Axel Kicillof decidió correr al presidente de Lotería y Casinos, Omar Galdurralde, alfil de Martín Insaurralde en el manejo del juego oficial en la Provincia, y perfila un gabinete con más autonomía de los intendentes del Conurbano.
El reemplazante para administrar este organismo es Gonzalo Atanasof, dirigente del peronismo platense, cercano a Julio Alak, el ex ministro de Justicia bonaerense, quien el 10 de diciembre asumió como alcalde de la capital provincial.
De a poco, con alguna insinuación de audacia, el gobernador intenta una reconfiguración del poder interno en Unión por la Patria. En un tablero compartido con el diputado nacional Máximo Kirchner, presidente del PJ, los resabios del pool de jefes comunales que intermedió Insaurralde, y el arbitrio de Cristina Kirchner, activa en el espacio partidario Instituto Patria.
Lotería representa un área sensible. Una “caja”, que en términos eufemísticos representa un fondeadero de plata, parte de la cual se distrae para la política y, eventualmente, para el enriquecimiento personal. Por esa presunción gravosa, de manejo de dineros públicos, Insaurralde es investigado por la Justicia.
Ese expediente se abrió con la difusión de un viaje costoso que realizó a Marbella, en compañía de una modelo, y qué, por la misma cuerda en la causa, terminó involucrando a su ex esposa, Jésica Cirio.
El caso tramita en Tribunales con ritmo acompasado. En política, los tiempos son menos melódicos. Kicillof tomó cuenta de la oportunidad y ya publicó el nombre de Atanasof en el Boletín Oficial. Será el responsable de controlar 45 bingos, 12 casinos, 4.350 agencias oficiales, y cinco hipódromos bonaerenses. El nuevo funcionario viene de Corredores Viales, en Nación, en el período de Alberto Fernández.
En la doméstica, Atanasof orbita cerca de Alak desde hace algún tiempo. En la gobernación de Daniel Scioli estuvo a cargo del funcionamiento de la autopista Buenos Aires-La Plata. Todavía no decidió si mantiene como director jurídico y legal a Sebastián Silvestre, otro emisario de Insaurralde.
Es un avance pausado sobre algunas estructuras que reportaron a la “intervención” del gabinete, después de la legislativa 2021. Entre ellas, la asunción de Carlos Bianco en el ministerio de Gobierno, en un enroque con Cristina Alvarez Rodríguez, desde la Jefatura de Asesores. Bianco revisa la plantilla de funcionarios que reportaban a Insaurralde en la jefatura de Gabinete. Habrá una nueva Ley de Ministerios.
Como sea, ningún repliegue es claudicación. El ex intendente de Lomas de Zamora conserva poder institucional. Su sucesor en la comuna es Federico Otermín, que deja la presidencia de la Cámara de Diputados. Allí asumió Alejandro Di Chiara, consensuado entre el viajero de Marbella y Máximo Kirchner. Además, mantiene a Pablo Peredo en una vocalía del Tribunal de Cuentas provincial, un cargo vitalicio. Y a la ministra de Ambiente, Daniela Vilar, de Lomas de Zamora y esposa de Otermín.
Sergio Massa también se aseguró juego en el ámbito legislativo. Un mapa complejo, donde se empiezan a acomodar las terminales. Los ministros recién arribados, Gabriel Katopodis (Infraestructura) y Silvina Batakis (Vivienda), sin marca de orillo, todavía, aparecen distantes de las porfías mayores. Uno que sí decidió es Andrés “Cuervo” Larroque, que abandonó La Cámpora de Máximo para componer la primera línea del proyecto político de Kicillof.
Otros aseguran la modestia de sus confines. Galdurralde volvió a Lanús como concejal hasta 2027, a la espera de la ruleta de la suerte y en la comodidad de un buen pasar.