puro esplendor a días de su reinauguración


“Es sublime”. El presidente francés Emmanuel Macron miraba las primeras imágenes del interior de Notre-Dame de París atónito, acompañado por su esposa Brigitte. Las piedras estaban limpias, claras. Las obras de arte volvían a tener esos brillantes colores renacentistas, los vitraux reconstruidos y ese toque moderno para guardar en el relicario la milenaria corona de espinas. Una catedral iluminada con su propia luz y claridad, con su piso en damero negro y blanco. A la devastación del incendio del 15 de abril del 2019 le había sucedido la resurrección.

“Está al mismo tiempo reparada, reinventada y reconstruida”, declaró el presidente de la República, Emmanuel Macron, al entrar en la catedral. Antes de añadir: “Es sublime”.

“El alma de la nación”

Cinco años, siete meses y 13 días después de un incendio de la catedral que estremeció al mundo, las primeras imágenes del interior del edificio de la catedral de Notre Dame fueron reveladas este viernes durante una última visita a la obra de Emmanuel Macron.

Notre Dame mostró su nuevo aspecto al mundo el viernes, con techos altos reconstruidos. Foto: Reuters

Después del incendio, los obreros, los arquitectos, los carpinteros, los arqueólogos, los zingueros, los electricistas, los especialistas en sonido, en seguridad reconstruyeron esta catedral milenaria en tiempo récord. “El alma de nuestro país”, según el jefe de Estado. “La mejor obra de construcción del mundo”.

El presidente de la República descubrió la decoración de Notre-Dame de París, antes de la reapertura de la catedral del próximo 7 de diciembre. Macron recorrió el techo, el trabajo de madera con técnicas del siglo XIII, el altar.

“Lo que me parece notable es que el altar se impone, pero no lo aplasta”, comentó Emmanuel Macron. Cada paso, un descubrimiento mágico. El asombro.

Macron pasó frente a la capilla axial, para admirar el relicario dorado, donde será colocada la Corona de Espinas.

“Es hermoso, es muy impresionante”, declaró el presidente de la República.

Una vista de parte de un bajorrelieve en las afueras de Notre-Dame de París. Foto: APUna vista de parte de un bajorrelieve en las afueras de Notre-Dame de París. Foto: AP

Macron continuó su paseo con una visita a los marcos que la contienen, compuestos por “2.000 piezas de madera, aproximadamente 1.000 robles, que proceden de toda Francia”.

Continuó su visita bajo el marco hacia la aguja, que se cayó en el incendio. El otro gran símbolo de la tragedia. “Ustedes estuvieron ahí y a la altura. Soy yo quien les agradezco infinitamente. Sé que pusieron el corazón, el tiempo, la energía. Lo medí en cada visita y es un orgullo inmenso para todos”, le dijo el presidente a un artesano.

Colores brillantes y claridad

Julien Lebras, director general del grupo Lebras Frères, precisó que el diseño del marco representó 20.000 horas de estudio, 100.000 horas de corte en los talleres y 40.000 horas de instalación del marco.

La procesión se dirigió hacia el recinto del coro, renovado por una treintena de personas. Un restaurador de pinturas les regaló la capilla de Saint-Marcel, que ha recuperado sus colores. Parecen colores del renacimiento italiano.

El baptisterio diseñado por el artista y diseñador francés Guillaume Bardet. Foto: EFeEl baptisterio diseñado por el artista y diseñador francés Guillaume Bardet. Foto: EFe

“Trabajamos con geles tensores activos. Geles que disuelven la suciedad, sin atacar la pintura original”, explicó. “Realmente solo hicimos una pequeña limpieza, donde había pequeños huecos, agregamos color”.

“La originalidad de Viollet-le-Duc es su gama de colores”, añadió.

La pasión de la reconstrucción

Después de polémicas, debates sobre como reconstruirlo, al menos 2.000 especialistas, ingenieros, arquitectos, “compagnons” formados para poder trabajar la madera como en el siglo XIII y rehacer esta catedral, que ha acompañado con sus 1000 años la historia de Francia, la fe de los católicos del mundo y el monumento histórico más importante y visitado del país, lo hicieron en tiempo récord y en un espíritu de unidad poco común.

Un trabajo que se convirtió en una pasión para esos obreros de todas las nacionalidades, de todas las razas y religiones, orgullosos de ser partícipes de esta monumental e histórica reconstrucción. Una misión que se transformó en el club de trabajadores de la salvación de Notre Dame. En una familia indestructible, que perdurará.

