Maravilla Martínez y una fe que mueve montañas (y cura rodillas): “Hablé con Dios y me dijo que tenía que jugar el clásico”

Su ausencia pegó duro y nada indicaba que pudiera jugar este domingo, justo en el derbi de Avellaneda. Sin embargo, Adrián Martínez será titular. Sí, el goleador todavía no está recuperado de un edema óseo en el platillo tibial interno que sufrió hace 20 días, pero ya le avisó a Gustavo Costas que no se perderá el duelo que se disputará en el Libertadores de América. Y será, fundamentalmente, por una cuestión de fe.

“Gustavo, hablé con Dios y me dijo que tenía que jugar este partido, no me puedo perder el clásico”. Palabras más, palabras menos, esta frase escuchó Costas de los labios de Maravilla, quien no pudo estar ante San Lorenzo y Huracán por un profundo dolor en la rodilla derecha. Tan convencido está el delantero que hasta preparó una remera con citas bíblicas que mostrará debajo de su camiseta si logra marcar ante Rodrigo Rey, como hizo el 29 de abril del año pasado en la cancha de los vecinos.

Creer o reventar, aunque todavía no tiene el alta médica, Martínez quiere jugar. Y más allá de que la lesión que arrastra tiene un plazo de recuperación de cuatro a cinco semanas, lunes y martes se entrenó con el objetivo de ser de la partida. Costas lo pondrá de entrada. Arriesgará. Aquel antecedente y los números de su capocanonniere no dejan margen para la duda. Sobre todo, por el rival que tendrá enfrente y por las cuatro derrotas consecutivas que, por ahora, lo están dejando afuera del grupo de los ocho en la Zona A.

El 29 de abril de 2024, Maravilla aprovechó un pase profundo de Zuculini y facturó frente a Rey.
Foto: Marcelo Carroll

Con Maravilla en la cancha, Racing ganó 34 partidos, empató 7 y perdió 14, una eficacia del 66%, nada menos. El equipo hizo 106 goles y casi el 30% fue marcado por el artillero nacido en Zárate.

Sin Martínez, la Academia obtuvo 4 victorias, un empate y lamentó seis derrotas. El porcentaje desciende a 33 puntos. También, el promedio de gol (1,45 contra 1,84), ya que en esos partidos solo marcó 16.

Las razones de Costas para contar con su máximo artillero están basadas en las estadísticas, claro. Las de Maravilla se vinculan con la religión. Y habrá que remontarse a 2014 para explicar la decisión que tomó. Entonces, estuvo seis meses preso por participar de una venganza familiar. Fue acusado de quemar y robar la casa del agresor de su hermano, a quien le dispararon tres balazos. Según declaró el propio jugador, fue un “error” de la Policía porque él no tuvo nada que ver con los piedrazos y el fuego que se propagó por el techo de machimbre que cubría la vivienda.

Desde que salí de la cárcel, me focalicé en Dios. Un ejemplo es lo que pasó en enero (de 2024), porque Racing tenía el dinero para contratar a un 9 de trayectoria y me eligió a mí. Fue Dios quien me puso en este camino, aunque después todo depende de quién hace los goles. Me puede pasar de tocar dos o tres pelotas y que vayan adentro, o que peguen en el palo y se vayan afuera. Pero siempre voy a hacer el esfuerzo y estar en todos los detalles para que las cosas salgan bien”, contó sobre su relación con la magmánima figura.

Maravilla llegó al fútbol de grande, con 22 años. Jugó en el club Las Acacias de Campana, su tierra natal, pero a los 16 abandonó la escuela y tuvo que buscar trabajo. Fue albañil, empleado en una cervecería y recolector de basura. Casi pierde una mano en un accidente de moto. Un amigo lo acercó a la Iglesia, pero recién se convenció de que su camino estaba con Dios tras las rejas.

“Cree en el Señor Jesucristo y estarás salvo tú y tu casa”, fue la cita de la Biblia que lo conmovió. Y a partir de ese instante, se sintió acompañado. Por eso estará ante Independiente, muy a pesar del golpe que sufrió ante Botafogo, en el duelo de ida.

Juntos, se potencian: Maravilla y Salas, la dupla simbiótica de delanteros que tiene Racing.
Foto: Maxi Failla Juntos, se potencian: Maravilla y Salas, la dupla simbiótica de delanteros que tiene Racing.
Foto: Maxi Failla

Aquel 20 de febrero, en Avellaneda, chocó con Daniel Barboza. Fue en el final del partido, por eso continuó en la cancha. La lesión se agravó sobre el césped sintético del estadio Olímpico Nilton Santos y fue reemplazado por Santiago Solari a los 41 minutos del segundo tiempo.

Maravilla no será el único futbolista que recuperará Costas para el duelo ante Independiente. Marco Di Césare, quien se había desgarrado el aductor derecho; Santiago Sosa, quien dejó atrás un esguince en la rodilla derecha; y Gabriel Rojas, que ya no sufre dolores por la entorsis en el tobillo izquierdo, serán titulares. Agustín García Basso (lesión ósea en el peroné de la pierna derecha) y Bruno Zuculini (operado en los meniscos de la rodilla derecha) están descartados.

¿Y Luciano Vietto? Todo dependerá de la evolución del desgarro grado 2 en semimembranosoizquierdo. A propósito, el “10” declaró: “Voy a ver cómo me siento. Vengo de hacer un esfuerzo sobre una lesión. Jugué desgarrado la final. Entonces, no quiero volver a esforzarme y perderme otros tres o cuatro partidos porque, al final, estaría jugando un partido cada un mes y no estoy al cien por ciento tampoco. Si estoy en condiciones, voy a jugar. Y si no, voy a esperar alguna semana más”.

Martínez, en cambio, ya se decidió. “Conozco mucha gente que cree en Dios. Hasta el Diablo, dice la Biblia, cree en Dios y tiembla”, dijo el año pasado, durante una entrevista. Bien podría ajustarse al partido que se viene, en ese infierno rojo en el que Maravilla quiere convertir en un paraíso celeste y blanco a bordo de sus goles.

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