Ayer, la red social X se convirtió en una especie de foro abierto sobre comercio exterior a raíz de un intercambio entre el secretario de Industria y Comercio, Pablo Lavigne, y Tomás Bril Mascarenhas, director del área de Política Productiva del think tank Fundar, al que luego se sumaron más economistas y exfuncionarios.
Todo comenzó cuando Lavigne retuiteó un hilo de Bril Mascarenhas que, entre otras cosas, dice que “desde los ministerios de CABA arman genialidades de apertura comercial para potenciar las importaciones y no tienen una idea de cómo orientar al país para que exporte más”, y empezó a citar todas las medidas que se tomaron para impulsar las ventas al exterior.
“Tomás: a los exportadores de servicios basados en el conocimiento les eliminamos la brecha, les ampliamos el límite para que mantengan dólares afuera y les liberamos el acceso a tecnología. A los de carne les bajamos retenciones, les quitamos la prohibición y límites de exportaciones y simplificamos los trámites en Aduana. A la metalmecánica de exportación le mejoramos las importaciones temporales, quitamos los reglamentos técnicos (RR.TT.) de acero y lanzamos repostock (muy pedido por el sector). Solo por nombrar algunas. Tal vez esto les sirve más a varios de los sectores que mencionás que que un iluminado les vaya a enseñar a exportar”, respondió el funcionario, y encendió la polémica.
“¿Saben cuál es la mejor política exportadora? Tener un tipo de cambio real de equilibrio. Sobre eso baja impuestos y mucho Sturze [por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger]. Todo lo que haga que sigamos siendo la economía más cerrada del mundo resta. Y toda política del estilo de ‘le cobramos un impuesto a la venta de harina de tapioca para darle crédito subsidiado al sector X’ es cáncer”, dijo Federico Moll, director de la consultora Ecolatina, criticando la propuesta de Fundar.
Por otro lado, varios economistas mencionaron el teorema de la simetría de Lerner, que afirma que un arancel a la importación tiene el mismo efecto que un impuesto a la exportación. “Más importaciones es más exportaciones. Simetría de Lerner”, dijo Iván Carrino.
“En la Argentina algunos siguen con que hay que aumentar las exportaciones. Para mí, mito y encanto injustificado. Hay que reducir distorsiones, incluyendo las del comercio, sí. Si producís y le vendés a un brasileño en vez de a un argentino, no le estás haciendo un favorcito a nadie. Si nos abrimos al comercio y bajamos aranceles, aumentarán las exportaciones. Cuánto, mucho o poco, no se sabe”, agregó Ivan Werning, economista argentino investigador en el MIT, que fue retuiteado por Lavigne.
Por su parte, Juan Carlos Hallak, investigador y exsubsecretario de Inserción Internacional, intentó conciliar las posiciones. “Es indudable que las exportaciones no pueden crecer con las importaciones trabadas, y particularmente con el acceso a insumos importados manejado en forma imprevisible y corrupta. Dicho esto, también es verdad que eso no alcanza ni de cerca para que las exportaciones crezcan en forma sostenida. Existe la ilusión de que una vez que se le saca el pie de encima al sector privado, las exportaciones vuelan. Pero eso no así. Solo hay que abrir los ojos”, afirmó, e hizo referencia a su paso por la función pública.
“En el gobierno de Macri, del que fui parte, también estaba esa idea, esa ilusión. Se removieron barreras comerciales y de otro tipo, se desreguló por todos lados. Pero las exportaciones no volaron, menos las de no commodities”, continuó.
Por último, opinó que el país tiene que ir hacia una economía más abierta, pero apuntó que hay un tema de timing en cómo se recorre ese camino. “No podemos apelar al teorema de Lerner cuando su mecanismo central (el ajuste del tipo de cambio real) no opera porque tenemos cepo y privilegiamos la lucha contra la inflación. Tampoco podemos desconocer que nuestro tipo de cambio está apreciado, a punto de ser el más bajo desde la explosión de la convertibilidad, con riesgo de que el flujo de capitales se dé vuelta en algún momento. En ese contexto, se planea bajar la protección (lo que queda del impuesto PAIS) un 7,5% en pocas semanas. Eso es un montón, no es joda”, concluyó. El debate está abierto.
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