El multimillonario del mundo cripto que cree que la Argentina será una de las economías más grandes del mundo

Charles Hoskinson es uno de los grandes multimillonarios del mundo cripto. Cofundador de las monedas digitales Ethereum y Cardano, algunos de los criptoactivos más utilizados a nivel global, además de la compañía InPutOutPut, este año se interesó en el cambio de rumbo político que tomó la Argentina. Considera que el país puede convertirse en un hub tecnológico para toda la región: “Van en dirección opuesta que el resto de Sudamérica”.

Esta semana, se alojó en Buenos Aires para participar del evento Cardano Summit. La agenda incluyó una reunión con el Presidente, Javier Milei, en la cual conversaron sobre cómo adoptar la tecnología blockchain con un trabajo articulado entre el Estado y el sector privado -tan solo dos meses atrás, en agosto, ya había tenido un encuentro con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri-. Sus planes y perspectivas para el país son auspiciosas. Por eso, en diciembre volverá para impulsar la agenda digital para Argentina de cara a 2030 y contratar talento a nivel local, según contó en una entrevista exclusiva con LA NACION.

-Este fin de semana te reuniste con el presidente Javier Milei. ¿De qué conversaron?

-Tuvimos una breve reunión luego del TechForum Argentina, pero este es solo el comienzo. El próximo paso es hablar con la gente de su entorno, como el ministro de Desregulación [Federico Sturzenegger], para entender mejor lo que el gobierno argentino quiere hacer realmente con la blockchain. El desafío para mí, y creo que para muchos de nosotros en la industria, es que escuchamos dos cosas al mismo tiempo que son un poco contradictorias. Una cosa es que la Argentina está abierta a los negocios, que busca la manera de que blockchain y el Gobierno trabajen juntos. Pero luego escuchamos a Milei diciendo ‘deshagámonos del Gobierno’. Acaban de eliminar la AFIP, ¿no es cierto? Entonces, ¿cómo se hace un trato con el Gobierno si la intención es mover todo al libre mercado? ¿Se necesita siquiera un socio gubernamental o simplemente se construye una solución y se la impulsa?

-¿Por qué la importancia de la articulación público-privada?

-Queremos lograr que el gobierno y la industria privada se unan, empresas como Globant, Mercado Libre… para intentar que ambas partes redacten un documento para una Argentina Digital 2030 y decidan cuáles deberían ser las expectativas de los argentinos sobre cómo interactuar con su gobierno. ¿Cómo debería unirse la inteligencia artificial (IA), la Internet de las cosas, los teléfonos celulares, la blockchain y las diferentes tecnologías para un ciudadano común y corriente con respecto a los pagos, la votación, sus credenciales? Pero tiene que haber estabilidad y que no esté conectado con un presidente en particular o una filosofía política. Porque en las elecciones las cosas cambian, y uno no quiere invertir dos o tres años en construir algo que el próximo régimen desarme. Queremos que haya una base en la que todos estén de acuerdo, de que éste es el camino que la Argentina tiene que tomar, sin importar si gobierna un peronista, Milei o alguien más. Pero es muy alentador parte del lenguaje que usa Milei, creó un grado de comodidad… porque dice efectivamente que, en el corto plazo, la Argentina está dispuesta a soportar mucho dolor para obtener beneficios a largo plazo. Y eso es lo que un inversor quiere oír. China lo hizo en los años 70, 80, y mira hoy cómo está su economía. Esa transición es dolorosa, genera protestas, ira. Pero si pueden sobrevivir y llegar al otro lado, la Argentina será uno de los mercados más fáciles para hacer negocios, invertir, contratar gente e innovar. Creo que es un terreno muy fértil para que la tecnología blockchain sobreviva y prospere.

-¿Qué buscan construir a nivel local?

-Si observas la distribución de criptomonedas, hay unos US$100.000 millones en criptoactivos en la Argentina, cuando el PBI es de US$700.000 millones. Eso significa que aproximadamente uno de cada siete dólares del valor del PBI está en criptomonedas. Sucede de manera orgánica, la gente compra dólares digitales para protegerse contra la inflación, por lo que existe una voluntad de la población por adoptar esto. Es más una cuestión de si esto se hará de manera caótica y fragmentada, o si habrá un enfoque unificado de cómo llevarlo a cabo. Estamos acá para escuchar y aprender. Y, como mínimo, lo que vamos a hacer es contratar gente, porque hay muchos desarrolladores excelentes. Es parte del memorándum de entendimiento que firmamos con Globant, una empresa que tiene 30.000 desarrolladores, y parte de ese talento lo usaremos para desarrollar uno de nuestros softwares. Estamos considerando que la Argentina puede ser una especie de hub para llegar a Paraguay, Colombia, Ecuador o Perú.

-¿Por qué la Argentina versus otros países de América Latina?

