“No vamos a retirar el pliego de Lijo”

La decisión mayoritaria de la Corte Suprema de Justicia de rechazar la licencia extraordinaria de Ariel Lijo para que pueda jurar en el alto tribunal tuvo un fuerte impacto en la Casa Rosada, en donde en medio de un clima de hermetismo y desconcierto reafirmaron que Javier Milei no analiza un plan B, al menos por ahora: “No vamos a retirar el pliego de Lijo” del Senado, confiaron a este diario.

En el Gobierno reconocieron cierta sorpresa por la votación y sostienen que existía jurisprudencia probada para que el juez federal asumiera en la Corte sin tener que renunciar a sus funciones en los tribunales de Comodoro Py.

Con la información de que Lijo no dejará sus cargos, el Gobierno redobla la apuesta y sostendrá el pliego del magistrado en el Senado. Fuentes del círculo íntimo del presidente Milei dijeron a Clarín que este revés no impedirá que La Libertad Avanza consiga los dos tercios necesarios para aprobar su candidatura, en el marco de una sesión especial que podría ocurrir a mediados de marzo.

“No hay ningún escenario en que retiremos el pliego de Lijo”, reforzó una importante fuente del Ejecutivo con diálogo permanente con Milei.

A su vez, desde la cúspide libertaria evidenciaron su malestar con “un integrante de la Corte” por “hacer operaciones en los medios” y difundir la decisión del tribunal antes que se conociera el fallo por la licencia de Lijo.

Es que los alfiles del presidente estuvieron en el minuto a minuto de la votación y consideraron que uno de los ministros buscó filtrar el resultado sin que estuvieran definidos todos los votos, empujando así el rechazo a la presentación de Lijo.

El Gobierno ya trabaja en la estrategia parlamentaria para resistir la embestida del kirchnerismo, que busca convencer a bloques dialoguistas y prevé pedir este jueves ir al recinto la próxima semana para rechazar el pliego de Lijo y de Manuel García Mansilla, quien asumió gracias al nombramiento por decreto, pero cuya vigencia en la Corte está limitada hasta el 30 de noviembre.

En el Ejecutivo están al tanto de las tratativas de Unión por la Patria para hacer sucumbir ambos pliegos. Durante este jueves, los líderes del interbloque K estaban juntando las firmas para avanzar con el dictamen de García Mansilla, que deambulaban en la Comisión de Acuerdos, y se apresta a solicitar la sesión especial a la titular de la Cámara Alta, Victoria Villarruel.

En el Instituto Patria creen que podrán cerrar filas con la mayoría de sus senadores, aún reconociendo que hay discrepancias internas y algunos sí acompañarán a Lijo. El principal objetivo es abroquelar a su propia tropa y alcanzar el quorum gracias a otros sectores de la oposición.

En el kirchnerismo se ilusionan con los votos negativos de los radicales Pablo Blanco, Martín Lousteau y Carolina Losada, los amarillos Luis Juez, Carmen Álvarez Rivero y Alfredo De Angeli, el formoseño Francisco Paoltroni, acérrimo opositor a Lijo, y hasta confían en el apoyo de la cordobesa Alejandra Vigo.

En contrapartida, en el Gobierno pretenden quebrar esa eventual convergencia, retomando las negociaciones con gobernadores y otros aliados e instando a que no jueguen en tándem con Unión por la Patria. En paralelo, funcionarios aseguran que Lijo pudo entablar sólidos vínculos con senadores y hasta con mandatarios provinciales, con lo cual dan por sentado que “se garantizará sus propios votos” en el Senado.

Mientras tanto, en el Gobierno no descartan de plano dar lugar al debate sobre la ampliación de la Corte, siendo una de las exigencias del kirchnerismo, y siguen arriba de la mesa las 150 pliegos en el Poder Judicial, contemplando vacantes de jueces federales, fiscales y otros cotizados cargos que podrían formar parte del debate para frenar la arremetida K en la Cámara Alta.

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