Franco Colapinto, blindado para la prensa en Australia mientras espera su oportunidad de subir a un Fórmula 1: cuáles son sus chances reales en Alpine

La Fórmula 1 regresó con Franco Colapinto en el Albert Park en un rol no tan deseado como el de hace seis meses y medio, cuando llegó al Parco di Monza para disputar su primera carrera. Pese a eso, y a que Alpine intentó mantenerlo a las sombras y bien atado a su puesto como piloto de reserva al blindarlo del contacto con la prensa, su presencia no pasó desapercibida mientras la gran pregunta que se hacen sus fanáticos es cuántas chances reales hay de volver a verlo arriba de un F1.

Se sabe que en la Fórmula 1 no se sacan preguntas como besos robados en la adolescencia: todo está monitoreado por los equipos de prensa de las escuderías. Si ellos dicen que no, es no; ni tal vez, ni no me di cuenta. Este fin de semana, el primero de la temporada, Franco Colapinto asistió al Gran Premio de Australia en su rol de reserva, uno del que espera salir más temprano que tarde para volver a subirse a un F1, y como tal podía ser requerido por la prensa, y también Alpine podía negarse a que asistiera, como finalmente ocurrió. “El equipo prefiere protegerlo, que haga su rol de piloto de reserva y no darle tanta participación, porque, claro, no quieren que opaque al piloto local, Jack Doohan”, destacó Juan Fossaroli desde Melbourne.

“No podemos hablar con él. No porque no nos deje Franco. Si fuera por él, se para acá y se pone a hablar, ustedes saben cómo le gusta hablar. Pero la gente de Alpine nos controla, quien maneja la comunicación nos está mirando a ver si lo agarramos a Franco. Nos tienen cortitos. Y hay que respetar. En algún momento, el domingo cuando ya esté relajado y se acabe la carrera, lo vamos a agarrar a Franco”, comentó al aire de ESPN, único medio nacional en el lugar, entre las prácticas 1 y 2 del viernes, poco después de que el piloto argentino amagara con pararse frente a la cámara para charlar.

La presión es algo con lo que Doohan está obligado a vivir desde que Alpine contrató a Colapinto a fines de 2024 y la prensa internacional le puso precio a su butaca. De hecho, La Gazzetta dello Sport estimó en 500 mil dólares el aporte por carrera de las marcas que acompañan al joven de Pilar y en la previa de la carrera el diario australiano The Sydney Morning Herald publicó: “Imaginate acercarte al trabajo de tus sueños y finalmente obtener el visto bueno, sólo para que tu empleador inmediatamente contrate a alguien igual de calificado y significativamente más atractivo financieramente y prepararte para el fracaso”. Y, como si le faltara algún ingrediente a su gran premio de casa, el reconocido fotógrafo acreditado permanente a la F1 Kym Illman, observó en el Albert Park que Colapinto fue “el favorito de los fanáticos”.

Ahora bien, volviendo a la pregunta de cuáles son las chances reales de Franco Colapinto de subirse a un F1 en 2025, la respuesta no puede exacta porque no está escrita (al menos, no fue divulgada). Se habla de un contrato de Doohan por rendimiento -como puede ser estar a x décimas de Gasly, el número 1 del equipo- y es sabida la predilección de Briatore por el argentino. Por lo pronto, los indicios los da la app que el piloto lanzó el 14 de febrero y que señala la carrera de Mónaco, dos días antes de su cumpleaños número 22, como “un fin de semana ideal para debutar con Alpine”.

Desde Melbourne, donde compartió el paddock con Colapinto mientras Gasly y Doohan disputaban las prácticas libres, Briatore le dijo al enviado del Corriere della Sera, Daniele Sparisci, que el australiano “comienza, pero luego habrá una revisión de dónde estamos”. Y advirtió: “Los pilotos son los directores ejecutivos del equipo: ellos traen los resultados. Para ellos trabajan mil personas y deben sentirse responsables. En la Fórmula 1 los balances se hacen cada domingo”.

En la que hasta ahora fue su única entrevista, el día de la revelación conjunta de los livery de los Fórmula 1 en Londres, el joven de 21 años le dijo a Telenoche: “Yo estoy apoyando al equipo. No soy piloto todavía y no sé cuando lo seré en el futuro, pero mi trabajo es apoyarlo, trabajar con ellos y ayudarlos a sumar puntos consistentemente.

