Citaron a indagatoria a Alberto Fernández en la causa por violencia de género contra Fabiola Yañez

Con la velocidad que imprimen las causas por violencia de género, a cuatro meses de la investigación de Clarín que reveló el caso, Alberto Fernández será será indagado por supuestas golpizas y destratos sostenidos contra su expareja, Fabiola Yáñez. El juez Julián Ercolini lo citó para el próximo 11 de diciembre a las 11.

Para el magistrado, “existen elementos de convicción suficiente” como aceptar el pedido del fiscal Ramiro González, que por delegación del juez instruyó el caso desde que Yañez hiciera la denuncia contra el expresidente, el 6 de agosto pasado.

Ercolini desplegó su cita en un escrito de once páginas dividido conceptualmente en dos partes: las tres primeras fojas transcriben la acusación contra Fernández con el detalle de los delitos atribuidos y los hechos que le imputan para justificar cada una de esas acusaciones, y las otras ocho fojas enumeran con el mismo nivel de puntualización las 53 pruebas que sustentan aquellas incriminaciones.

Como ocurrió con la tramitación del legajo reservado creado cuando los peritos de la Policía Federal hallaron en el teléfono de María Cantero -secretaria de Alberto Fernández investigada como él por supuesta corrupción en la contratación de pólizas de seguros para organismos públicos- imágenes y chats de golpes y hostigamientos del expresidente a su mujer, Ercolini mantiene el más alto estándar de prolijidad para que sus acciones no puedan ser objetadas ante la Cámara Federal porteña.

En principio, el juez estableció que “en un contexto de violencia de género signado por la particular relación asimétrica de poder entre Alberto Fernández y Fabiola Yáñez, por lo menos desde el año 2016 hasta el 6 de agosto del 2024 el imputado se habría aprovechado de la especial situación de vulnerabilidad preexistente al vínculo en la que se encontraba inmersa la nombrada, y ejercido con habitualidad y de modo continuo, violencia psicológica contra Yáñez, bajo las formas de acoso, hostigamientos, controles, indiferencia, insultos, culpabilización, destrato, retiro de la palabra, ninguneos y hostilidad.”

En ese contexto, “el vínculo también habría estado marcado por episodios de violencia en el cuerpo de la víctima, en las oportunidades en que aquella pretendía abandonar la convivencia del departamento que compartían” en Puerto Madero.

Ercolini refiere que, luego de que Fernández fue electo presidente, “la violencia física habría continuado y escalado, más precisamente después de haber quedado aquella embarazada (hacia fines de julio-principios de agosto del 2021), en forma de agarrones del cuello, zamarreos, cachetazos a mano abierta y golpes que provocaron lesiones en el cuerpo Yañez, mientras convivieron en la Quinta de Olivos.”

Esos episodios concretos de golpes son los que explican la acusación por “lesiones leves”. La citación dice “al menos en dos ocasiones lesiones” Fernández “habría agredido físicamente en su brazo y ojo derechos” a su pareja.

Tal como había consignado el fiscal, Ercolini ubica esas golpizas “meses antes del 12 de agosto del 2021”, cuando el expresidente habría sujetado fuertemente del brazo derecho a Fabiola provocándole un hematoma, y la noche del 21 de junio del 2021, cuando Fernández y su pareja estaban en la cama y “luego de una discusión él le habría propinado un golpe de puño en el ojo derecho“.

Ademas, la acusación afirma que hasta el final del mandato presidencial de Alberto Fernández “se habría hecho recurrente la violencia psicológica y física, fundamentalmente en la modalidad del golpe a mano abierta”.

Ya fuera del poder, con Yañez viviendo en Madrid y hasta que ella se decidió a denunciar al expresidente, la violencia habría continuado bajo la forma de condicionamiento económico, “como medio para manipular y continuar ejerciendo poder y control” sobre la exprimera dama, “en medio de anuncios de suicidio, recordatorios de las necesidades del hijo que tienen en común, pedidos de ocultar las agresiones físicas sufridas”, para coaccionar a Fabiola y que no denuncie a Fernández en la justicia.

Ese juego de promesas -de que no iba faltarle nada a ella y al hijo de ambos si Fabiola no denunciaba las golpizas- y amenazas -diciéndole que iba a “arruinar y a hacer cualquier cosa en su contra”- fue el corolario de ” cuanto menos ocho años de agresiones psicológicas y físicas infligidas a Fabiola Yañez en forma continua y habitual en el marco de su relación de pareja” que “habrían dejado en la víctima secuelas de daño psíquico, produciéndole un debilitamiento permanente de su salud“.

La agenda judicial del expresidente es pesada y oscura: la semana próxima, el 27 de noviembre, será indagado por el pestilente caso de los seguros, también revelado por Clarin en febrero pasado. Y dos semanas después deberá presentarse también ante el juez Ercolini para responder por las graves acusaciones de violencia contra su expareja. Con pruebas contundentes en su contra en ambos casos, las posibilidades de que Fernández sea procesado en los dos expedientes son muy altas. Incluso que esos procesamientos ocurran antes de fin de año.

Los comentarios están cerrados.