Tres tendencias clave en inteligencia artificial para el 2025

La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser un concepto futurista para convertirse en una herramienta clave en el mundo empresarial y social. En América Latina, el 47% de las empresas ya han incorporado IA en sus operaciones comerciales, según datos de Statista, mientras que solo el 16% no tiene interés en explorar su uso. Su impacto se extiende a la automatización industrial, la educación, la atención médica y la ciberseguridad, lo que la convierte en una tecnología transversal en la vida cotidiana.

En este sentido, se ha visto cómo marcas de tecnología de consumo, apps y otras plataformas integraron componentes o agentes de IA a sus softwares, todas con la intención de facilitar o personalizar su uso y de continuar el desarrollo activo de esta rama de la innovación que ha dado pasos agigantados durante la última década.

Con la implementación de tecnologías de prueba de humanidad y de mejora de la privacidad, las empresas y usuarios podrán beneficiarse de la IA sin comprometer la autenticidad ni la seguridad en el entorno digital.

En un mundo cada vez más moldeado por la inteligencia artificial, las líneas entre lo real y lo artificial continúan desdibujándose. En este contexto, hay tres tendencias que emergerán con fuerza para 2025 y que redefinirán la forma en que interactuamos con la tecnología:

A medida que los sistemas automatizados, los bots y agentes operadores IA proliferan en la web, la necesidad de verificar la autenticidad humana se vuelve cada vez más relevante. Las pruebas de humanidad buscan confirmar que una acción digital pertenece a una persona real y no a un bot u operador IA. Las tecnologías de prueba de humanidad como World ID, ya proporcionan una capa de confianza útil para las interacciones digitales, pero no se detienen allí.

También se pueden combinar con otras tecnologías existentes como Face Auth para desarrollar herramientas de alta potencia como Deep Face para proteger contra deep fakes y otros vectores de fraude. Según Martín Mazza, Gerente Regional de Tools For Humanity, empresa colaboradora de World, co-fundada por Sam Altman y Alex Blania, de cara a 2025 la adopción generalizada de herramientas como World ID podría marcar el inicio de una nueva era digital; dado que la prueba de humanidad busca convertirse en un estándar global que garantice la autenticidad humana en un mundo donde la inteligencia artificial continuará tomando espacio como una parte integral de nuestras vidas. La intención es crear espacios digitales más seguros y confiables.

El uso de IA en la generación de contenido, como imágenes, textos y videos, ha llevado a la necesidad de nuevas formas de verificación. Por ejemplo, la implementación de blockchain en sistemas de verificación podría proporcionar registros inmutables que respalden la autenticidad de los usuarios en el entorno digital. Martín Mazza, Gerente Regional de Tools For Humanity, destaca que la adopción de estas herramientas podría marcar el inicio de una nueva era digital, en la que la capacidad de distinción humana sea un estándar global y la seguridad en línea se fortalezca.

La colaboración entre IA y personas se ha vuelto más frecuente en sectores como atención al cliente, ventas, marketing y reclutamiento. Estas interacciones híbridas permiten una mayor personalización y eficiencia en los servicios. Sin embargo, aunque la IA puede optimizar procesos, la presencia humana sigue siendo esencial para aportar empatía, juicio ético y creatividad.

“La colaboración entre humanos y bots está redefiniendo la productividad y eficiencia en las organizaciones, pero debe estar anclada en la autenticidad y la transparencia”, señala Mazza. Un ejemplo de esta tendencia es la combinación de asistentes virtuales con supervisión humana en servicios bancarios y de salud, donde la tecnología ayuda a reducir tiempos de espera sin perder el trato personalizado. Además, en el campo de la educación, las plataformas de aprendizaje adaptativo utilizan IA para personalizar el contenido de estudio según las necesidades del estudiante, pero la guía de docentes sigue siendo fundamental.

Las comunidades digitales peer-to-peer están cobrando fuerza, impulsadas por pruebas de humanidad biocriptográficas que aseguran que los participantes sean personas reales. Esta tecnología está redefiniendo espacios en línea como plataformas de citas o compra de boletos, donde la autenticidad y la confianza son esenciales.

“La tecnología está devolviendo el control a las personas, permitiéndonos interactuar en entornos virtuales donde la confianza se valida constantemente”, explica Mazza. Además, este fenómeno tiene un impacto significativo en la inclusión y accesibilidad, garantizando que la innovación llegue a todos y fomente una participación digital segura y confiable.

Las redes sociales y plataformas de mensajería también están explorando formas de limitar la interacción de cuentas automatizadas, promoviendo espacios donde los usuarios tengan mayor certeza sobre con quién están conversando. Herramientas como World Chain, la primera cadena de bloques que prioriza espacio de procesamiento para humanos, es un claro ejemplo de cómo se pueden generar espacios donde se promueven funcionalidades con prioridad para humanos vs bots. A medida que la tecnología avanza, la tecnología de prueba de humanidad, podrá integrarse de manera nativa en aplicaciones populares, asegurando que el contenido y las interacciones sean genuinas.

Este resurgimiento también tiene un impacto profundo en la accesibilidad y la inclusión. A medida que la tecnología avanza rápidamente, es importante que la innovación llegue a todos, permitiendo que cada individuo participe de manera segura y confiable en un entorno digital. La misión es crear un espacio donde las personas puedan conectarse, comunicarse y crecer sin la interferencia del uso de tecnologías automatizadas o fraudulentas.

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