CÓRDOBA.- Gonzalo Torres Ragot vivió y trabajó unos 15 años en Villa Carlos, donde se dedicó al comercio vinculado con el turismo estudiantil. Pero era un emprendedor nato y lo movilizaban los desafíos. En 2020 se mudó con su familia a Miami, para progresar. En esa ciudad donde su carrera iba en ascenso murió atropellado por un auto mientras conducía su moto.
Tenía 43 años. Aunque le iba bien en Córdoba, adonde había nacido, se fue a los Estados Unidos buscando vivir mejor y porque amaba el mar, según contaron algunos de sus amigos a LA NACION. La primera vez que fue a Miami alquiló un auto en Victory Rent a Car, conversó con el dueño, que lo había atendido, trabó un buen vínculo y, “con su perfil emprendedor”, le pidió que lo contratara.
Terminó siendo gerente comercial de la firma y, además, acercó inversores argentinos. Abrió él mismo un local de la empresa que tiene sucursales en Miami, Orlando y Fort Lauderdale.
Torres Ragot vivió un tiempo en La Rioja y después se radicó en Villa Carlos Paz, donde comenzó con un local de regalería y venta de artesanías cerca del tradicional Cú-Cú. Como la zona es muy frecuentada por los contingentes estudiantiles, se focalizó en ese segmento y abrió stands en los hoteles que se dedican al turismo receptivo y logró acuerdos con empresas.
“Amaba el mar, a tal punto que tenían un tatuaje de olas y palmeras en la mano él y su esposa, Guadalupe”, señaló un amigo de Gonzalo a este diario. “Por eso lo atrajo Miami, y porque siempre buscaba estar mejor, crecer”, agregó.
Victory Rent-A-Car fue la primera empresa en la que trabajó e invirtió. En sus redes sociales, la compañía posteó: “Querido Gonzalo, te fuiste como el visionario que siempre has sido. Hoy no nos queda más que agradecer tu paso por cada una de nuestras vidas, recordando aquella primera conversación donde nos planteaste tu deseo de venirte a los Estados Unidos, si estábamos dispuestos a ayudarte, que tú colaborarías con nosotros en aportar tu experiencia e ideas en el crecimiento de Victory Rent a Car”.
“Mucho de lo que hoy somos como empresa salió y se consolidó de esa alianza. Siempre te tendremos presente como una pieza clave en el engranaje que necesitábamos para seguir creciendo. Siempre fuiste insistente con los procesos, el marketing y la captación de inversores que nos permitieran acceder a un mercado mayor de clientes y a un crecimiento de nuestra flota con financiamiento no tan costoso para la empresa”, añade y recuerdan que en la firma lo llamaban cariñosamente “Tío Gonza”.
Más adelante fundó Double G, por Gonzalo y Guadalupe, compañía que se enfocó en otro segmento de clientes, el de alta gama. Les alquilaba autos, barcos, casas y departamentos. En los últimos tiempos, con un grupo de argentinos, había encarado una inversión en real estate en la zona norte de Miami.
Era “una máquina”, grafican sus amigos de Córdoba, en referencia a la energía que tenía y a las iniciativas que encaraba. Era padre de tres hijas, la mayor de 19 años y la más chica, de 12. Los datos con que cuentan sus amigos es que salió a andar en moto con un grupo -hobby que tenía- y que de regreso, por desconocimiento o por confusión, ingresó en la línea exprés de una autopista, donde lo embistió un auto.
Era director del Comité de Turismo de la Cámara de Comercio Argentina Americana de Florida, que lo despidió con un sentido comunicado. “Gonzalo nos deja un legado de compromiso, profesionalismo y calidez humana que han sido clave para el desarrollo y fortalecimiento de nuestra institución. Elevamos una oración en su memoria y acompañamos con sincero afecto a su esposa Guadalupe, hijas y seres queridos en este difícil momento”.
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