El consumo de carne vacuna tocó un mínimo histórico mientras el pollo y el cerdo marcan el rumbo

En 2024, el consumo de carne vacuna en la Argentina alcanzó su nivel más bajo de la historia y desde el sector advirtieron que esta tendencia se podría acentuar en los próximos años. El consumo per cápita pasó de 53,3 kilos por habitante por año en 2023 a 47,4 kilos este año, una merma del 11,06%. En la cadena cárnica atribuyeron esta caída a dos factores principales. Por un lado, la creciente competencia con la carne de pollo y cerdo, que están ganando terreno en las preferencias de los consumidores argentinos. Además, el aumento de la competitividad de estas opciones está llevando a una mayor disputa por ganar clientes en el mercado.

Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), describió este fenómeno como un cambio estructural. “Es el menor consumo histórico, y cada año será mayor esa caída. Esto se debe a que los argentinos cambiamos nuestros hábitos de consumo, y porque tanto la carne de cerdo como la de pollo aumentaron su competitividad de manera muy fuerte”, explicó.

Recordó que hace 40 años el pollo era considerado “un lujo” debido a su precio. “Hoy, con el valor de un kilo de carne vacuna, se puede comprar un kilo de pollo o casi dos kilos de cerdo. Además, el 60% de la población tiene menos de 40 años y creció consumiendo pollo como hábito alimenticio”, agregó.

De acuerdo con el último informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), en noviembre pasado el precio promedio del pollo fue de $2889 el kilo, el del cerdo $5803 y el de la carne vacuna $7967.

El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, coincidió con Schiariti al destacar los cambios en los hábitos de consumo de carne en la Argentina. “Hacemos estudios de mercado cada dos años, y ahora terminamos uno que ratifica esta tendencia: hoy el pollo es un consumo de hábito. Este año, el consumo anual per cápita rondará los 47 kilos, con una leve caída respecto a los casi 50 kilos registrados el año pasado”, detalló.

Domenech atribuyó esta disminución a una menor oferta en el mercado interno, producto de una baja en la producción por algunas mortandades y un aumento en las exportaciones. En 2023, las exportaciones de pollo sufrieron una fuerte reducción debido a la influenza aviar, alcanzando solo 160.000 toneladas. Sin embargo, en 2024 podrían llegar a unas 220.000 toneladas, lo que significa 80.000 toneladas menos disponibles para el mercado interno. Esto se tradujo en una reducción de aproximadamente dos kilos por habitante en la oferta local.

Los datos históricos indican que en 2018 el consumo per cápita de carne vacuna era de 57,2 kilos, mientras que ahora 47,4 kilos. En lo que respecta al pollo, desde CEPA expresaron que en 2018 el consumo por habitante era de entre 40 y 42 kilos y en los últimos tres años se ubicó entre 47 y 49 kilos por habitante.

La carne vacuna tiene la competencia de otras carnes como pollo y cerdoPIXABAY

Aunque el pollo es una elección habitual, subrayó que el principal factor detrás de su preferencia sigue siendo el precio. “El consumidor lo elige, sobre todo, porque es más económico. Si la carne vacuna sube de precio, el cerdo la sigue, pero el pollo logra mantener una diferencia importante. Por eso es probable que el consumo continúe estable o en crecimiento”, afirmó.

Domenech señaló que este año las tres carnes principales (pollo, cerdo y vacuna) tuvieron aumentos de precios muy por debajo de la inflación acumulada. Según datos del Ipcva, el precio del pollo fresco subió un 57,5% en los primeros once meses del año, el pechito de cerdo un 31%, y la carne vacuna un 34%. Estas cifras contrastan con la inflación acumulada en el mismo período, que fue del 112%.

Por su parte, el cerdo también ganó terreno en las preferencias de los consumidores. Juan Uccelli, de la consultora JLU, analizó el crecimiento del sector porcino y afirmó: “Estimamos que vamos a cerrar el año con un consumo per cápita de 22,5 kilos. El año pasado cerramos con 21. Es decir, aumentamos más de un kilo y vamos a seguir creciendo. Nuestro techo previsto son 33 kilos para el año 2033. Creemos que en ese año nos vamos a encontrar con el consumo de carne vacuna en 33 kilos”.

Uccelli destacó que el sector porcino tuvo un año positivo, con un segundo semestre particularmente favorable. “En relación a los precios, cerramos un año interesante. El resultado final es mejor que en 2023, y tenemos expectativas de un 2025 más estable”, dijo. En términos de valores, el año comenzó con un precio de $1295 por kilo, pero registró una caída constante durante los primeros meses, alcanzando un mínimo de $1020 en mayo y junio. A partir de entonces, los precios comenzaron a recuperarse, cerrando noviembre con un valor de $1720 por kilo.

El consumo de pollo cerrará en unos 47 kilos por habitante por añoShutterstock

Según el último informe de Ciccra, la industria frigorífica acumuló un total de 2,894 millones de toneladas res con hueso de carne vacuna en los primeros once meses del año, lo que representó una contracción del 4,9% anual debido a la menor disponibilidad de animales para faena.

El cerdo superó los 22,5 kilos de consumo por habitante

En lo que respecta a las exportaciones de carne vacuna, se enfrentaron problemas con los precios. Aunque los volúmenes exportados aumentaron respecto al año pasado, los ingresos en dólares cayeron un 15%. “Esto se debió principalmente a la baja de los precios en China, que cayeron un 22% en comparación con 2023. China es nuestro principal comprador en volumen, y aunque les vendamos más, estamos recibiendo menos dólares por la carne”, puntualizó Schiariti.

Desde el Consorcio de Exportadores de Carne ABC informaron que los precios internacionales han mostrado una tendencia a la baja desde mayo de 2022. En noviembre de 2024 el promedio fue de 3950 dólares por tonelada, aproximadamente 2350 dólares menos que los máximos registrados en abril de 2022. Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC, indicó en un informe que en los primeros once meses del año las exportaciones de carne bovina refrigerada y congelada alcanzaron 709.100 toneladas, un 14,1% más que en 2023, con un valor total de 2758,1 millones de dólares, un 8,1% superior al del año anterior.

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