El temor a que una guerra comercial afecte la economía global volvió a impactar negativamente a los mercados financieros. Luego de que Estados Unidos aumentara los aranceles a las importaciones provenientes de China, Canadá y México, los inversores están atentos a los datos económicos y si las medidas que tomó Donald Trump podrían derivar en una recesión.
En el plano local, todavía a la espera de que se concrete el nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mercado operó en sintonía con la dinámica exterior y las pantallas se tiñeron de rojo; las acciones argentinas cayeron hasta 10% en Wall Street, el riesgo país volvió a superar los 700 puntos básicos y los dólares libres se vieron presionados al alza.
La Bolsa porteña fue una de las más afectadas de la región. El índice S&P Merval cayó 5,5% y cotizó en 2.138.846 unidades, equivalente a US$1736 al ajustar por el dólar contado con liquidación (CCL), la cifra más baja desde mediados de noviembre del año pasado. En comparación, en Brasil el índice Bovespa bajó 0,41%, la Bolsa de México un 2,11% y la Bolsa de Santiago (Chile), 0,1%.
En el panel principal de la Bolsa local, conformado por las compañías con mayor volumen de operaciones, las bajas más marcadas se observaron entre las acciones de Transener (-11,1%), Edenor (-9,4%), Banco Supervielle (-7,5%) y BBVA (-7,2%).
“Durante 2024, la renta variable argentina estaba prácticamente desacoplada a lo que era la economía global. Se acomodaron las cuentas públicas, hay ancla fiscal, monetaria y cambiaria. Se ordenó la macro y la economía argentina dejó de estar despegada del mundo y empezó a acoplarse. Ahora, los índices accionarios a nivel global influyen, como por ejemplo hoy. Y nuevamente se analiza la economía internacional y cómo pega a los mercados emergentes, como se hacía tiempo atrás. Hoy hay una cuestión Trump, que es difícil de entender, porque un día pone aranceles del 25% y al otro día dice que no. Hay una guerra comercial en ciernes, que pega fuerte en muchos sectores, y pareciera venirse un enfriamiento de la economía casi adrede. Entonces, los activos caros se venden y la Argentina empieza a perjudicarse frente a lo que fue 2024, por eso es el mercado emergente más afectado”, explicó Fernando Camusso, director de Rafaela Capital.
Esta tendencia a la baja también pudo observarse entre las acciones argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York (ADR). Los papeles de Edenor retrocedieron 10,5%, seguidos por los de Banco Supervielle (-9,5%), BBVA (-8,5%), Globant (-6,2%) y Grupo Financiero Galicia (-6,1%).
Durante el fin de semana, Trump evitó predecir si Estados Unidos podría enfrentarse a una recesión, luego de que aumentara los aranceles a las importaciones provenientes de México, Canadá y China. Frente ese escenario, este lunes el índice S&P500 respondió con una caída del 2,7%; el industrial Dow Jones, de un 2,08%; y el tecnológico Nasdaq bajó 4%.
“En la visión general, comienza a emerger la posibilidad de escenarios globales de menor nivel de actividad, en un contexto donde, hacia adelante, las tasas de inflación aumentan o se mantienen elevadas por el impacto en precios que tendrían las políticas de aumentos de aranceles y la baja de la tasa de política monetaria en Estados Unidos”, explicaron desde Quantum Finanzas.
Los bonos soberanos también arrancaron la semana en terreno negativo, en todas sus legislaciones y vencimientos. Mientas que los Bonares cayeron 2,02% (AE38D), los Globales extendieron el rojo hasta 3,17% (GD46D). Esto impactó de manera directa en el riesgo país, índice que mide la diferencia que pagan los bonos de países emergentes frente a los del Tesoro de Estados Unidos. Este lunes, cerró en 723 puntos básicos, un avance de 31 unidades frente al viernes (+4,48%).
“Los bonos, en definitiva, muestran el verdadero estatus de la economía y ahí están lateralizando. Pero los fundamentos macroeconómicos no cambiaron, por lo que se podría pensar en que pronto encuentren piso y tengan una apreciación del 15%. Ahí el acuerdo con el FMI es clave y el mercado está tan volátil, que no es lo mismo que se firme el DNU hoy, que mañana o en un mes. También hay que ver qué pasa con la letra chica y las condiciones: ¿Cuántos millones llegan a la Argentina? ¿Qué puede pasar con el cepo cambiario? ¿Trae nuevas condiciones cambiarias? El riesgo país tendría que bajar, como mínimo, 150 puntos básicos. Pero eso dependerá del tiempo del acuerdo y todo lo que venga aparejado”, agregó Camusso.
Los dólares libres operaron este lunes al alza, aunque se volvió a observar un fenómeno que no se veían en el mercado de cambios desde finales del año pasado: el blue cerró por debajo de los financieros. En la primera rueda de la semana, la cotización informal se vendió a $1225, una suba de $10 con respecto al cierre anterior (+0,8%).
El dólar MEP cerró en las pantallas del mercado de capitales a $1228,92, unos $7 más frente al cierre del viernes (+0,6%). El contado con liquidación, herramienta que permite enviar las divisas a una cuenta bancaria en el exterior, avanzó $11,9 y cotizó a $1231,63 (+1%). Esta dinámica se dio a pesar de que la semana pasada se volvieron a observar las intervenciones que el Banco Central (BCRA) hace a discreción sobre el mercado financiero para intentar contener la brecha cambiaria.
“Con el canje llamativamente en 0% [diferencia entre el MEP y el CCL], hoy vale lo mismo un dólar en la Argentina que un dólar puesto en el exterior. Vemos que la demanda de dólar CCL puede explicarse por algo de salida de bonos en pesos (Boncap largas) a dólar, porque ya pasó la demanda alta de turismo en MEP. Pero mientras el Banco Central (BCRA) compre reservas, no debería presionar tanto la suba del dólar. Sigue el dólar blend [los exportadores pueden liquidar el 20% en el mercado financiero y el 80% al oficial] y el BCRA vende en CCL. Y en breve debería descomprimir con la cosecha y el acuerdo con el FMI”, dijo Fernando Marull, economista de FMyA.
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $1065,25, luego de que en febrero el Gobierno redujera el ritmo de las devaluaciones controladas del 2% al 1% mensual. Frente al contado con liquidación, la brecha cambiaria fue del 15,6%.
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