¿Acertarán las encuestas en 2024?


La contienda electoral por la presidencia de cara a las próximas elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos, es competitiva.

Eso es todo lo que las encuestas nacionales pueden decirnos en este momento, aun cuando parezca que la demócrata Kamala Harris está abajo en una encuesta o el republicano Donald Trump está arriba en otra.

Aunque las encuestas a veces se consideran proyecciones, no están diseñadas para decir quién tiene probabilidades de ganar.

Las encuestas son mejores para unas cosas que para otras. Seguir los cambios en la intención de voto con una encuesta es difícil, sobre todo cuando el número de votantes fáciles de persuadir es relativamente pequeño.

Las opiniones de los votantes pueden cambiar antes del día de las elecciones y a menudo lo hacen. Los sondeos a boca de urna sólo pueden captar los puntos de vista de la gente durante un único momento. Incluso entonces, un margen que parecería poder decidir unas elecciones -digamos, un candidato tiene un 48% de apoyo y el otro un 45%- puede no ser una diferencia real en absoluto.

Cuando los periodistas de The Associated Press cubren las elecciones, las cifras de las encuestas no son el centro de atención. La razón es que AP cree que centrarse en los sondeos preelectorales puede exagerar la importancia o confiabilidad de esas cifras.

Sólo una estimación

Las encuestas en un año de elecciones siguen siendo útiles, sobre todo cuando tratan de evaluar la opinión pública sobre los candidatos o la situación del país. Nos dicen claramente, por ejemplo, que muchos estadounidenses querían que el presidente demócrata Joe Biden dejara de ser candidato para las elecciones de 2024. Pero no son lo mismo que un resultado electoral, e incluso una encuesta realizada justo antes del día de las elecciones sigue reflejando la opinión antes de que se hayan emitido todos los votos.

Incluso en las encuestas de alta calidad, cada resultado es sólo una estimación.

Incluso en las encuestas de alta calidad, cada resultado es sólo una estimación. Foto: AP

Las encuestas son herramientas útiles, pero es importante no exagerar su precisión. Después de todo, un encuestador no puede hablar con todas las personas del país. Se basa en una muestra para generar una estimación estadísticamente válida de las opiniones de todos los adultos. Aunque las encuestas pueden dar una aproximación razonable de las opiniones del grupo más amplio, la cuestión es cuánto podría variar cada resultado.

El margen de error, que todos los encuestadores de alta calidad dan a conocer junto con los resultados, ayuda a captar parte de esa incertidumbre. Esto significa que en una encuesta con un margen de error de más o menos 3 puntos porcentuales, un 47% de los votantes dice que apoyará a un candidato concreto, lo que significa que hay muchas posibilidades de que entre el 50% y el 44% de los votantes apoyen a ese candidato. Si el otro candidato tiene un 45% de apoyo, que en realidad podría estar entre el 42% y el 48%, la diferencia de 2 puntos porcentuales no es estadísticamente significativa.

Por eso AP sólo dice que un candidato va a la cabeza si aventaja al otro por más del doble del margen de error.

Cuando se trata de un subgrupo en lugar de una muestra nacional, el error potencial es aún mayor. Cuantas menos personas se entrevisten, mayor será el margen de error. Esto significa que las encuestas de nivel estadual o las encuestas que miden las opiniones de un subgrupo como las mujeres, los hombres, los hispanoamericanos o los negros estadounidenses están sujetas a un error aún mayor que un resultado nacional.

Los sondeos a boca de urna sólo pueden captar los puntos de vista de la gente. Foto: APLos sondeos a boca de urna sólo pueden captar los puntos de vista de la gente. Foto: AP

El margen de error de muestreo no es la única fuente de errores de las encuestas. Es simplemente la única que puede cuantificarse utilizando métodos estadísticos consagrados. Pero también hay otros factores. La redacción y el orden de las preguntas pueden influir en las respuestas. La habilidad del entrevistador también puede influir. Incluso en las encuestas de alta calidad, algunos encuestados pueden ser menos propensos a responder, lo que significa que sus puntos de vista pueden estar subrepresentados.

No nos olvidemos del Colegio Electoral

Las encuestas nacionales miden la opinión de los votantes de todo el país sobre las elecciones. Pero no es así como elegimos a los presidentes.

El sistema de Colegio Electoral significa que un pequeño número de estados decide funcionalmente las elecciones presidenciales. Así que, en cierto modo, fijarse en las encuestas de esos estados es una mejor manera de evaluar el estado de la contienda.

Pero los sondeos de nivel estadual presentan sus propias dificultades. No se realizan con la misma frecuencia que los sondeos nacionales y algunos estados son encuestados más a menudo que otros. Además, el número de personas encuestadas en los sondeos estaduales suele ser menor que en los nacionales, lo que significa que el margen de error es mayor.

¿Qué ocurre con los promedios de encuestas?

Algunos medios de comunicación u organizaciones de noticias publican promedios o agregados de encuestas que combinan los resultados de varios sondeos en una sola estimación. Hay algunas organizaciones que durante las elecciones crean promedios o modelos de sondeos que tratan de determinar qué candidato va a la cabeza en las encuestas generales.

Pero promediar los resultados de las encuestas no elimina el error de sondeo y puede crear nuevos problemas. Los promedios de encuestas contienen sus propias decisiones metodológicas, como qué encuestas se incluyen o reciben mayor peso. Algunos de ellos también incluyen otros factores, como el estado de la economía, para convertir esas estimaciones en pronósticos.

En los sondeos electorales, los promedios de las encuestas pueden dar una idea general del estado de una contienda. Pero también es importante no exagerar la precisión de un promedio ni esperar que sea una bola de cristal sobre el resultado de las elecciones. A veces, los resultados individuales de varias encuestas distintas pueden dar una mejor idea de la posible variedad de resultados que un promedio reducido a una sola cifra.

Sanders es periodista de encuestas y sondeos de The Associated Press. Desarrolla material y escribe sobre las encuestas realizadas por el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de The Associated Press-NORC y trabaja en AP VoteCast.

Traducción: Elisa Carnelli

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