El primer ministro británico habló sobre la soberanía de Malvinas: “Es algo personal para mí”


LONDRES.- Keir Starmer, líder del Partido Laborista de Gran Bretaña, dijo este miércoles que tanto las islas Malvinas como Gibraltar seguirán siendo británicas, luego de que la semana pasada el gobierno laborista decidiera transferir la soberanía de las Islas Chagos a Mauricio.

Starmer dijo en el Parlamento británico que las Malvinas y Gibraltar “son británicas y seguirán siendo británicas”, según la BBC. Además, expresó que este tema es “personal” para él, ya que su tío casi perdió la vida cuando su barco fue “torpedeado” durante la guerra de Malvinas contra la Argentina en 1982.

En el pasado, Starmer reveló que su tío sirvió en el HMS Antelope durante el conflicto desatado durante los gobiernos de Leopoldo Galtieri y Margaret Thatcher.

En la sesión, el líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, le preguntó a Starmer si se podría renegociar el acuerdo comercial con la Unión Europea, para que los pescadores de las Malvinas pudieran vender sus capturas en Europa sin tener que enfrentar altos aranceles. En respuesta, Starmer aseguró que la soberanía británica sobre las Malvinas y Gibraltar no estaría en discusión.

Este acuerdo comercial, establecido tras el Brexit, regula el comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea, incluyendo las tarifas y cuotas para productos específicos como el pescado.

El primer ministro respondió: “Por supuesto, haremos todo lo posible para facilitar el comercio de todas las empresas y así poder hacer crecer nuestra economía”. Pero añadió: “He sido muy claro sobre las Malvinas, es algo personal para mí”.

Según contó Starmer, la fragata de su tío fue alcanzada por dos bombas lanzadas desde aviones de combate argentinos y se hundió en el Atlántico Sur. Aunque su familiar logró sobrevivir, dos militares británicos murieron.

En junio, recordó “la terrible espera cuando su barco fue bombardeado”. “El miedo de mi madre mientras se sentaba junto a la radio todos los días, escuchando noticias, y luego el alivio, una larga semana después, cuando supimos que había sobrevivido”, dijo.

La guerra de Malvinas, que se extendió por diez semanas, comenzó cuando el militar argentino, Leopoldo Galtieri, ordenó a sus fuerzas ocupar las islas. En respuesta, el gobierno de Margaret Thatcher desplegó una fuerza naval para recuperarlas. Las fuerzas argentinas se rindieron, pero la Argentina todavía reclama la soberanía de las Malvinas, que se encuentran a unos 480 kilómetros al este del extremo sur de la costa argentina continental.

El exprimer ministro de Gran Bretaña,David Cameron, en las Islas Malvinas.

El martes, el Secretario de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, David Lammy, enfrentó protestas en el Parlamento cuando dijo que “la situación de las Islas Malvinas y Gibraltar no es negociable” y que el compromiso del país con las Malvinas es “inquebrantable” más allá del acuerdo sobre Chagos.

El acuerdo sobre Chagos, anunciado la semana pasada, significa que Gran Bretaña devolverá la administración del archipiélago a Mauricio para 2025. Sin embargo, mantendrá la base militar en Diego García, que es la mayor de las islas y donde opera una instalación conjunta con Estados Unidos. A cambio, el acuerdo garantiza que la presencia militar continuará, asegurando un enclave estratégico en el océano Índico.

La medida desató fuertes críticas por parte de los conservadores, pero también generó apoyo de otros sectores. Un columnista del diario británico The Guardian, Simon Jenkins, cuestionó el control británico sobre las Islas Malvinas, a raíz de la noticia.

Jenkins argumentó en una columna titulada “Gran Bretaña debe abandonar sus delirios de imperio: renunciar a las islas Chagos es un buen comienzo” que este paso debería extenderse a otros territorios de ultramar “problemáticos” como Gibraltar y Malvinas, en un llamado a revisar la postura del Gran Bretaña sobre estos territorios.

El gobierno británico desea que el tratado se firme y ratifique en 2025, describiéndolo como un “momento histórico” que “salvó” la base militar conjunta entre Gran Bretaña y Estados Unidos en Diego García, la mayor de las Islas Chagos.

Imagen aérea proporcionada por la Armada de Estados Unidos que muestra la base militar Diego García. (Armada de EEUU vía AP)US Navy

Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores en la sombra, Andrew Mitchell -quien representa a la oposición y se encarga de supervisar las políticas exteriores del gobierno- afirmó que ni Lord Cameron ni James Cleverly, los predecesores conservadores de Lammy, habrían aceptado el acuerdo, pese a 11 rondas de negociaciones con la Oficina de Relaciones Exteriores desde 2022.

Mitchell pidió al gobierno que asegurara a los habitantes de Gibraltar y de las Malvinas que esta “decisión equivocada” no afectará su soberanía. En respuesta al acuerdo de Chagos, la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino, prometió “acciones concretas” para que la soberanía sobre Malvinas fuera entregada a Buenos Aires.

Agencias AFP y con información de la BBC

LA NACION

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