un simple ataúd de madera para simplificar las exequias y el fin de las ceremonias fastuosas
El Vaticano presentó el miércoles el nuevo ritual de las exequias papales, una reforma impulsada por Francisco para dar mayor simplicidad y que entre otros aspectos reemplaza el triple ataúd –ciprés, plomo y roble– por uno simple en madera.
Entre las novedades se encuentran la constatación de la muerte ya no en la habitación del difunto, sino en su capilla privada.
El cuerpo del papa será expuesto a los fieles en la basílica de San Pedro dentro del ataúd abierto, y no más colocado sobre una plataforma elevada.
Aprobado a finales de abril por el jesuita argentino, el “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, un libro grueso con portada roja, reemplaza la edición anterior, que databa de 2000 y que fue utilizada en las exequias de Juan Pablo II en 2005.
Este nuevo rito “subraya que las exequias del pontífice romano son las de un pastor y discípulo de Cristo, y no las de un hombre poderoso de este mundo”, explicó a los medios del Vaticano Monseñor Diego Ravelli, maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias.
A finales de 2023, en una entrevista con la televisión mexicana N+, el papa Francisco reveló que deseaba ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor, en el centro de Roma, en lugar de en la cripta de la basílica de San Pedro, lo que sería una novedad desde hace más de un siglo.
“El lugar ya está preparado“, afirmó, diciendo sentir “un gran vínculo” con esta iglesia, donde acostumbra a ir a rezar antes y después de cada uno de sus viajes ante una iconografía de la Virgen.
A pesar de los problemas de salud que lo han obligado a desplazarse en silla de ruedas en los últimos años, Jorge Bergoglio, que cumplirá 88 años el 17 de diciembre, continúa viajando.
En septiembre realizó un periplo de 12 días a Asia y Oceanía, el más largo de su pontificado.
Desde su elección como cabeza de la Iglesia católica en 2013, Francisco busca desprenderse de los rituales fastuosos en favor de una mayor simplicidad y cercanía con los fieles, prefiriendo un pequeño departamento en una residencia en lugar de los lujos del palacio apostólico.
Aunque los papas a menudo modifican las reglas que regulan el cónclave que elegirá a su sucesor, una revisión de los ritos funerarios papales se hizo necesaria después de que el Papa Emérito Benedicto XVI falleciera el 31 de diciembre de 2022.
El Vaticano tuvo que organizar un funeral para el primer papa retirado en 600 años, y unos meses después Francisco reveló que estaba trabajando con el maestro de ceremonias litúrgicas del Vaticano, Monseñor Diego Ravelli, para reformar los ritos funerarios papales y simplificarlos.
Además, siguiendo el modelo de los funerales de obispos, durante las ceremonias religiosas se usarán títulos más sencillos, como “papa”, “obispo de Roma” y “Pastor” eliminando, por ejemplo, “Romano Pontífice”.
Aunque se mantiene la figura del camarlengo, la persona que se ocupa de varias cuestiones en ausencia del papa, se ha eliminado la llamada “Cámara Apostólica”, un colegio de eclesiásticos que asiste al cardenal camarlengo durante la gestión de la Sede Vacante
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