Alertan sobre el ciberacoso a mujeres periodistas que restringe la libertad de expresión
Los ataques a mujeres periodistas en la red social X (exTwitter) restringen la libertad de expresión y están aumentando en la Argentina, potenciadas por el presidente Javier Milei y el aparato de comunicación del gobierno nacional.
Lo dijo Periodistas Argentinas, en la presentación de su informe “Ciberacoso a periodistas mujeres: la tecnocensura”, en la Facultad de Derecho (UBA).
“El ciberacoso se ha convertido en una práctica sistemática que afecta gravemente a las mujeres periodistas”, afirmó Nancy Pazos, presidenta de Periodistas Argentinas, al inicio de la lectura del informe. Y agregó: “Estos ataques desinforman, intimidan y restringen la participación de periodistas en el debate público y, como consecuencia, socavan la democracia”.
La entidad presentó 16 casos de periodistas que sufrieron ciberacoso: Marina Abiuso, Cecilia Boufflet, Jesica Bossi, Mónica Gutiérrez, Luisa Corradini, Silvia Mercado, Luciana Peker, Ivy Cángaro, Nancy Pazos, Sofía Diamante, María O’Donnell, Romina Manguel, Angela Lerena, Julia Mengolini, Delfina Celichini y Paula Moreno.
“En la mayoría de los casos que citamos en este informe, el ataque ha sido iniciado o replicado por el Presidente de la Nación, Javier Milei, desde la red X, lo cual ha derivado en una campaña de trolling muy agresiva”, sostuvo en su informe Periodistas Argentinas.
Los casos principales
El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) presentó una denuncia en la Justicia contra Daniel Parisini, alias Gordo Dan, en los tribunales de la ciudad e Buenos Aires, por el hostigamiento digital al que sometió a la entidad, a su presidenta Paula Moreno y a otros de sus integrantes, a partir de la difusión de información falsa y una campaña dirigida a socavar el prestigio de la entidad.
Los ataques de Gordo Dan contra FOPEA y Paula Moreno fueron potenciados por Milei y personas vinculadas al área de comunicación del gobierno, como Juan Carreira, director de Comunicación Digital (alias Juan Doe en la red X).
No ocupa ningún cargo en el Gobierno. Pero la presencia de Parisini es importante entre los funcionarios: asistió al Congreso en la asunción presidencial y estuvo en la asunción de los nuevos jefes de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Luego de la denuncia de FOPEA, no fue invitado a la presentación del Presupuesto en el Congreso.
Otro de los tuiteros libertarios que fue denunciado por el hostigamiento a periodistas fue Manuel Jorge Gorostiaga, alias Danann, en la red social X. La periodista Marina Abiuso logró que se le aplique una probation, por la cual debe realizar 40 horas de tareas comunitarias y participar de un taller de formación contra la violencia de género.
Además, la Justicia le exigió a Danann que baje el contenido relacionado con Abiuso en sus redes sociales y dictó una prohibición de acercamiento o contacto, incluso a través de terceras personas.
“Acá hay un estudio sistematizado, con pautas de comportamiento, donde emerge la coordinación entre la comunicación oficial y la paraestatal en el uso de redes, con el objetivo de estigmatizar, desacreditar y eventualmente silenciar voces de periodistas con opinión propia”, aseguró María O’Donnell, en diálogo con los periodistas en la presentación del informe en la UBA.
Su caso también figura en el informe de Periodistas Argentinas, donde se describen los ataques coordinados que recibió en reiteradas oportunidades y que se potenciaron porque Milei generaba o compartía esos mensajes de hostigamiento.
“Un día tuve 11 tuits de Milei, sobre un hecho irrelevante. A pesar de que el Presidente dice que quiere participar en el debate, lo que ocurre es una descalificación con insultos, una especie de señal que abre el camino para otros actos de hostigamiento, y se potencian mutuamente”, dijo O’Donnnell.
Los ataques que recibieron las periodistas tuvieron consecuencias en sus actividades cotidianas y en su tarea profesional, además de restringir su libertad de expresión.
Marina Abiuso llegó a tener un botón antipánico y terminó renunciando a los noticieros de TN y El Trece (canales del Grupo Clarín). A Nancy Pazos luego de los ataques le hackearon su cuenta verificada en X y todavía no la pudo recuperar.
Ivy Cángaro recibió amenazas de muerte y publicaron sus datos personales. La Justicia le dio protección policial. “Señaló como responsable de los ataques coordinados a Fernando Cerimedo, operador digital de La Libertad Avanza”, planteó el informe de Periodistas Argentinas.
Silvia Mercado tuvo bloqueado su acceso como periodista acreditada en Casa Rosada, hasta que presentó una denuncia ante la Justicia. En el caso de Ángela Lerena, la campaña de desprestigio provocó la caída de contratos publicitarios, “empleadores que le pidieron no hablar de ciertos temas”, además de afectarla emocionalmente.
Periodistas Argentinas reclamó que el Estado “prohiba financiar este tipo de agresiones para influir en la opinión pública o para atacar a personas en línea; en otras palabras, que no se permita al Estado ni a los partidos políticos pagar ejércitos de robots para manipular a los usuarios ni para acosar a periodistas”.
También que “refuerce el marco legal para que restrinja el acoso en línea a periodistas y que la legislación se aplique estrictamente”. Y que “imponga obligaciones a las plataformas en lo relativo a la transparencia de los algoritmos y el uso de ejércitos de robots que amplifican los ataques para que respeten los principios de la libertad de expresión y de información, sin que esto implique controlar los contenidos ni censurarlos”.
Además, la entidad les pidió a los medios de comunicación que “asuman la amenaza del ciberacoso y la prevengan. El ataque no lo debe enfrentar la o el periodista en forma individual, debe considerarse un daño a la libertad de expresión, al periodismo y a los medios y, por tanto, deben asumir la responsabilidad de contener, responder, litigar si fuera el caso, capacitar y prevenir”.
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