El secretario de Coordinación de la Producción, Juan Pazo, dijo que el Gobierno presentará esta semana el proyecto de ley de promoción de inversiones y empleo, en referencia al “mini RIGI” que pedían los industriales.
“Muchas cosas que contiene las hablamos con ustedes. Escuchamos al sector privado. No tenemos ningún preconcepto. El primer capítulo tiene algunas cosas semejantes al RIGI, pero no solo para inversiones de más de US$200 millones, sino con foco en desarrollo de proveedores con beneficios para todas las empresas”, adelantó en la 30° Conferencia Industrial organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA) en el Centro de Convenciones de Buenos Aires.
Según pudo saber LA NACION, se considerará inversión productiva a aquella que supere los US$150.000 en el caso de las microempresas, los US$600.000 para el caso de las pequeñas, los US$3,5 millones para las medianas tramo 1, los US$9 millones para las tramo 2 y los US$30 millones para el resto.
Los beneficios que tendrán las empresas que inviertan ese dinero serán la reducción de los plazos de amortización de bienes en el impuesto a las ganancias (amortización acelerada) y la devolución anticipada de IVA con una reducción de los plazos que irá que pasará de seis a tres meses. Además, se desgravarán los derechos de exportación para mipymes exportadoras de bienes industriales sobre exportaciones incrementales.
En cuanto a la promoción de la generación de empleo, Pazo dijo que el proyecto incluirá todo lo que se judicializó en el DNU 70. “Hablamos de un cambio drástico para el régimen laboral actual. La tasa para juicios laborales tendrá una tasa de IPC más 3%, las costas en juicios no excederán el 25% de la sentencia, habrá bancos de horas, las vacaciones se podrán tomar en cualquier momento del año y vamos a modernizar la ley de trabajo agrario”, desarrolló.
Por otro lado, dijo que buscan recuperar la actividad con reducción de aportes que volverán al empresariado en forma de cupón fiscal. En el proyecto se habla de un bono de crédito fiscal sobre un porcentaje de las sumas abonadas en concepto de contribuciones patronales al SIPA para los nuevos empleos incrementales y por el término de un año, y de un bono de crédito fiscal sobre las sumas abonadas en concepto de contribuciones patronales al SIPA para la contratación de trabajadores del Sector Público Nacional, Provincial y Municipal, por el término de dos años. Se excluye del beneficio la contratación de funcionarios públicos.
“Les pedimos a ustedes los empresarios que nos acompañen y también a los gobernadores. Nos estamos rompiendo el alma para bajar impuestos y algunas jurisdicciones tienen una creatividad tremenda para inventarlos. Sin embargo, vemos a muchos gobernadores dispuestos a colaborar”, afirmó.
En otro punto de su alocución, Pazo dijo que hay un nivel de ansiedad enorme para un gobierno que recibió un desastre. “Venimos del año pasado en que en un trimestre se rifaron dos puntos del PBI. Leía un fragmento que me pasaron del discurso de Martín [Rappallini] que dijo que la emisión te genera un proceso inflacionario y pienso que justamente no hay que minimizar lo que se recibió, ni las consecuencias del orden macro. Hicimos una presentación la semana pasada en la Jefatura de Gabinete y hablamos de que la Argentina sea una economía de libre mercado. Ningún país se ha quebrado por abrirse”, aseguró.
Por otro lado, recordó lo que esta gestión hizo para simplificar la producción. “Daniel [Funes de Rioja], vos como presidente de la Copal tenías la Ley de Góndolas, Precios Justos, o como se llamaran, y en la Secretaría de Comercio, donde está ahora Pablo Lavigne, había controles soviéticos. Partimos de ahí. Todos esos cambios ayudan a la competitividad y les dan libertad a las compañías para progresar. Desregular es simplificar y dar herramientas para que compitan libremente. Yo estaba cansado de reunirme con los secretarios y que me enseñaran a producir”, contó.
Según Pazo, más del 80% de las importaciones son insumos y bienes de capital, es decir, que están ligadas a la producción, y solo un 11% son bienes finales. El resto son automotores.
“Hay condiciones de trabajo que tenemos que generar: hay que bajar costos logísticos y por eso vamos a licitar el Belgrano Cargas y concesionar la Hidrovía. Pero asumimos hace unos meses, no podemos hacernos cargo de 70 años. Y hay que atacar este proceso sin descuidar el déficit fiscal. Hoy podemos estar discutiendo el ritmo de la recuperación, pero nadie tenía previsto este escenario de brecha cambiaria del 10%, inflación mensual del 2,7% y condiciones de planificación que nos permiten esperar crecimiento. Estamos en otra Argentina. En ese escenario se agiliza el crédito privado y lo tenemos que usar para aumentar la producción. El crédito en Argentina es el 7% del PBI, cuando en otros países de la región llega al 80%. El recorrido es enorme, pero esos flujos van a permitir las inversiones que generen la competitividad”, opinó.
El otro elemento importante, según Pazo, es abrir mercados, lo cual era difícil en el contexto de una economía cerrada. “Tenemos que aprender a competir y la realidad no es pareja. Hay sectores que son más dinámicos. Yo vengo de un sector que no está acostumbrado a competir. Creo que lo mejor es que haya equilibrio macro para planificar y tener acceso al crédito para hacer la transición. Ahora, con una Argentina que va a crecer como se dice el año que viene, hay oportunidades para todos”, cerró.
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