Francia no detendrá a Netanyahu a pesar de la orden de arresto de la Corte Penal Internacional


A pesar del mandado de la Corte Penal Internacional de La Haya (CPI) bajo acusaciones de “crímenes de guerra” y “hambruna” de los civiles en la guerra de Gaza, el gobierno francés no detendrá al primer ministro Benjamin Netanyahu ni a su ex ministro de defensa, Yoav Gollant. Es el precio a pagar para participar como garantes del alto al fuego en el Líbano, firmado en la noche del martes entre Israel y Hezbollah, y una exigencia del gobierno israelí para que Francia fuera aceptada.

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Michel Barrot, anunció este miércoles, que el primer ministro israelí se beneficiaría en Francia de las “inmunidades de los Estados que no son partes en la CPI”, como es el caso de Israel.

Netanyahu puede aterrizar en Francia

El jefe de la diplomacia francesa, Jean-Noël Barrot, planteó los miércoles posibles “cuestiones de inmunidad”.

“Francia está muy comprometida con la justicia internacional y con garantizar que la CPI pueda funcionar con total independencia”, declaró el ministro en FranceinfoTV. “Aplicará el derecho internacional, que se basa en sus obligaciones de cooperar con la CPI, en relación con su adhesión al Tratado de Roma”, precisó. Un texto que “prevé y trata cuestiones de inmunidad de ciertos líderes”. ” En última instancia, corresponde a la autoridad judicial decidir”, añadió.

Un artículo del Estatuto de Roma que establece que la CPI aborda la cuestión de la inmunidad de los líderes de países que no reconocen la corte, pero sigue abierto a varias interpretaciones.

La realidad es que Benjamin Netanyahu puede aterrizar sin mayores riesgos en Francia, visitar su residencia diplomática en la Avenue Foch o pasear por los Campos Elíseos, a pesar de su pedido de captura internacional. Él se comunicó con Macron para quejarse y el presidente francés le dijo que era una cuestión de los jueces.

Una decisión que viola las palabras del canciller europeo, Joseph Borrell, que anunció que los 27 países europeos debían someterse a la decisión del CPI.

Una telenovela diplomática y de poder

Fue el epílogo de una telenovela, que en la noche del martes demoró el anuncio del alto al fuego por parte del presidente Joe Biden, con el apoyo en una declaración conjunta de Emmanuel Macron. Israel se negaba a que Francia participara si no le garantizaban que Netanyahu no sería detenido en el país. Líbano no iba a firmar con Israel si Francia no garantizaba el acuerdo.

Después del anuncio del presidente Biden de alto al fuego y a las 11 de la noche, hora francesa, Macron decidió expresarse vía las redes sociales, con un video. Una ambigüedad a mitad de camino, apoyada en un documento conjunto entre Estados Unidos y Francia.

“Saludó el acuerdo de alto al fuego acordado entre Israel y el Líbano. Constituye la concreción de esfuerzos emprendidos después de largos meses entre las autoridades israelíes y libanesas, en directa colaboración con Estados Unidos”, reconoció el presidente francés.

Para el presidente Macron, “la restauración de la soberanía del Líbano pasa por la elección sin demora de un presidente de la República, capaz de unir a los libaneses por la formación también de un gobierno fuerte y representativo y por la adopción de reformas necesarias para la recuperación del país”.

Al mismo tiempo Macron dijo que espera que el alto al fuego “permitirá a los habitantes del norte de Israel “volver a sus casas”.

Qué países no aceptan la CPI

Son 124 países los forman parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. De ellos, 33 son Estados africanos, 19 son Estados de Asia y el Pacífico, 18 son de Europa oriental, 28 de América Latina y el Caribe, y 25 de Europa occidental y otros Estados. Estados Unidos, Israel, China y Rusia no son miembros del CPI.

La Corte Penal Internacional es el más alto tribunal penal del mundo, que enjuicia tanto a jefes militares como a jefes de Estado. Pero varios países poderosos, entre ellos Estados Unidos e Israel, no reconocen su autoridad y se niegan a ser miembros.

