Bajan los depósitos en dólares y le quitan impulso a los créditos en esa moneda

El insistente y progresivo goteo de los depósitos en dólares, que previsiblemente comenzó cuando se abrió la opción de retiro de los dólares blanqueados en el último y exitoso plan de regularización de activos, está haciendo que los bancos se vuelvan más prudentes a la hora de ofrecer a las empresas préstamos en dólares.

La novedad, que impulsó además al Gobierno a acelerar los tiempos de negociación en busca de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el impacto que eso tendrá en las reservas del Banco Central (BCRA), comenzó a aparecer en las primeras ruedas del mes en curso.

Es que las estadísticas oficiales del sistema muestran la primera caída (de apenas 0,3%) el stock de préstamos concedidos en moneda extranjera al sector privado en tiempos de Milei: se retrotrajo del pico de US$14.000 millones que había tocado el 6 de marzo, hasta los US$13.919 millones un día después.

Se quedan sin combustible

Esto sucede luego que el stock de depósitos en dólares privados bajo administración de los bancos locales, que había llegado a los US$34.305 millones a fin de octubre pasado (cuando concluyó la primera etapa del blanqueo, cuyo cierre había sido prorrogado un mes), cayera por debajo de los US$30.000 millones el último viernes al quedar ese día en US$2969 millones. Esto, tras registrarse un saldo neto de retiros de US$87 millones en esa jornada.

Se trata de una pérdida de liquidez que ya supera los US$4300 millones (12,6%) a lo largo de los tres últimos meses, lo que comienza a hacer mella en la disponibilidad para estos fines de los bancos y afecta su predisposición para seguir ofreciendo muy activamente préstamos en esa moneda.

“El ratio de crédito/depósitos en dólares (ajustado por el efectivo disponible en bancos) ya está en un nivel elevado. Es bueno señalarlo porque uno los factores que permitió al Banco Central seguir siendo un comprador neto de reservas fue precisamente la expansión del crédito en moneda extranjera. La sensación es que se está quedando sin nafta y eso explica que el Gobierno esté ahora acelerando los tiempos para lograr el acuerdo con FMI”, observó el economista Amilcar Collante, director del Centro de Estudios del Sur (CeSur).

En los bancos admiten que no es fácil retener los depósitos en dólares, salvo los de aquellos ahorristas que mantienen en cuenta montos relativamente bajos para atender a su vez los pagos de compromisos que hayan tomado en esa moneda.

“El bimonetarismo o la competencia de monedas parece renga en eso, porque es el propio Gobierno quien alienta que la gente decida si usa pesos o dólares para operar a diario. Para nosotros, como bancos, es un problema a la hora de tener liquidez asegurada en moneda extranjera para ofrecer crédito y, seguramente, nos llevará progresivamente a ir ofreciendo algo más de tasa por esas colocaciones o a ir a buscar esa liquidez en el mercado local o externo”, comentó en off the record un ejecutivo de la banca privada nacional.

Es lo que buscó impulsar el mes pasado el BCRA al disponer una flexibilización a las normas que limitan la oferta de préstamos en dólares sólo a quienes demuestren ingresos en moneda dólares (básicamente empresas exportadoras) para que los bancos puedan ofrecer esos créditos también a empresas o incluso personas. Claro que, en este caso, ese financiamiento no puede estar fondeados en depósitos captados de ahorristas locales, sino que debe estar relacionados con los dólares que los bancos capten del mercado, ya sean mediante acuerdos con entidades extranjeras o por colocaciones de deuda, lo que significa que son ellos quienes deben asumir el riesgo de descalce de monedas.

Claro que para las entidades no es fácil conseguir financistas externos cuando persiste el cepo cambiario y ni siquiera, en el caso de los de capital extranjero, pueden remitir utilidades a sus casas matrices. De allí que algunas entidades ya estén ofreciendo mejores tasas de interés por colocaciones a plazo en moneda extranjera. El primer paso en ese sentido lo dio el Banco Nación, que desde hace algunos días paga tasas anuales nominales que van del 0,75 al 2,50% por colocaciones que vayan de 30 a 180 días, rendimientos que en la zona máxima más que duplican a los que ofrecía a fin de año.

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