cómo fue el día en el que Javier Milei corrió a Villarruel de todas las decisiones ejecutivas antes de asumir la Presidencia
No parece casual el posteo de Victoria Villarruel del martes de la semana pasada, 36 horas antes de que Javier Milei dinamitara su relación con la vicepresidenta en una explosiva declaración televisiva. “Hoy quiero agradecer al presidente por haberme elegido como su compañera de fórmula y a los argentinos por decidir terminar con el oprobio del kirchnerismo”, tuiteó Villarruel a un año del balotaje en el que fue electa la fórmula de La Libertad Avanza.
Quienes han tenido un diálogo frecuente con Villarruel creen que anticipó la jugada que se venía de Milei, que poco después la identificó como parte de la casta y declaró que no tiene ninguna participación en la toma de decisiones del Gobierno. Fue el quiebre definitivo de una relación que comenzó hace casi cuatro años, cuando se empezó a planificar la campaña libertaria de 2021, y que se prevé seguirá llena de espinas.
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Milei vs Villaruel. El Presidente ninguneó a la vice ¿qué pasa? ¿puede afectar al Gobierno?
Pero, ¿cómo se gestó el vínculo entre Milei y Villarruel y en qué momento se empezó a desgastar? Para explicar la relación habría que ir al momento del quiebre de la misma, que fue mucho tiempo atrás, incluso antes de que Milei asuma la Presidencia y Villarruel la conducción del Senado. En los primeros días de diciembre, a poco del domingo 10 en que el economista llegó a Casa Rosada, su mesa chica tachó por completo a la vicepresidenta.
El día que el mileísmo canceló a Villarruel
“Victoria es como la mancha venenosa, nadie quiere tocarla ni que los toque”, fue la forma de graficar el incipiente conflicto que eligió una fuente que trabajaba en el armado del nuevo gobierno, declaración off the record que en ese momento replicó Clarín. La orden, ya desde ese momento, era evitar a Villarruel todo lo que se pudiera, en buena parte para no quedar pegado a su discurso duro, que reivindicaba la “memoria completa” en torno a lo sucedido en la dictadura militar. Los tiempos, y los conflictos en sí, cambiaron, pero el vínculo se tensó aún más.
Esa decisión de marginarla fue avalada por Milei, pero ideada en la mesa chica que ya empezaban a formar su hermana Karina y el entonces asesor Santiago Caputo. La relación entre Milei y Villarruel no era mala de por sí, al punto que en los dos años que compartieron la Cámara de Diputados dieron muestras de afecto mutuas. Pero había caído mal que en las últimas semanas de la campaña, la entonces candidata a Vice empezó a jugar de manera individual y se adjudicó tempranamente áreas que luego perdió o, según su óptica, le quitaron.
El compromiso de Milei hacia Villarruel era darle, además del control del Senado, el manejo de los ministerios de Seguridad y Defensa, que finalmente pasó a manos de la fórmula opositora de Juntos por el Cambio: Patricia Bullrich y Luis Petri. Atrás quedaban testimonios de dirigentes cercanos a la ahora Vice, que planteaban con lógica de campaña que “Villarruel es la segunda personalidad más importante de La Libertad Avanza, después de Milei, la más conocida, un poco más en el último tiempo que Ramiro Marra”.
Curiosamente, o no, ambos quedaron corridos de toda decisión ejecutiva a partir de la asunción presidencial. El caso de Villarruel fue diferente porque es la cabeza de uno de los poderes del Estado. Marra sí fue invisibilizado casi por completo.
“Javier lo quiso decir y lo dijo, es evidente que está caliente con Victoria y que no hay vuelta atrás”, comenta un dirigente libertario que conoce de cerca a los dos. Cerca de Milei recuerdan que fue él mismo quien decidió que fuera su compañera de fórmula, cuando muchas voces de su entorno no se lo recomendaban. También fue quien la contactó a principios de 2021, cuando iniciaban la primera campaña juntos,que los terminaría depositando a ambos como diputados nacionales por la ciudad de Buenos Aires. Con el tiempo, esas elecciones del entonces candidato fue valorada, porque Villarruel se lució siempre en los debates electorales de los que participó, para muchos por encima de lo que logró hacerlo el propio Milei.
Los intentos por recuperar un vínculo roto
Los dichos de Milei generaron un terremoto interno que cruzó por completo las quince cuadras que separan la Casa Rosada del Congreso, donde trabaja diariamente Villarruel. Todos los voceros que se expresaron sobre el tema le bajaron el tono, buscando evitar que el conflicto escale y opaque la primavera económica que está disfrutando el Gobierno en este noviembre.
“Sorprendió, no entendemos por qué dijo eso”, reconoció un dirigente cercano a la vice que el miércoles debatió hasta bien tarde con sus colaboradores sobre el formato de la respuesta. En Balcarce 50, mientras tanto, el vocero presidencial Manuel Adorni optó por no redoblar la apuesta y hasta intentó poner paños fríos.
Sostuvo que “no es ninguna rareza” que la vice no participe de las reuniones de ministros y responsabilizó a los periodistas porque “le dan un valor mayor que lo que tuvo” lo que dijo Milei. “Simplemente hizo una descripción y bueno, y nada más. No hay mucho más para decir porque tampoco dijo mucho el Presidente, simplemente que no participa de Gabinete”, minimizó, al tiempo que negó rotundamente que evalúen pedirle la renuncia a Villarruel.
Con el mismo ánimo conciliador, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ofreció una curiosa explicación sobre los dichos de Milei. “Lo que planteó fue que su tarea principal es en el Senado donde lidera la Cámara y conversa. Y cuando dice que está más cerca de la casta se refiere a que trabaja fundamentalmente con los distintos bloques de senadores”, expresó el funcionario.
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