Europa respalda a Zelensky tras la ruptura con Trump y Macron lanza una advertencia sobre las ambiciones de Putin


PARÍS.- Atónitos por la ruptura histórica entre Donald Trump y Europa, confirmada el viernes en la Casa Blanca cuando el presidente norteamericano y su vice humillaron y maltrataron al ucraniano Volodimir Zelensky, los líderes europeos se reunirán este domingo en Londres, convocados por el primer ministro británico, Keir Starmer, para resolver cuestiones existenciales.

“Hoy es claro que el mundo libre necesita un nuevo líder. Somos nosotros, europeos, los que debemos responder a ese desafío”, declaró el viernes la estonia Kaja Kallas, responsable de las Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), inmediatamente después del vergonzoso episodio que se produjo en la Casa Blanca, donde el presidente ucraniano había ido a firmar un acuerdo que debía significar el inicio de un eventual camino hacia el fin de la guerra que asola su país desde hace tres años, después de ser invadido por Vladimir Putin.

“Donald Trump ha dejado de ser un aliado de Europa”, había afirmado pocas horas antes el expresidente francés François Hollande, en las páginas del diario Le Monde.

Gestos de una reunión a pura tensión en el Salón Oval de la Casa Blanca, con Donald Trump, su vice JD Vance y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, como protagonistas (SAUL LOEB / AFP)SAUL LOEB – AFP

“Donald Trump pasó al Este”, sentenció por su parte el coronel Michel Goya, especialista en cuestiones militares y geoestrategia. Como muchos militares europeos y numerosos exagentes de los servicios de inteligencia rusos en época soviética (KGB) pasados al oeste, el general Michel Yakovleff, subjefe de estado mayor del Shape, el cuartel general de las potencias aliadas en Europa (OTAN), señala que los lazos del actual jefe de la Casa Blanca con Rusia datan de hace 40 años, y que “no se debería olvidar que el magnate fue salvado dos veces de la bancarrota gracias a los buenos oficios del Kremlin”, a comienzos de este siglo.

Pero cualquiera sea la razón que lleva a Trump a alinearse en forma tan explícita con Putin e intentar con toda energía cambiar el relato para hacer aparecer a Zelensky como el responsable de la guerra y de sus consecuencias (“Usted está jugando con la tercera guerra mundial”), los europeos constataron de la manera más brutal que de aquí en adelante estarán solos y que es hora de tomar decisiones existenciales.

¿Cómo resistir a Rusia sin la ayuda de Estados Unidos? En caso de retiro efectivo de Washington, ¿cómo seguir apoyando a Ucrania y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad europea? A esa y a muchas otras cuestiones deberán responder los líderes invitados este domingo por el primer ministro británico Starmer. No obstante, lo que debía ser una cumbre para analizar las próximas etapas de un proceso que, después de las visitas del mismo Starmer y del presidente francés Emmanuel Macron a Washington, se anunciaba medianamente positivo, terminó convirtiéndose en una reunión de crisis.

El primer ministro británico, Keir Starmer, estrecha la mano del ucraniano Volodimir Zelensky (Photo by Peter Nicholls / POOL / AFP)PETER NICHOLLS – POOL

Como todos sus pares europeos, y después de haber hablado con Zelensky y con Trump, el premier británico repitió el viernes por la noche “su apoyo inquebrantable a Ucrania”, asegurando querer “asumir su parte para hallar una paz duradera, fundada en la soberanía y la seguridad de Ucrania”.

Este sábado, al recibir al presidente ucraniano en el 10 de Downing Street después de su dramático paso por Washington, Starmer dio muestras de una calidez manifiesta, destinada sin duda a los miembros de la administración norteamericana. “Usted es más que bienvenido”, le dijo ante la prensa.

Además de Zelensky, la cumbre de Londres debe reunir a los presidentes o primeros ministros de Francia, Alemania, Italia, Dinamarca y Turquía. También asistirán la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Antonio da Costa y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Starmer debe mantener una videoconferencia previa con los dirigentes de los países Bálticos (Letonia, Estonia y Lituania).

