Christel Bories, presidenta del grupo minero francés Eramet –que en la Argentina opera bajo el nombre Eramine–, está de visita en Buenos Aires. La compañía comenzó a exportar litio este año desde el salar Centenario-Ratones, a 4000 metros de altitud, en la puna salteña, tras haber invertido US$1000 millones en el último tiempo.
En una entrevista con LA NACION, la ejecutiva dijo que para incrementar todavía más las inversiones, la Argentina debe seguir trabajando en ofrecer estabilidad fiscal, jurídica y cambiaria, junto con un fuerte desarrollo de infraestructura energética y de transporte.
Si bien destacó el potencial del litio argentino, advirtió que las restricciones al acceso a divisas todavía condicionan los nuevos desembolsos. “No estamos tan interesados en la Argentina, estamos interesados en el litio, primero que nada. Vamos a donde la naturaleza puso los minerales”, dijo Bories con crudeza.
La ejecutiva, que también preside el Consejo Empresarial Francia-Argentina, participó ayer del foro organizado por la Cámara de Comercio e Industria Franco Argentina (Ccifa), donde también remarcó que el país “puede jugar un rol significativo” en el abastecimiento de materias primas críticas para la transición energética.
La planta de procesamiento de litio de Eramine, que comenzó a producir a finales del año pasado, utiliza un sistema de extracción directa con tecnología patentada por la compañía, que permite recuperar más del 90% del mineral contenido en la salmuera, con menor impacto ambiental y menor uso de agua que los métodos tradicionales de evaporación.
“La Argentina tiene muchos buenos recursos y ha sido bastante exitosa atrayendo y desarrollando proyectos en los últimos años, incluso con su inestabilidad. Todos los gobiernos intentaron crear condiciones para la inversión en el litio”, reconoció Bories.
Aun así, remarcó que la previsibilidad a largo plazo será clave para que Eramet avance con nuevas etapas o con otros proyectos. La ejecutiva valoró los avances del Gobierno con el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que flexibiliza el acceso a divisas y otorga beneficios fiscales, pero señaló que la eliminación total del control de cambios es una condición necesaria para atraer financiamiento internacional.
“No podemos depender solo de excepciones para proyectos específicos; es más fácil si hay reglas comunes para todos”, enfatizó.
En la actualidad, las restricciones cambiarias hacen que las empresas deban recurrir a financiamiento propio, explicó Bories: “Hoy todavía existen problemas o incertidumbres en la Argentina, que hacen que el financiamiento por parte de los bancos sea casi imposible. Por parte de los bancos argentinos es demasiado caro, y para los bancos internacionales, hoy es muy difícil financiar cualquier cosa en la Argentina. Así que tenemos que financiarnos con medios propios y con otros esquemas que no son los préstamos habituales. Eso también limita nuestra capacidad para desarrollar más inversiones de capital en el país”.
El litio, uno de los insumos más demandados por la industria de baterías eléctricas, atraviesa un ciclo de precios bajos por el exceso de oferta generado principalmente por China. Según Bories, ese contexto no altera la estrategia de largo plazo de Eramet, aunque sí exige mayor competitividad y seguridad jurídica para sostener inversiones que “toman diez años en madurar”.
La presidenta del grupo francés señaló que la Argentina tiene una ventaja geológica y ambiental frente a otros países del triángulo del litio: “En Chile, los procesos de concesión son muy lentos y complejos porque calificaron al litio hace 50 años como un recurso nacional y tiene requisitos muy específicos de trabajar con las empresas estatales. Bolivia tiene desventajas ligadas especialmente a su sistema político, lo cual hace que sea muy difícil imaginar una inversión”.
Si bien Bories volvió a aclarar que la Argentina tiene una ventaja competitiva, insistió en que el país debe reforzar su marco de estabilidad legal y fiscal y, al mismo tiempo, invertir en infraestructura energética, rutas, ferrocarriles y puertos para sostener el crecimiento minero. “Estos proyectos se ubican en zonas muy remotas; sin infraestructura no se puede expandir la industria extractiva”, advirtió.
La ejecutiva destacó además el papel que la Argentina puede jugar en la construcción de una cadena de valor “soberana” de baterías para el bloque occidental. “La Argentina, que ahora está más cerca de Europa y de los Estados Unidos, puede alimentar las cadenas de valor soberanas de materias primas críticas”, señaló, en referencia al interés europeo por reducir la dependencia de China.
Durante su participación en el foro, Bories también había subrayado que el mundo atraviesa un proceso de fragmentación geopolítica que reconfigura las alianzas económicas. En ese contexto, consideró que el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur “es bienvenido”, ya que puede fortalecer el papel del país como proveedor estratégico de minerales esenciales para la transición energética global.
Aun con las dificultades actuales, Eramet planea continuar expandiéndose en la Argentina. La compañía ya identificó recursos por más de 15 millones de toneladas de litio en su yacimiento y estudia nuevas áreas de exploración.
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