Tener las ruedas con la presión adecuada optimiza el rendimiento del auto y favorece a la seguridad de la unidad. Por ese motivo, no sólo es importante mantenerlos en buenas condiciones sino inflarlos con la presión recomendada por el fabricante y acorde al entorno y terreno por el que se conduzca.
No existe una presión estándar a la que se recomiende inflar los neumáticos, ya que depende de cada modelo, rodado y de los requerimientos de la vía. Lo que sí existe como regla general es, al menos una vez al mes, revisar que la presión de las cuatro ruedas sea la correcta.
En números, un auto mediano para andar en la ruta, autopistas o mismo por las calles necesita una presión de 32 o 33 libras por pulgada cuadrada (PSI). A modo de comparación, la cifra de los neumáticos de un Sport Utility (SUV) es ligeramente mayor, por lo que en promedio se recomienda tenerlas en 34 PSI.
Como se mencionó previamente, la presión para cada modelo es distinta y está indicada según cada fabricante en el manual del vehículo e incluso, en algunas ocasiones, del lado interior de la tapa del depósito de combustible.
Si bien tener las cubierta con la presión adecuada es importante para cuidarlas, hay otros consejos para el cuidado del mismo. En primer lugar, rotarlos periódicamente para que tengan un desgaste uniforme entre las cuatro ruedas así como evitar acelerones, frenazos bruscos, derrapes y giros repentinos, acciones que contribuyen al desgaste de las cubiertas. También hay que revisar las cargas para no sobrepasar la adecuada.
Por último, realizar la alineación y el balanceo son dos procedimientos que garantizan que las ruedas estén correctamente posicionadas. Por el contrario, podría ocasionar un desgaste irregular, afectar la estabilidad y el manejo de la unidad si no se realiza periódicamente.
LA NACION
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