La salud del Papa: del “fuerte resfrío” en una audiencia general a una internación con pronóstico reservado


ROMA-. El papa Francisco ha sufrido un deterioro en la salud que preocupa a la Iglesia y a los creyentes católicos en todo el mundo. En los último años, el pontífice ha sobrepasado varios quebrantos a su salud que van desde resfríos y algunas caídas sin mayores consecuencias, hasta infecciones respiratorias agudas e incluso una cirugía abdominal.

El jerarca de la Iglesia católica también ha sufrido dos caídas recientemente en su residencia vaticana, magullándose la mejilla en diciembre y lesionándose el brazo en enero.

Velas y una foto del Papa Francisco frente al Policlínico Agostino Gemelli, en Roma, el sábado 22 de febrero de 2025, donde el Pontífice está hospitalizado desde el viernes 14 de febrero. (Foto AP/Alessandra Tarantino)Alessandra Tarantino – AP

Desde el pasado 14 de febrero al pontífice de 88 años lo están atendiendo en el Policlínico Agostino Gemelli por una bronquitis que requirió un tratamiento intrahospitalario. Aquel es el hospital más grande de Roma, e incluso cuenta con una suite especial para la atención de los papas.

A continuación, la cronología de la reciente recaída del estado de salud de Francisco:

5 de febrero: un resfrío

El papa Francisco dijo que sufría un “fuerte resfrío” y pidió a un ayudante que leyera su mensaje preparado para su audiencia general semanal en el Vaticano. “Quiero pedir perdón, pero con este fuerte resfriado me es difícil hablar”, dijo a los peregrinos.

Aunque Francisco no leyó la parte principal de su mensaje semanal, permaneció presente durante la audiencia, que duró una hora, y habló brevemente en varios momentos del encuentro.

La monja Martha Pelloni estuvo en el Vaticano junto al Papa Francisco y habló del caso Loan en La cumbre sobre los derechos de los niños.HANDOUT – VATICAN MEDIA

14 de febrero: se confirma la bronquitis

El papa Francisco fue internado ese viernes en el hospital Gemelli “para algunos necesarios estudios diagnósticos y para seguir en ámbito hospitalario el tratamiento para curarse la bronquitis aún en curso”, informó el Vaticano.

Ese mismo día a la tarde el Vaticano informó que Francisco comenzó la “terapia farmacológica hospitalaria” correspondiente al “empeoramiento” de la bronquitis e hizo saber que “los primeros exámenes demuestran una infección de las vías respiratorias”.

15 de febrero: sin fiebre, pero con infección respiratoria

“El papa Francisco ha descansado toda la noche y no ha presentado episodios febriles”, informó el segundo parte médico desde que fue internado, que añadió que “los chequeos realizados durante la jornada confirman la infección de las vías respiratorias” y que “la terapia ha sido levemente modificada en base a ulteriores controles microbiológicos”.

“Los exámenes de laboratorio de la fecha presentan la mejora de algunos valores”, indicó el boletín médico del 15 de febrero.

16 de febrero: condiciones “estacionarias”

El Vaticano informó que “las condiciones clínicas [del Papa] son estacionarias y continúa el proceso diagnóstico terapéutico prescripto por el equipo médico”. Esa mañana recibió eucaristía, siguió la misa por televisión, leyó diarios y tomó desayuno como de costumbre.

“Les agradezco por el cariño, la oración y la cercanía con la que me están acompañando en estos días, así como quisiera agradecer a los médicos por su cuidado: hacen un trabajo precioso y muy agotador, sostengámoslos con la oración”, dijo el Santo Padre en un mensaje que transmitió desde su suite en el hospital.

17 de febrero: el “cuadro es complejo”

“Los resultados de los chequeos efectuados en los días pasados y en el día de la fecha han demostrado una infección polimicrobiana de las vías respiratorias que ha determinado una ulterior modificación de la terapia”, informó el parte médico de ese lunes.

Los resultados de los chequeos médicos hasta ese día confirmaron que el “cuadro clínico complejo” del pontífice iba a requerir más días de hospitalización.

19 de febrero: neumonía bilateral

El Vaticano reveló que las condiciones del Papa se agravaron porque, después de una tomografía axial computada, pudo verse que su condición degeneró en una neumonía bilateral.

“Los exámenes de laboratorio, la radiografía de tórax y las condiciones clínicas del Santo Padre siguen presentando un cuadro complejo. La infección polimicrobiana, que surgió en el contexto de bronquiectasias y bronquitis asmática, y que requirió el uso de terapia antibiótica con cortisona, complica el tratamiento terapéutico”, indicó el parte.

20 de febrero: “leve mejora”

El jueves pasado, el Vaticano comunicó que “las condiciones clínicas del Santo Padre están en leve mejora. Se encuentra sin fiebre y los parámetros hemodinámicos continúan estables”.

La Santa Sede también comunicó ese día que Francisco había pasado una “noche serena”, que se había “levantado y tomado el desayuno en un sillón”.

Retratos del Papa Francisco aparecen en las pantallas con motivo del anuncio de una vigilia de oración por el Papa en la Catedral de Manila el 20 de febrero de 2025. (Foto de Ted ALJIBE / AFP)TED ALJIBE – AFP

21 de febrero: “no está fuera de peligro”

“Si la pregunta es si está fuera de peligro, la respuesta es no. Si la pregunta es si en este momento está en peligro la vida, la respuesta es no, dijo Sergio Alfieri, uno de los médicos que atienden a Francisco en Roma.

Si bien tuvo leves mejoras, sigue con neumonía bilateral. Según precisaron los médicos ese día, el Pontífice iba a tener que quedarse internado “al menos” una semana más.

22 de febrero: crisis respiratoria y pronóstico reservado

El estado de salud del papa Francisco se deterioró más. De acuerdo con el más reciente informe médico, su condición sigue siendo grave y sufrió una crisis respiratoria asmática. Además, fue necesario realizarle transfusiones de sangre.

El profesor Sergio Alfieri da una conferencia de prensa en el hospital Gemelli donde el Papa Francisco está hospitalizado. (Foto de Alberto PIZZOLI / AFP)ALBERTO PIZZOLI – AFP

Los médicos tratantes y la Santa Sede informaron que el papa Francisco experimentó una crisis asmática prolongada, lo que hizo necesario administrarle oxígeno de alto flujo”.

“Los análisis de sangre realizados revelaron trombocitopenia asociada a anemia, lo que llevó a la necesidad de transfusiones sanguíneas”, añadieron.

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