Barracas Central, con guapeza, encontró el empate en la última jugada y dejó a Estudiantes con las manos semivacías

Cambió el tiempo y también cambió el partido que jugaron Barracas Central y Estudiantes en la cancha de Deportivo Riestra. El juego comenzó bajo un aguacero importante y terminó con un sol pleno, que terminó secando la cancha y le dio lugar a los goles. Parecía que con el grito del colombiano Alexis Manyoma el Pincha se llevaba el triunfo, pero en la última de la tarde el Guapo consiguió el empate en los pies de Nicolás Demartini.

Acaso por lo rápida que estaba la cancha y la mayor cantidad de yerros, el encuentro tuvo más situaciones en la primera parte que en la segunda. Cada uno tuvo su chance, de cabeza, pero ambas terminaron del mismo modo: el travesaño devolvió el testazo de Dardo Miloc primero y después el de Santiago Ascacibar.

Así las cosas, Estudiantes ejecutaba mejor su papel. Tenía la pelota y buscaba el espacio, una tarea difícil para una línea de cinco que le presentó Ruben Darío Insua, de la que se desacoplaban en ataque los dos que jugaron por las bandas: Lucas Brochero por la derecha y Rodrigo Insua por la izquierda.

Con un mediocampo poblado de buen pie, Estudiantes tenía el control del juego. Las veces que perdió ese sector de la cancha, propiciaron los contragolpes de Barracas que llegó poco, pero avisaba de esa forma que no era un equipo dócil.

En la segunda parte, el Pincha siguió mostrándose como dueño de la pelota, aunque sin llegar al arco. Para explicarlo en modo Colapinto, como si no hubiesen cambiado los neumáticos de lluvia para la pista seca. Tardó en recobrar el protagonismo, pero lo confirmó con un gol.

El desnivel llegó con una gran definición de Manyoma que picó al vació para romper la última línea de Barracas y dominó en el área la pelota que llegó desde el medio: el colombiano usó el cuerpo para confundir a su última marca y definió ante la salida del arquero.

Sin haber desplegado un juego superlativo, Estudiantes entendió que lo mejor que podía hacer era cerrar sus líneas y dejar que Barracas le diera los espacios para liquidarlo de contragolpe. Pero al partido le quedaban 15 minutos más el descuento.

Estudiantes le entregó la iniciativa a Barracas que salió a buscar el empate con la convicción que no había tenido para intentar la diferencia inicial. Y creció en el juego y en las intenciones y no bajó los brazos. En el último minuto de los cinco adicionales, se consiguió la igualdad y un punto que le dejó a Estudiantes la sensación de derrota.

El tanto fue de Demartini cuando a excepción del arquero, Rafael Ferrario, el resto de los jugadores estaba en el área de Estudiantes. Tras una montonera de piernas e intentos de rechazo infructuosos, el ex defensor de Temperley conectó la pelota que no logró tomar Matías Mansilla y la desvió con el pie para empatar.

Con gusto a poco para Estudiantes, porque se pensó ganador en el último tramo, se llevó un punto a La Plata que le impidió quedarse transitoriamente como escolta de Vélez. Con apenas el sabor de no haber perdido, la unidad cosechada en la cancha de Riestra no le sirve al Guapo para salir del último lugar de las posiciones.

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