Por ahora, el argentino debe ser paciente, observar y trabajar, mucho. Contrario a lo que se podría pensar, el piloto reserva no tiene tiempo libre. El francés Ocon, que apostó por ese rol para no salirse del Gran Circo cuando se quedó sin sitio en la parrilla de 2019, entre sus pasos por Racing Point y Alpine, contó que su experiencia en Mercedes “fue muy, muy exigente”. “No dormía durante dos días. Era una locura la cantidad de viajes que hacía y la cantidad de horas que pasaba en el simulador y luego viajando a la pista, haciendo cosas para Mercedes. Me usaron bien, pero mucho. Así que, para ser sincero, después de las pruebas en Abu Dhabi llegué a mi campo de entrenamiento y estaba más flaco que nunca. Estaba destruido, básicamente”, recordó en 2020.

Qué hace un piloto reserva full time

En primer lugar, el obvio: estar disponible para reemplazar a alguno de los titulares en caso de lesión o indisposición. Con la experiencia de nueve carreras disputadas en 2024, Colapinto tiene a su favor el conocimiento de los procedimientos y protocolos de la categoría, así como también el de saber manejar un auto de la potencia de un monoplaza de F1, algo que desconocía cuando aceptó el desafío de reemplazar a Logan Sargeant con tan solo una prueba de postemporada en Abu Dhabi, en diciembre de 2023, y una práctica libre en Silverstone, en julio del año pasado.

Más allá de esa función más notoria, que Jack Doohan realizó en la última carrera del año pasado cuando reemplazó a un Esteban Ocon que ya tenía los dos pies en Haas, el reserva tiene actividades comerciales y de marketing, pero lo más importante es lo que hace en la fábrica. Como ocurrió con Colapinto en estos dos años como piloto de la Academia Williams, trabaja en el simulador para proporcionar retroalimentación útil para el desarrollo del coche de la temporada actual y también a futuro. Por eso, su tarea no se limitará al fin de semana de la carrera; de hecho, el reserva no suele asistir al 100% de las pruebas y, por ahora, solo se sabe que Franco estará en Australia y en China, el fin de semana siguiente.

Durante un fin de semana de GP, como ocurre ahora con el bonaerense, es habitual que los pilotos de reserva sean mostrados por la transmisión oficial -como ocurrió con Colapinto mientras giraba Gasly en el segundo entrenamiento- con auriculares siempre en el box junto al jefe del equipo, un ingeniero o algún directivo. Pero su trabajo es silencioso y no se ve, tal como contó Stoffel Vandoorne, suplente en Aston Martín, hace un tiempo.

Si bien en la mayoría de los casos las pistas les son familiares solo gracias al simulador, donde se aprenden los circuitos al milímetro para estar listos para saltar a la pista, los reservas no están aislados. Con excepción del jueves, cuando no suelen ser requeridos por la prensa durante el Media Day y no es común que participen activamente de la reunión de los titulares con los ingenieros, a quienes sí antes les aportan lo que aprendieron en el simulador, su voz cobra valor durante los entrenamientos libres.

Vandoorne contó que los viernes los reservas escuchan a los titulares, “ya sea por radio o cuando están fuera del coche y en el garaje, para oír sus comentarios, porque son ellos los que conducen y dan toda la información posible a los ingenieros” y los sábados toma “notas mentales” de lo que ve desde el box.

Es difícil saber cómo se comportará Franco, pero lo que sí ocurrirá después es que estudiará los datos junto a los ingenieros y será parte del debate y del análisis de en qué zonas del circuito van mejor, para forjar una estrategia y los objetivos a buscar en la carrera.

Después de la clasificación, el reserva participa de la reunión de estrategia previa a la carrera, pero su rol ya será de espectador, porque el reglamento prohíbe que pueda sustituir a un titular solo en la competencia principal. Si Gasly o Doohan clasificaran pero por algún motivo no pudieran competir el domingo, Colapinto ya no podrá reemplazarlos y Alpine correría con un solo auto.

Aunque será espectador de la carrera, se mantendrá en alerta porque su participación no será igual a la de un televidente: podrá intervenir en una comunicación por radio con el equipo, por ejemplo, si detecta el riesgo potencial de un safety car, ya que eso puede cambiar una estrategia.

Tras la bandera a cuadros, tampoco llegará el momento del descanso. Por el contrario, tendrá que tomar un avión para volver rápidamente a la fábrica, donde el equipo hará un análisis más profundo sobre lo sucedido el fin de semana y el piloto se pondrá a trabajar en el simulador para la siguiente carrera o el desarrollo de una actualización futura del auto.

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