El ajuste fiscal de Lula agita la política en Brasil y anticipa un debate electoral en el PT


BRASILIA.– Un eslogan marcó el inicio de la comunicación oficial: “Brasil más fuerte. Gobierno eficiente. País justo”. Con música de fondo y la bandera brasileña a su izquierda, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, aprovechó una cadena nacional para presentar un paquete de control de gastos, lo que generó especulaciones sobre las elecciones presidenciales de 2026.

Elegido por el presidente Luiz Inacio Lula de Silva como el vocero de las medidas de ajuste fiscal que impactaron en la cotización del real, Haddad protagonizó un anuncio con toques de pieza de campaña.

El tono y la estética del mensaje, matizado por datos económicos positivos, mostraron a Haddad como potencial candidato del Partido de los Trabajadores (PT) en caso de que Lula desistiera de competir por la reelección, coincidieron expertos consultado por LA NACION (Haddad reemplazó a Lula como candidato presidencial en 2018, luego de ser inhabilitado). Al mismo tiempo, el pesimismo instalado esta semana por la batería de medidas podría ser decisivo para la lucha por el Palacio del Planalto.

“El pronunciamiento tuvo claros aires de propaganda electoral. Mezcló números económicos positivos con referencias a programas sociales, mostrando que el PT inició una transición interna para disputar la presidencia en 2026 o, incluso, en 2030″, analizó Murilo Medeiros, politólogo de la Universidad de Brasilia.

La Bolsa de San PabloReuters

La semana cerró con nerviosismo para el mercado financiero. El dólar cerró este viernes a 6 reales, tras renovar su máximo histórico (6,11), en medio de un pesimismo generalizado del mercado ante un paquete de recorte de gastos considerado insuficiente para equilibrar las cuentas públicas.

Un punto crítico del anuncio fue la propuesta de exención del impuesto a las ganancias para ingresos de hasta 5000 reales (840 dólares) mensuales. El gobierno planea compensar esta medida aumentando la tributación a los altos salarios, con una pérdida estimada de recaudación cercana a 4000 millones de dólares anuales.

La propuesta genera debate sobre el impacto fiscal y la capacidad del gobierno para implementar cambios significativos en el manejo de las cuentas públicas. Haddad fue enfático: las medidas no son una “bala de plata” y dejó abierta la posibilidad de nuevos recortes. “Si hay problemas de cálculo, revisaremos la planilla, dialogaremos con el Congreso y el presidente”, declaró este viernes durante un evento con bancarios.

Mauricio Santoro, politólogo y profesor colaborador del Centro de Estudios Político-Estratégicos de la Marina, destacó que haber puesto a Haddad al frente de este anuncio es “una forma de empezar a tornarlo más conocido para la población”. Esta estrategia busca posicionarlo como una alternativa electoral.

Los expertos coinciden en que el futuro político de Haddad y el gobierno de Lula dependerá directamente del desempeño económico.

El ministro de Economía de Brasil, Fernando Haddad. (Sergio Lima/AFP)SERGIO LIMA – AFP

Medeiros advirtió que el nerviosismo del mercado financiero, que afectó el tipo de cambio, puede generar nuevas presiones inflacionarias y obligar al Banco Central a mantener una política monetaria contractiva. “La economía necesita mostrar vigor, porque por más que los números de desempleo sean buenos, la sensación de calidad de vida no llegó a la mesa”, explicó.

La estabilidad económica se presenta como un desafío central para la credibilidad del gobierno de Lula. “Si la economía no se organiza, será difícil que Brasil despegue en crecimiento e inversiones. Esto puede dificultar las chances de victoria política del PT en 2026″, agregó el analista. Sus palabras reflejan la delicada situación económica y política que enfrenta el actual gobierno.

La oposición no tardó en reaccionar. Flávio Bolsonaro, senador e hijo del expresidente, acusó al gobierno de “derretir Brasil” con medidas “sin sentido”.

El anuncio expuso divisiones internas, con la ministra de Planificación, Simone Tebet, admitiendo haber sido parte de un “voto derrotado” en la discusión sobre la exención impositiva. “El equipo económico perdió prestigio. El mercado cree que no tiene poder político suficiente para implementar medidas que generen una estabilidad fiscal”, dijo Mauro Rochlin, profesor de Economía de la Fundación Getulio Vargas.

Leandro Consentino, profesor del instituto Insper de San Pablo, considera que, lejos de haberle generado beneficios, Haddad salió esta semana “debilitado ante el mercado y con una imagen dudosa para la base social del PT”, al hacer concesiones insuficientes y generar una reacción negativa con la reforma tributaria.

Santoro señaló que la reacción del mercado marca una nueva preocupación para el gobierno de Lula, que viene de sufrir derrotas relevantes en las elecciones municipales de octubre. Destacó que en el pleito de octubre, el gran vencedor fue una “derecha más moderada y pragmática”, que tiene como principal nombre para disputar la presidencia en 2026 al gobernador de San Pablo, Tarcísio de Freitas.

La conclusión de la investigación policial por intento golpe de Estado en 2022 dejó esta semana más comprometido al expresidente Jair Bolsonaro, quien podría recibir una condena penal que lo deje cerca de la cárcel en 2025. “Para la oposición sería mejor no tenerlo en la elección, porque si está, la discusión será sobre autoritarismo y democracia. Probablemente si estuviera preso y no participara, el debate sería sobre economía”, concluyó Santoro.

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