Emmanuel Macron y Brigitte MacronMire el relicario de la Corona de Espinas diseñado por el artista francés Sylvain Dubuissone. Foto: EFEEmmanuel Macron y Brigitte MacronMire el relicario de la Corona de Espinas diseñado por el artista francés Sylvain Dubuissone. Foto: EFE

“Ustedes son la metáfora de la nación. Que cada hombre, que cada mujer es necesario. Notre Dame es un desafío hecho realidad” dijo el presidente Macron. “Gracias a todos los que hicieron revivir el bosque” dijo, porque 2000 arboles se utilizaron para reconstruir el techo de la catedral.

La catedral de Notre-Dame de París se reveló al mundo magnifica, resucitada, y esplendida, con su “brillo” recuperado, sus obras de arte reconstruidas, como sus capillas, este viernes 29 de noviembre .

El club de Notre-Dame

Un trabajo infinito de los trabajadores de la piedra, que las hicieron revivir y blanquearon tras el incendio. Los especialistas en vitraux, que le devolvieron la luz como jamás.

Una obra modelo, única en el mundo, donde se crearon lazos de respeto, de amistad, de fraternidad, de compromiso, que va a perdurar al ser parte de un proyecto único. Estaban reconstruyendo la historia.

Allí, en la catedral, estaban todos los que la reconstruyeron, sin distinciones de jerarquía. La excelencia en servicio de un gran proyecto. Y dos homenajes. Al general Jean Louis Georgelin, ex jefe del ejército y a cargo de la obra por orden de Macron, que murió caminando en la montaña de los Pirineos, y a su gran amigo y especialista en andamios, Azzedine Hedna, que murió tres semanas, atrás, sin poder haber visto su trabajo. Azzedine,obrero franco marroquí, musulmán, era el alma de la catedral, querido, admirado por todos. Fue ovacionado. Era el gran amigo del gran jefe, el general Georgelin.

Macron y su esposa Brigitte Macron, alrededor del 'ÄòPoincon', la parte del marco que soporta la flecha. Foto: EFEMacron y su esposa Brigitte Macron, alrededor del ‘ÄòPoincon’, la parte del marco que soporta la flecha. Foto: EFE

“Él (Georgelin) era la cara y la voz del sitio. Creo que se hubiera sentido orgulloso y feliz, usted estuvo a la altura de la memoria del general”, declaró, muy emocionado, el presidente. Después homenajeó a Azzedine, el héroe de esa obra.

“Ustedes demostraron al mundo que nada resiste a la audacia” dijo el presidente Emmanuel Macron, al decir gracias. “Nuestro reconocimiento es inmenso”. ·Esta obra es la metáfora de la nación”, dijo.

“Nunca olviden jamás que ustedes la repararon, que contribuyeron a reconstruirla, que ustedes la amaron y que lo hicieron. Que durante 5 años hicieron la mejor “chantier” del mundo” dijo el presidente, emocionando.

Un proyecto grandioso

Fue a través de un paseo de Emmanuel Macron y Brigitte que se reveló el interior de la catedral restaurada, y parcialmente reconstruida. Un proyecto grandioso, extraordinario, único en el mundo, que formó restauradores medievales para todas las iglesias que los necesiten.

Macron y su esposa Brigitte Macron, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo (CR), durante la visita. Foto: EFEMacron y su esposa Brigitte Macron, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo (CR), durante la visita. Foto: EFE

Macron contempló el gran órgano de la catedral, que fue reformado tras la restauración de Notre-Dame de París.El coro restaurado de Notre-Dame de París. Para esta ocasión, el presidente de la República pudo observar el restaurado “Voto de Luis XIII”. Y la Roseta,ese vitraux que sobrevivió milagrosamente, con sus azulados espléndidos.

Emmanuel Macron expresó su “reconocimiento” y su “orgullo”.

“¡Soy yo quien sigo infinitamente agradecido! Sé que han puesto el corazón, el tiempo y la energía. Lo he medido en cada visita”, declaró el presidente. “Es un orgullo inmenso ver eso” dijo.

Obreros, arquitectos, electricistas, todos, lo aplaudieron. Y él a ellos. Una histórica, memorable e inolvidable aventura estaba llegando a su fin. Cada uno de ellos recibió un diploma del estado en reconocimiento.

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