que toda su familia había muerto durante un bombardeo israelí. Pero Israel nunca confirmó la información.
En el comunicado de este sábado, la familia explicó que tras llegar al Hospital Sheba al mediodía, los especialistas se están preparando para la posibilidad de que su tratamiento mental “no sea menos significativo que el físico, si no más”.
Después de reunirse con su padre Eli y su hermana Ofri en el punto acordado entre la Cruz Roja y el Ejército, Yarden se reunió con su madre, Pnina en el hospital. Por el momento la familia no ha salido de la habitación del hospital y pidieron mantener la privacidad, pero difundieron un comunicado en las redes.
“Yordan está de regreso. Pero solo una cuarta parte de su corazón ha regresado a nosotros después de 15 largos meses. No hay palabras para describir la sensación de alivio al tener a Yordan en nuestras manos, abrazarlo y escuchar su voz”, dice el texto.
“Jordan ha vuelto a casa, pero su hogar ha desaparecido. Jordan es un padre que quiso proteger a su familia, sobrevivió valientemente al cautiverio, pero regresó a una realidad insoportablemente difícil”.
Después de su secuestro, durante varios meses Yordan estuvo convencido de que había logrado salvar a su esposa e hijos. En medio del ataque del 7 de octubre, dejó a su familia encerrada en la habitación segura de su hogar y salió a entregarse a los terroristas, suponiendo que los combatientes creerían que era el único morador de la casa. Solo se enteró de que su familia también había sido capturada en noviembre del año pasado cuando le avisaron de que supuestamente todos habían muerto durante un ataque israelí.
La familia pidió este sábado que se proteja a Yordan en el difícil momento que atraviesa. “Respeten su privacidad y denle el espacio que necesita para que su mente y su cuerpo puedan recuperarse un poco. Gracias a nuestra bella gente. Gracias a nuestros soldados. Gracias y perdón a todos aquellos que sacrificaron sus vidas para que este día pueda llegar”.
“Con la esperanza y el llamado por el regreso de Shiri, los niños y todos los secuestrados, por favor, sigan haciendo oír sus voces”.
“Esperamos que puedan regresar. Ayúdennos a hacer que esto resuene ahora más que nunca. Por Yordan y por todos. No nos detendremos hasta que todos estén en casa”, agregó la familia.
El equipo médico que recibió a Yordan expresó su preocupación por los síntomas iniciales de Yordan tras su liberación. La desazón era visible en su rostro. Ahora se sienten alentados porque después de empezar a dialogar con su familia pudo esbozar alguna sonrisa.
En el helicóptero camino del Hospital Sheba en Tel Hashomer, Yarden fue fotografiado junto a su hermana Ofri y su padre Eli con un cartel en el que escribió: “Agradezco a todo el pueblo de Israel por su apoyo y por su ayuda. Escuché de mi familia que lucharon mucho por mí. Les quiero agradecer y lo valoro mucho”. Jordan felicitó también a su abuelo Yechiel, quien este sábado celebra su 90 cumpleaños: “Feliz cumpleaños, abuelo”, escribió en la pizarra.
En vísperas de su liberación, su hermana Ofri dijo en una entrevista que por el momento solo estaban pensando en cuestiones prácticas. “La familia no tiene un hogar al que regresar. Se acaba una etapa y comienza otra, que también es de gran incertidumbre y no por ello deja de dar miedo”.
A principios de esta semana, Jimmy Miller, primo de Shiri Bibas, expresó su preocupación por la posibilidad de que Yordan fuera liberado antes que su esposa e hijos. “¿Qué le diremos a Yordan? No tenemos palabras. Estos son días horribles. Es una catástrofe pensarlo”.
Agencias AFP y AP
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