El CPI se creó hace más de dos décadas para exigir responsabilidades por crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y genocidio, en virtud del Estatuto de Roma, un tratado de 1998. El jueves emitió órdenes de detención contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el ex ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y Muhammad Deif, jefe militar de Hamas.

Estados Unidos, que ha participado en importantes conflictos desde la creación del tribunal, se ha abstenido de ser miembro, tratando de impedir que el tribunal se utilice para procesar a estadounidenses. Israel presionó al tribunal para que sus lideres políticos no fueran procesados, especialmente en una campaña contra el fiscal escocés Karim Kham, que estuvo en Israel y en los territorios ocupados para recopilar pruebas.

Inmunidad y vergüenza: furia en Francia

La jefa de los ecologistas franceses, Marine Tondelier, calificó de “vergüenza” la “inmunidad” de la que disfruta el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Francia, a pesar de la orden de arresto de la CPI.

“Francia vuelve a cumplir las exigencias de Benjamín Netanyahu, al elegirlo a él en lugar de la justicia internacional”, denunció el miércoles en el X. Justo cuando el Ministerio francés de Asuntos Exteriores acababa de anunciar que el primer ministro israelí se beneficiaría en Francia de las ” inmunidades de los Estados que no son partes de la CPI”, como es el caso de Israel, previsto en el derecho internacional.

“Seguramente fue el ‘acuerdo’ para que Francia fuera citada en el anuncio oficial del alto el fuego en el Líbano, publicado conjuntamente por Francia y Estados Unidos”, añadió Marine Tondelier.

“¿No es más bien ‘impunidad’?”, se preguntó el coordinador de La Francia Insumisa, Manuel Bompard.

El primer ministro israelí disfruta de una “inmunidad” que “debe tenerse en cuenta”, a pesar de la orden de detención dictada contra él por la Corte Penal Internacional, afirmó el miércoles el Quai d’Orsay.

La ambigüedad del premier

En medio de la discusión sobre si se producirá o no un voto de censura al gobierno francés en la Asamblea Nacional, el primer ministro Michel Barnier también eligió la ambigüedad para ver qué hacer si el primer ministro israelí, con pedido de captura, aterriza en Francia.

Sin responder explícitamente a la pregunta, el primer ministro Michel Barnier aseguró que París “aplicará rigurosamente sus obligaciones” respecto a la orden de detención emitida el 21 de noviembre por la Corte Penal Internacional. Pero el líder israelí podría beneficiarse de la “inmunidad”, subrayó el Quai d’Orsay.

Desde este anuncio, Francia, que dice haber “tomado nota”, ha repetido que cumplirá sus obligaciones, según el derecho internacional. Pero sin decir claramente si arrestaría al primer ministro israelí si se cruzara en su territorio. Una postura más vaga que la de otros países, como Italia y el Reino Unido, que inmediatamente anunciaron que respetarían su compromiso ante el alto tribunal internacional.

Interrogado el martes ante la Asamblea Nacional, el primer ministro francés, Michel Barnier, aseguró que París está “muy apegado” a la “independencia” de la CPI.

“No tenemos que comentar esta decisión, ni para apoyar ni para condenar”. Pero “Francia aplicará rigurosamente, como siempre lo ha hecho, las obligaciones que le corresponden en virtud del derecho internacional”, afirmó. Pero, aun así, sin especificar explícitamente si París arrestara al líder israelí si visitara territorio francés.

El G7, del que forma parte Francia, también se refirió sobre el tema el martes. “Reiteramos nuestro compromiso con el derecho internacional humanitario y respetaremos nuestras respectivas obligaciones“, escribieron, refiriéndose el adjetivo “respectivo” al hecho de que, a diferencia de los demás miembros del grupo (por lo tanto, Francia, pero también Canadá, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Japón e Italia), Estados Unidos no reconoce la CPI.

“Hacemos hincapié en que no puede haber equivalencia entre el grupo terrorista Hamas y el Estado de Israel”, declararon también los países del G7.

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