Sorteo de la Champions: el Cholo Simeone y su Atlético van por su eterna revancha contra el Real Madrid tras “la muerte” de perder dos finales

Ningún equipo ha causado tanta frustración en la Champions League al Atlético de Madrid de Diego Simeone como el Real Madrid, que lo separó en el último minuto o en el último penal de ganar dos ediciones, en 2014 y 2016. Con esas dos marcas imborrables a cuestas, el conjunto rojiblanco volverá a enfrentar a su eterno rival en los octavos de final del certamen de clubes más importante de Europa.

No solo eso, sino que, con menor dimensión porque no era un final, el equipo de Simeone también perdió en las otras dos ocasiones que se enfrentó a Real Madrid en este torneo: en los cuartos de final de la temporada 2014/15, con un gol decisivo del mexicano Javier Chicharito Hernández en el minuto 88 del duelo de vuelta en el Santiago Bernabéu, tras el 0 a 0 de la ida en el Vicente Calderón, y en una de las semifinales de la 2016/17, cuando cayó 3 a 0 como visitante en la ida y debió conformarse con un insuficiente triunfo 2 a 1 en el desquite.

Ocho años después de aquella eliminatoria y cuatro años después de su último enfrentamiento continental, en la Supercopa de Europa, cuando el Atlético superó 4 a 2 al Real Madrid en tiempo suplementario y se proclamó campeón en Tallin, ambos se reencontrarán en los octavos de final del máximo torneo europeo. La ida será en el Santiago Bernabéu y la vuelta, en el Metropolitano porque el conjunto rojiblanco se ganó ese derecho en la fase de liga, en la que terminó quinto y evitó los playoffs.

Cuatro revanchas concentradas en dos partidos, en el desvelo tan insistente para el Atlético que supone la Champions, el único título que le falta a su palmarés, la última frontera por rebasar por Simeone, a la que siempre se opuso, en el último instante, el Real Madrid, con el recuerdo de las dos finales dolorosas perdidas contra ese adversario.

La primera fue en Lisboa, en 2014, en el tiempo extra de un partido que ganaba 1 a 0 hasta el tiempo adicionado, hasta el cabezazo de Sergio Ramos que forzó la prórroga en el minuto 93; la segunda, en 2016, en Milán, en la tanda de penales. La crueldad de la primera fue insoportable; la dureza de la segunda puso entonces todo en duda, hasta a Simeone.

“¿Qué le digo a la gente? Que la única manera de seguir insistiendo es trabajando. Es un momento para pensar de parte mía. Y en este momento estoy”, dijo tras esa derrota el Cholo, a quien le preguntaron si estaba analizando su continuidad o no. “Me estoy planteando pensar, nada más que eso. Me están preguntando qué es lo que pienso y le contesto lo que me sale y en realidad me viene esta sensación”, respondió, esquivo.

Al término del duelo, en la sala de prensa, las frases de Simeone, abatido por una derrota sin consuelo, retumbaron en toda la estabilidad de la que disfrutaba entonces y ahora el Atlético. Cristiano Ronaldo marcó el penal decisivo, tras el fallo de Juanfran Torres, entre el llanto de los jugadores y los aficionados.

El futuro tembló durante unas semanas, pero una foto zanjó todo: Simeone; el propietario del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín; y el director deportivo del club, el italiano Andrea Berta, juntos en una reunión de trabajo en Buenos Aires. “La derrota de la Champions, para mí, fue como una muerte y toda muerte necesita un tiempo de duelo“, explicó tiempo después el técnico argentino, cuya ambición siempre renace.

La dimensión de la final perdida en el Giuseppe Meazza fue, si cabe, más grande que la de Lisboa, cuando había alcanzado el duelo definitivo de la Copa de Europa 40 años después de aquella derrota contra el Bayern Múnich en el estadio Heysel de Bruselas en 1974. Igual que entonces, apenas unos segundos apartaron al Atlético de la gloria y la leyenda.

En el minuto 93, el cabezazo de Sergio Ramos dio el empate al Real Madrid y provocó una prórroga que tuvo un dueño de principio a fin: el conjunto blanco contra un Atlético exhausto, con algunos jugadores lesionados y otros sin fuerzas ya en las piernas. El resultado fue 4 a 1, una piña para un equipo que se sintió campeón y que, una década después, insiste en ello. En los octavos, ante el Real Madrid, en una revancha pendiente.

El otro precedente del Atlético contra el Real Madrid en este torneo pertenece a la antigua Copa de Europa, a 1959, en una eliminatoria resuelta en un partido de desempate. El primer encuentro se saldó con un triunfo madridista por 2 a 1, con goles de Héctor Rial y Ferenc Puskás (Chuzo había adelantado a los rojiblancos). El segundo concluyó con victoria del Colchonero por 1 a 0 gracias a un tanto de Enrique Collar. En el tercero, el decisivo, venció el Real Madrid por 2 a 1 con los goles de Alfredo Di Stéfano y Puskas.