En su origen, la reunión debía centrarse en los trabajos preparatorios para la creación de una fuerza de mantenimiento de paz europea, que Londres y París proponen desplegar en Ucrania en el marco de un verdadero acuerdo de paz, posterior a un eventual cese del fuego. Sin embargo, después del enfrentamiento entre Trump y Zelensky, la esperanza de un llamado back-stop -apoyo estadounidense a ese despliegue- con el fin de disuadir a Putin de violar un futuro acuerdo, podría ser ilusoria.

Ahora, la cuestión será saber si Starmer mantiene su ofrecimiento de enviar tropas a Ucrania, arriesgándose a una confrontación directa con soldados rusos, sin el apoyo de Estados Unidos. Y si otros Estados europeos -entre ellos Francia- están dispuestos a seguir su ejemplo.

Los dirigentes del bloque deben reunirse por su parte el jueves en Bruselas, en un consejo europeo extraordinario. Los europeos deberían anunciar nuevas medidas de apoyo a Kiev y concentrarse en la forma de reforzar sus esfuerzos de defensa, exigidos por el “aliado” estadounidense en el marco de la OTAN. Nadie duda, en todo caso, que el violento ataque de Donad Trump contra el presidente ucraniano los obligará a precipitar ciertas decisiones.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, junto al presidente Zelensky (Photo by Olivier MATTHYS / POOL / AFP)OLIVIER MATTHYS – POOL

Esa intención pareció quedar en evidencia con el torrente de mensajes de solidaridad a Zelensky inmediatamente después del dramático episodio de la Casa Blanca. Desde Macron hasta el primer ministro polaco Donald Tusk, pasando por el canciller alemán Olaf Scholz y su posible sucesor, Friedrich Merz, la mayoría de los dirigentes del Viejo Continente aportaron su apoyo al mandatario ucraniano.

“Una Europa potencia, la necesitamos más que nunca. El despertar es ahora”, tuiteó Macron. Para él, “si alguien juega a la tercera guerra mundial es Putin”, y no Zelensky, como lo acusara Trump.

Si no se frena a Putin, “sin duda avanzará sobre Moldavia y quizás incluso sobre Rumania”, estimó Macron.

Durante una visita a Portugal, el presidente francés, que ha desarrollado en las últimas semanas una frenética actividad en favor de Ucrania y en pos de la unidad europea, se declaró a favor de “abrir la discusión” sobre la disuasión nuclear europea, después de las declaraciones en ese sentido del futuro canciller alemán. Un pedido absolutamente impensable por parte de Alemania hace apenas unos meses.

En Europa occidental, solo Gran Bretaña y Francia poseen el arma nuclear. En ambos casos, sus respectivas doctrinas destinan el uso de la misma a “la protección de los intereses vitales de la nación”. La idea, en este caso, es la de ampliar ese concepto, permitiendo así la protección de todo el espacio europeo, sin delegar, sin embargo, la decisión de su utilización. La diferencia entre ambos países es que Francia produce su propio armamento nuclear, mientras que Gran Bretaña utiliza vectores fabricados en Estados Unidos, donde también se hace el mantenimiento. Londres podría, en consecuencia, necesitar autorización de la Casa Blanca para su utilización.

Pero frente a esas cuestiones cruciales, no todos los miembros de la UE están de acuerdo. Convencida (¿por Trump?) de que debería ser la verdadera líder de Europa y celosa de la hiperactividad de Macron y Starmer, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni -decididamente pro-Ucrania, sin embargo- pidió “una inmediata cumbre Europa-Estados Unidos, para hablar francamente de la forma en que pensamos enfrentar los grandes desafíos actuales”.

Abiertamente pro-ruso, el primer ministro húngaro Viktor Orban, aplaudió la actitud de Trump frente a Zelensky, lo mismo que muchos otros partidos de extrema derecha europeos, como La Liga de Matteo Salvini o el FPO austríaco.

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