Una de las grandes apuestas del Gobierno es el Régimen de Regularización de Activos. Muchos lo consideran “el blanqueo del colchón”, por la posibilidad que otorga de declarar viejos dólares ahorrados por pequeños ahorristas sin costo o con penalidad baja. Es por ello que los expertos analizan que esta medida busca fundamentalmente que más divisas ingresen al sistema bancario argentino. En este escenario, una última resolución del Ejecutivo amplía las posibilidades de inversión sin pagar impuestos adicionales.
“El Ministerio de Economía, a través de la Resolución 279/2024 de la Secretaría de Industria y Comercio, sumó un nuevo destino posible a los fondos de la regularización de activos y definió un listado de bienes muebles orientados a inversiones productivas”, informó el comunicado oficial del Gobierno.
Según esta nueva norma, el dinero que ingrese al blanqueo y se deposite en la Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA) podría destinarse para la compra de bienes muebles como “maquinaria para la construcción y para la industria en general; automóviles de cualquier tipo; motocicletas de cualquier tipo; bienes de consumo durables como lavarropas, televisores, etc; celulares; bombas y compresores; bienes tecnológicos como estaciones, antenas, routers, chips; computadoras, entre otros”.
Según César Litvin, CEO del estudio Estudio Lisicki, Litvin & Asociados, la decisión “amplía el menú para inversiones que ahora también evitarían el pago de impuestos con dinero del blanqueo”. Por la naturaleza de los bienes incluidos, Litvin define que la medida “apunta más a empresas que a pequeños ahorristas”.
Además Litvin habló de un “tapón fiscal” que beneficia a las empresas. “Esto es la posibilidad de que si se detectan operaciones no declaradas pero estas terminan en un bien declarado, no importa la película anterior sino la foto del final”, desarrolló.
Por su parte, el titular de SDC Asesores Tributarios, Sebastián Domínguez, comentó que la medida del Gobierno “flexibiliza mucho el blanqueo” y ejemplificó: “Esto permite pagarle a un vendedor de esos bienes desde una cuenta CERA a cualquier otra cuenta de cualquier otro tipo y no a otra cuenta CERA. Después será tarea del fisco controlar eso, pero flexibiliza muchísimo”.
A su vez, el abogado especializado en materia tributaria Diego Fraga opinó que “todo lo que le de mayor flexibilidad va a incidir en la performance del blanqueo”. En ese sentido, las expectativas de los especialistas indican que la iniciativa del Gobierno podría llegar a registrar hasta US$40.000 millones no declarados.
Asimismo, Fraga deslizó un reclamo de varios tributaristas: “Los plazos no ayudan mucho. Falta que den una prórroga”. Misma idea manifestó Litvin, quien consideró “oportuna” una prórroga de la primera etapa que finaliza, de no haber cambios, el 30 de septiembre.
La primera etapa del blanqueo es la única que permite registrar dinero en efectivo. Además, para aquellos que declaren menos de US$100.000 el ingreso es gratuito, y quienes superen ese monto pagan una alícuota del 5%. Pasado el 30 de septiembre, ya no se podrá exteriorizar efectivo sino otro tipo de bienes, y la alícuota sube al 10%, según explicaron los especialistas.
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