El River 2025 y la falta de gol: otro problema que le quita el sueño al Muñeco Gallardo

De los ochos partidos oficiales que jugó desde el inicio del año, River hizo dos goles en dos encuentros (a Independiente y a San Martín de San Juan), uno en tres (1-1 con Platense, 1-0 a Instituto y 1-0 a Lanús) y ninguno en los otros tres. Le falta gol. Y ese es uno de los tantos problemas por los que al equipo le cuesta arrancar. No cuenta con el poder de fuego, aspecto clave para ganar los partidos. A tal punto que con siete tantos en ocho juegos, registra una de las peores rachas de su historia.

No es el registro más negativo pero se asemeja a otras rachas adversas. La última fue en 2013 y es igual a la de ahora. Con Ramón Díaz como entrenador, River convirtió siete goles en las primeras ocho fechas del torneo Inicial de aquel año.

Después, hubo otras peores. Con Leonardo Astrada como DT, en el Clausura 2010, River apenas hizo seis tantos en los 8 juegos iniciales. Y esa misma cantidad de tantos convirtió en el arranque de la temporada 1989/90, el último torneo largo de Primera División, con Reinaldo Carlos Merlo al mando.

Esta cantidad de goles que el equipo de Marcelo Gallardo tiene ahora es muy poco para las pretensiones del club. Sobre todo, con las figuras y jugadores de experiencia que llegaron.

La pólvora está mojada. Y quizás se falló con el diagnóstico de los hombres de ataque. Es que da la sensación que le faltó traer un futbolista con otro peso específico en el área.

En este plantel, River cuenta con un solo “9” típico de área. Es Miguel Borja, uno de los que más goles (dos) hizo en estas ocho fechas. Pero -se sabe- a Marcelo Gallardo le gustan centrodelanteros con otras características. Facundo Colidio ya estaba en el plantel y si bien también convirtió 2 tantos, todavía no mostró el potencial que se supone que tiene. Sebastián Driussi, por su parte, aún no entró en ritmo y Gonzalo Tapia es una apuesta que por ahora está lejos de ser valorizada.

De todos modos, el problema no solo está en la escasa potencia del ataque. En River falla la generación de juego. Y los delanteros no cuentan prácticamente con situaciones propicas. Tampoco se generan ellos las propias, como sucedía con Borja el año pasado que aun con River jugando mal, muchas veces fabricaba él solo los goles.

No es, a su vez, la única situación adversa. A River le cuesta muchísimo romper redes en los primeros tiempos. De hecho, todavía no convirtió ningún gol en las partes iniciales de los partidos. Y lleva ya nueve consecutivos, contando desde el último encuentro del año pasado, ante Racing en Avellaneda. Esta mala estadística se ubica en el podio de los peores registros igualando la misma cantidad de partidos hilados en 2009. Las otras dos peores son de 10 encuentros sin convertir en los primeros 45 minutos en 1978 y de 11 juegos en 1967.

La última vez que River metió un gol en un primer tiempo fue el 8 de diciembre de 2024 en la goleada 4-0 a Rosario Central. Lo hizo Pablo Solari (ya no está en el plantel) sobre el cierre de esa primera mitad.

River necesita los goles como el agua. Para empezar a revertir este flojo presente. Y porque ahora se le viene una final (ante Talleres por la Supercopa Internacional, en Paraguay), con un título en juego.

Los comentarios están cerrados.