River mostró su peor cara y se despidió del título en Mendoza: perdió con Independiente Rivadavia y hubo escándalo con Villa

Ese desborde de Villa es un puñal en el corazón de River. En la última jugada del partido, el colombiano volvió a amagar y a desbordar a Gattoni como toda la noche en el Malvinas Argentinas y el centro dejó a Ham solo para estampar el triunfo de Independiente Rivadavia y el fin de la ilusión del Millonario, que se despidió del campeonato.

Ese gol también generó un escándalo, iniciado por la provocación de Villa, siempre desubicado, y la reacción de los futbolistas de River que persiguieron al colombiano hasta el túnel y ambos cuerpos técnicos tuvieron que meterse para separar a los jugadores de uno y otro equipo.

Así, con esa lamentable escena culminó la noche en el Malvinas Argentinas, donde River perdió mucho más que un partido, ante uno de los colistas de la Liga Profesional. Y mal que le pese, mostró que no estuvo a la altura de pelear el campeonato. No solo por el resultado, sino por la floja presentación. El equipo de Marcelo Gallardo retrocedió varios casilleros en el juego y expuso su peor cara.

Ya la noche arrancó mal de entrada para el conjunto de Núñez. Con un pase profundo de Tonetto a Villa, quien picó habilitado entre los marcadores centrales de River y una muy buena definición del ex Boca ante la endeble oposición en defensa de Gattoni, Independiente Rivadavia se puso rápidamente en ventaja. Fue en la primera acción en la que se buscó al colombiano, que con su velocidad complicó a la defensa rival.

Estaba cantado que el equipo mendocino buscaría exprimir el velocímetro de Villa. Sin embargo, River arrancó dormido. No solo por la desinteligencia de los marcadores centrales para marcar al delantero, sino también por la nula presión al autor del pase, que tuvo tiempo y libertad para moverse, pensar y ejecutar.

Y esa fue una constante en el partido: a River le costó presionar y recuperar en la zona de gestación de Independiente Rivadavia. Esta vez el mediocampo no fue consistente, ni desde el juego ni en la marca. Apenas aportó algunos buenos movimientos Echeverri, quien también probó bastante al arco.

Uno de esos disparos, justamente, derivó en el penal que convirtió Colidio para empatar el partido. River no había hecho méritos para empatarlo más allá de la voluntad de Echeverri y los buenos movimientos de Colidio en ataque. Aun teniendo la pelota, al equipo de Gallardo le costaba profundizar. A su vez, volvió a mostrar falencias defensivas, con una línea de cuatro inédita -y endeble-, sin tres titulares. Y un dato: a River le patearon 25 veces al arco. Si no hubiese sido por Armani, la derrota hubiera sido más abultada.

Independiente Rivadavia, consciente de sus limitaciones, trató de hacer el mejor plan posible: se agrupó bien, tuvo a sus líneas compactas y cuando tuvo la pelota buscó a Villa. Casi repite en los primeros minutos del segundo tiempo pero el colombiano eligió patear cuando tenía a Ramis solo por el medio. Y antes de esa acción, Armani se lució con dos atajadas luego de una pérdida de Villagra. El volante central no podía con Sequeira, que con el correr de los minutos tuvo más influencia en su equipo. A a los pocos minutos, el arquero tuvo otras grandes atajadas a Tonetto y a Gómez y antes del gol, a Ríos.

Gallardo metió mano en el equipo y River reaccionó tarde. Pero contó con chances sobre el final para ganarlo. Hubiese sido injusto. Porque River no jugó bien y demostró no estar en condiciones de pelear por el campeonato, al que le dio adiós. Y se fue de Mendoza dejando una pálida imagen.

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