Pep Guardiola apareció lleno de arañazos en plena crisis del Manchester City y dio una extraña explicación: “Quise hacerme daño”
“Pep, disculpa, pero tienes un corte en la nariz”, le consultó, con vergüenza, un periodista inglés en la última pregunta de la conferencia. El español no se sorprendió y con total soltura respondió: “Fue con mi dedo, con mi uña. Quiero lastimarme a mí mismo”. Enseguida, Guardiola saludó y abandonó el lugar.
El catalán, de 53 años, afirmó que el empate ante el Feyenoord se puede considerar como una derrota y que su equipo no puede regalar tanto a este nivel. “El partido estaba bien, con 3-0, jugábamos bien, después concedemos muchos goles porque en estos momentos no somos estables. Regalamos el primero y los demás y por eso es difícil”, aseguró.
“Hemos perdido muchos partidos últimamente, somos frágiles, necesitamos una victoria, el partido era bueno para nuestra confianza, jugando a un gran nivel, pero algo pasa y estamos en problemas. No sé si es un problema mental. El primer gol no puede pasar, el segundo tampoco. Después de eso no sabemos qué pasa, estamos desesperados por ganar, por hacerlo bien, pero no”, completó.
“Hay muchas cosas bien, pero de dónde venimos, pero con el 3-3 no se puede decir más. A este nivel no se puede regalar tanto. En otro ambiente no pasaría, pero ahora sí pasaría”, agregó el técnico español.
El City visitará este domingo el estadio de Anfield, con una desventaja de ocho puntos respecto del líder Liverpool en la Premier League y una racha de cinco derrotas y un empate.
Guardiola sufrió una remontada de tres goles o más por primera vez en su carrera
Por primera vez en su carrera como entrenador, Guardiola desperdició una ventaja de tres o más goles. Ha dirigido 900 partidos en la élite.
Lo que sí le ha pasado, en diez ocasiones ahora, es que marcó tres goles en un partido y no ganó. Ocurrió en dos veces con el Barcelona (un empate y una derrota), una en los tres años que estuvo en el Bayern Munich (un empate) y en siete oportunidades con el Manchester City, con seis empates y una derrota.
Para el fútbol inglés, es la tercera vez que un equipo cede una ventaja de tres goles en la Champions, tras el Arsenal contra el Anderlecht en 2014 y el Liverpool en 2017 contra el Sevilla.
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