El lado oscuro del plan platita: la inflación que está escondiendo Massa
A dos semanas del balotaje, el ministro candidato Sergio Massa le sumó una capa adicional al plan platita y a la vez postergó actualizaciones de precios que no hacen más que anticipar una mayor expansión de la inflación futura.
Desde las elecciones PASO de agosto en las que el candidato de Unión por la Patria quedó tercero, puso en marcha dos planes simultáneos: el plan platita y el plan freezer.
El plan platita de Massa incluyó en la primera fase un bono de $ 94.000 para trabajadores informales y refuerzos para empleados formales, beneficiarios de planes sociales y jubilados, la devolución del 21% de las compras que se abonen con tarjeta de débito, créditos subsidiados y la eximición de Ganancias a casi un millón de trabajadores. Todo esto supuso un costo de 2,5 billones de pesos, equivalente al 1,3% del PBI.
La semana pasada lanzó una segunda fase de este plan, con planes de jubilación anticipada y nuevos créditos.
El plan freezer incluyó el congelamiento por 90 días las cuotas de las prepagas, del precio de una canasta de medicamentos, de las tarifas de servicios públicos y de los boletos de colectivos, trenes y subtes.
El "plan freezer" también incluye el tipo de cambio oficial, que el Gobierno prometió mantener quieto en $ 350 hasta el 15 de noviembre. A esto se suma la reciente renovación de Precios Justos, con un alza de tan solo el 5% contra una inflación que ya lleva tres meses navegando en dos dígitos.
El plan platita financiado con mayor emisión monetaria unido al plan freezer generan un combo de inflación reprimida que se hará visible en los próximos meses.
Si bien para la nafta se aplicó la semana pasada un suba de casi 10%, al mismo tiempo, el Gobierno postergó las aplicaciones de los impuestos a los combustibles hasta febrero de 2024. Ese monto debería actualizarse trimestralmente por la variación de la inflación, pero se viene postergando desde hace más de un año.
Vale la nafta como botón de muestra: el valor del combustible tiene un atraso del 60% en lo que va del año, contra una inflación que ya supera el 120%.
"Que la leche esté 66% más cara que la nafta es sólo un ejemplo de los desequilibrios que deberá atender el próximo gobierno con urgencia", señala EPyCA Consultores. "La estabilización requerirá como primer paso un realineamiento de precios: no es posible desacelerar la inflación si aún quedan precios atrasados que deben ser actualizados. Ese fue justamente uno de los errores que cometió Macri cuando puso metas de inflación a la baja mientras actualizaba las atrasadísimas tarifas de servicios públicos".
Según un relevamiento del economista Fernando Marull, el índice de precios de al consumidor de octubre podría rondar el 9%", pero para noviembre estima "un rebote de la inflación al 11%. Para diciembre, cuando efectivamente asuma el nuevo presidente, estimamos una corrección del tipo de cambio oficial y otros descongelamientos, que lleve la inflación mensual a niveles arriba del 25% y termine 2023 en 211%".
El atraso cambiario también supone un frente conflictivo. Para el economista Camilo Tiscornia “si el Gobierno logra mantener el tipo de cambio oficial en $ 350, ese tipo de cambio ajustado por inflación va a ser más bajo del que hubo en 2001. Esto indica el gravísimo atraso cambiario que está quedando de este gobierno”.
“Todos estamos esperando un ajuste, pero ya se está dando a través de una política económica completamente equivocada, que provoca una cantidad enorme de desequilibrios macroeconómicos” dijo Tiscornia en declaraciones a CNN-Radio.
“Hay inflación reprimida y debería ser más alta de la que tenemos. La consecuencia de eso es lo que estamos viviendo hoy en día. Una brecha altísima del tipo de cambio, una inflación desbocada, actividad económica en caída, controles y trabas de todo tipo y desabastecimiento. Esto es el ajuste a una mala política macroeconómica”, explicó.
Para Marull en 2024, con un Plan de Estabilización que arranque por liberar precios congelados, se empezaría el próximo año con una inflación elevada en el primer semestre de 2024.
"La inflación reprimida se concentra mayormente en el dólar oficial, naftas y servicios públicos y la estimamos en 52%. No es algo tan elevado para los niveles de inflación con los que ya nos estamos manejando. Si el plan de estabilización es exitoso, la inflación del segundo semestre de 2024 debería ser menor y el año podría cerrar en 140%", concluye Marull.
Colectivos
A fines de agosto el Gobierno dejó sin efecto el el ajuste por inflación pautado para el transporte en el AMBA para septiembre, como venía ocurriendo desde marzo. Así, la tarifa mínima del colectivo se mantiene en $ 52,96 y la máxima $ 72,61, mientras la del tren, en $25,72 y $ 52,95, según la línea.
Precios justos
El Gobierno dispuso otra renovación Precios Justos con aumentos del 5%. Eso abarca a consumo masivo, indumentaria, calzado, línea blanca, electrodomésticos, celulares y motos
Prepagas
El Gobierno acordó con las prepagas el congelamiento de las cuotas por 90 días para los afiliados con ingresos por debajo de los $ 2.000.000. Para el resto, se mantiene el aumento de la cuota.
Servicios públicos
Las tarifas de luz y gas se encuentran congeladas desde agosto, post PASO. En noviembre podría haber aumentos para los usuarios de ingresos medios y bajos, que pagan menos del 20% del costo de generación
Dólar
El tipo de cambio oficial se mantendrá congelado hasta el 15 de noviembre. Desde ese día se retomarán las micro devaluaciones diarias -el llamado crawling peg- a un ritmo del 3% mensual, según dijeron en Economía..
Los comentarios están cerrados.