Seis datos de la herencia económica que anticipan cambios en el dólar

Seis datos de la herencia económica que anticipan cambios en el dólar

El Banco Central perdió reservas internacionales por US$ 17.672 millones entre enero y fines de septiembre.

Ese es uno de los 6 indicadores concretos de la difícil herencia económica que recibirá el próximo gobierno y que anticipa la llegada de nuevas medidas.

Otro de los indicadores más relevantes de la decadencia argentina es que la economía no crece en los últimos 12 años, por lo que el Producto Bruto Interno es 17% inferior al de fines de 2011.

Esos indicadores son solo dos de los datos que desvanecen el intento de parte de la política de resaltar un pasado reciente próspero. El estancamiento pasa a ser el denominador común.

Repasando la herencia que dejará el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, se puede inferir que, cualquiera de los dos candidatos que ganen en la segunda vuelta electoral del 19 de noviembre, tendrá que tomar decisiones importantes en materia cambiaria que serían muy distintas según resulte Sergio Massa o Javier Milei.

Los seis datos rojos en el frente externo que le dejará el gobierno actual al que asuma el 10 de diciembre forman parte de un informe de la consultora Empiria sobre los riesgos de la herencia. Y son los siguientes:

1) Reservas netas del Banco Central: negativas en US$ 11.500 millones.

2) Deuda pública: US$ 415.000 millones.

3) Deuda comercial: US$ 48.000 millones.

4) Futuros vendidos: US$ 23.000 millones.

5) Tipo de cambio real: atrasado un 30%.

6) Brecha cambiaria: 160%.

Esos seis datos le ponen un límite preciso a la táctica del ministro Massa de buscar caminos transitorios con devaluaciones sectoriales (dólares soja o el 70/30 para llegar a un dólar exportador de $ 500) para esperar hasta que lleguen las divisas del campo en el primer trimestre de 2024.

La estrategia de mantener el dólar mayorista en $ 350 hasta después de las elecciones con brecha cambiaria amplísima no le estaría dando resultado ni para ganar reservas en el Banco Central ni como dique efectivo para contener una inflación desbocada.

El ex ministro Domingo Cavallo fue terminante en uno de sus últimos posteos: si continúan las políticas actuales, "la economía marcha hacia una tasa de inflación del 300% anual".

Para Cavallo después de la elección del 19 de noviembre "es muy probable que el gobierno decida ajustar el tipo de cambio oficial" para llevarlo a "alrededor de los $ 500".

El exministro cree que el "el salto devaluatorio será de 43%" que regirá para las importaciones (para las exportaciones ya está), que el dólar oficial de fin de año será de $ 595 y que eso disparará la inflación al 12% mensual para noviembre y diciembre.

Provocar otra devaluación (la anterior fue el 14 de agosto de 20%) sin un plan fiscal que contenga el déficit y la emisión monetaria podría desembocar en ese temido salto de la inflación al 300% anual.

La idea de que después de la elección habrá una devaluación cobra cuerpo en un mercado financiero para el que no es lo mismo que gane Massa que Milei.

En el caso de los pesos, Milei dijo que son "menos que excremento" y Massa que los defenderá aunque, con el plan "Platita" y una emisión enorme, logró el resultado opuesto.

En el caso de los dólares, Milei insistió en la semana en que su plan es la dolarización y Massa mantiene la indefinición de no presentar un plan, aunque desde su entorno dicen que, después de devaluar y conseguir algunas divisas, se inclinaría por un desdoblamiento cambiario.

Los dos candidatos esperan para 2024 una recuperación de las exportaciones del campo ante las mejores condiciones climáticas y un mejor balance del comercio exterior energético, pero el puente hasta enero está plagado de dudas.

Aun suponiendo que los pronósticos de Domingo Cavallo se cumplan, la dinámica posterior al 19 de noviembre no será la misma si gana Massa o si gana Milei. El ministro intentaría serenar, el libertario no.

Arrancan dos semanas para encarar prudencia extrema en materia financiera y con dos datos para analizar del pasado cercano: en la primera vuelta los que compraron dólares a más de $ 1.000 perdieron frente a los que dejaron sus pesos en plazo fijo. Pero la evidencia de una herencia sumamente delicada en materia cambiaria exige pensar varias veces.

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