Alejandro Domínguez generó polémica en el sorteo de las Copas: “Una Libertadores sin equipos brasileños es como un Tarzán sin Chita”

Las recientes declaraciones de Leila Pereira, presidenta de Palmeiras, sacudieron el fútbol sudamericano y abrieron la posibilidad de un escenario impensado: una Copa Libertadores sin equipos brasileños. La dirigente propuso que los clubes de la CBF analicen la opción de mudarse a la CONCACAF, en rechazo a los reiterados casos de racismo, pero puntualmente el que sufrió el futbolista Luighi durante la Libertadores Sub 20 y la falta de sanciones severas por parte de la Conmebol.

En medio de la polémica, Alejandro Domínguez, presidente de la confederación sudamericana, salió al cruce y fue categórico. Durante el sorteo de la Copa Libertadores, mencionó el tema en su discurso institucional y defendió la postura del organismo en la lucha contra la discriminación. Más tarde, fue consultado sobre la posibilidad de que el torneo continental se jugara en el futuro sin equipos brasileños. Y el dirigente paraguayo respondió con una analogía desatinada.

“¿Una Libertadores sin equipos brasileños? Eso sería como Tarzán sin Chita. Imposible”, respondió Domínguez, quien debido a la trascendencia de sus dichos tuvo que emitir un comunicado desde su cuenta personal con un pedido de disculpas.

“Quiero expresar mis disculpas, la expresión que utilicé es una frase popular y jamás tuve la intención de menospreciar ni descalificar a nadie”, escribió Domínguez. Y completó: “La Libertadores es impensable sin sus diez países miembros”.

Leila Pereira había cuestionado duramente la política disciplinaria de la Conmebol respecto al racismo y puso como ejemplo la reciente sanción a Cerro Porteño, que recibió una multa de 50.000 dólares tras un episodio de discriminación en la Copa Libertadores Sub 20.

“Por retrasos en el inicio de los partidos hay multas de 100.000 dólares. Por bengalas, 78.000 dólares. Entonces, vean cómo la CONMEBOL trata este delito de racismo”, disparó la presidenta del Verdao.

Y fue aún más allá: “Si la Conmebol no respeta al fútbol brasileño, debemos pensar en unirnos a la CONCACAF, lo que además nos conviene económicamente”, aseguró Pereira, sugiriendo que la salida de Brasil del fútbol sudamericano no es solo una cuestión de principios, sino también de intereses financieros.

En su discurso durante el sorteo de la Libertadores, Alejandro Domínguez reafirmó el compromiso de la Conmebol contra el racismo y anunció medidas para endurecer la lucha contra la discriminación.

“Hemos decidido convocar a las autoridades gubernamentales de nuestros países y a los representantes de nuestras Asociaciones Miembro para establecer un marco de actuación conjunta. Nuestro objetivo es responder de manera simultánea y coordinada ante cualquier expresión discriminatoria en el campo de juego, aplicando tanto nuestro reglamento como el código penal de cada país”, aseguró el dirigente.

Y cerró con un mensaje contundente: “Hoy damos un paso más allá: unimos el fútbol y la justicia en una misma lucha. Queremos que cada expresión racista tenga una consecuencia real y que quienes atenten contra la esencia de nuestro deporte enfrenten las sanciones que correspondan, tanto dentro como fuera del campo”.

La amenaza de Palmeiras reaviva un debate que parecía impensado. Brasil es el país con mayor cantidad de títulos en la historia de la Libertadores y sus clubes dominan la escena desde hace más de una década. Sin embargo, la creciente tensión con la Conmebol podría abrir un nuevo capítulo en la historia del fútbol sudamericano.

Por ahora, la Copa sigue con todos sus protagonistas. Pero el ruido que generaron las palabras de Pereira deja una incógnita latente: ¿será solo una advertencia o realmente Brasil podría dar el portazo?

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