-Dentro de la región, las cosas se están moviendo de manera muy improductiva para muchos países. Los comunistas fueron elegidos en Perú y Chile, Brasil tiene un gobierno muy de izquierda. Y lo que termina sucediendo es que estos gobiernos tienden a confiscar propiedades y destruir la inversión directa y extranjera, aumentan impuestos, crean un ambiente completamente desagradable para las operaciones de las empresas. Vemos esto con Venezuela. Entonces, la Argentina se mueve en la dirección opuesta, abraza la libertad del mercado. Podría parecerse a una Sudáfrica para el resto de África, donde se conviertan en la puerta de entrada estable para hacer negocios en el resto del continente. Uno de los grandes desafíos que tienen es que en la actualidad Europa, China y los Estados Unidos son líderes en las tecnologías de vanguardia emergentes, como robots humanoides, nanotecnología, IA, las cuales tendrán el mayor crecimiento económico en los años 2030, 2040 y 2050. África, Sudamérica y gran parte de Asia los siguen, pero no lideran. Eso significa que los billones de dólares que genera la industria no se distribuirán. Milei entiende eso y por eso habla con Elon Musk, viaja a Silicon Valley, intenta proactivamente atraer algunas de las industrias a la Argentina. Si logran entrar lo suficientemente temprano, regional y globalmente hablando, pueden convertirse en un centro importante. Eso se traduce a billones de dólares y millones de empleos.

Charles Hoskinson, cofundador de las criptomonedas Ethereum y Cardano

-¿Qué pasos le falta dar al país para que lleguen estas inversiones?

-Las inversiones no vendrán a menos que se hagan las reformas necesarias y se soporte el dolor inicial que eso genera. No es fácil convencer a la población de eso. Pero tampoco un país elige a un presidente como Milei si todo está funcionando bien, es decir, lo vimos con Donald Trump en 2016. La gente estaba tan enojada con Irak y la economía, que eligieron a una estrella de la televisión naranja que no tenía experiencia política. Eso ocurre como consecuencia de un sistema político fallido. La Argentina tuvo un sistema político fallido durante un tiempo. Prometen cosas buenas a la gente, pero nunca llegan y se termina perdiendo la fe. Dijeron: ‘Vamos con el tipo de la motosierra’. Lo cual es genial en el corto plazo, pero hay que aprovechar eso para construir una coalición y decidir qué se está dispuesto a ceder y qué no. Por eso, lo primero que tiene que hacer un país es abrir la economía y darle la bienvenida a los visionarios para que puedan decirte cuáles son las cosas que revolucionarán al mundo dentro de 10, 15 años, para invertir y desarrollarlo. Esa es la razón por la cual estoy acá: vi a Milei haciendo eso, algo que no ocurre en Estados Unidos en este momento, donde están expulsando la industria blockchain y atacando a la IA. No hay apetito por la innovación, sino un status quo para proteger a las grandes compañías. Lo mismo se ve en Europa. Por eso hay que ir a los confines de la tierra y encontrar a las personas que estén dispuestas a correr el riesgo. Japón fue el mayor ejemplo de eso en el siglo XX. Después de la Segunda Guerra Mundial, quedó totalmente destruida, no había ninguna razón para que tuvieran éxito. Podría haber permanecido en la pobreza durante 100 años. Pero literalmente reconstruyeron todo el país en 10 años y se convirtieron en potencia mundial porque pensaban de manera diferente.

-Las criptomonedas nacieron con el principio de libertad, alejada de los gobiernos. ¿Cree que el liberalismo puede cambiar las cosas?

-Fui partidario de Ron Paul en 2007. Era libertario en Estados Unidos y trabajé en su campaña. Así que, ni en mis sueños más locos imaginé que un libertario llegaría a ser elegido presidente. Ahora que tenemos uno, tenemos un deseo colectivo mundial de verlo triunfar. No quiero nada del gobierno argentino. No necesito dinero, soy multimillonario. Pero sí quiero, al mirar mis creencias, mi legado y las cosas que he hecho, ver al menos un régimen libertario triunfar. Porque eso demuestra que este punto de vista de la humanidad y esta política son duraderos. Y entonces podemos llevarlo de vuelta a Estados Unidos. Podemos llevarlo a Europa y podemos mejorar las cosas en casa. Así que le deseo lo mejor. Realmente espero que la Argentina vea prosperidad y progreso nuevamente, que pueda sobrevivir a las elecciones de 2025 y que su coalición se fortalezca. Porque entonces lo divertido sucederá en cinco o 10 años. Realmente podremos ver a la Nación abrazar el libre mercado, podremos ver millones de empleos creados y la construcción de infraestructura. Y la Argentina se convertirá en una especie de caso de estudio en Sudamérica para el progreso en 2025.

-¿Cuáles son los próximos pasos de Cardano?

-A nivel mundial, el objetivo de Cardano es siempre mejorar sus principios fundamentales. Ser más inteligente, más descentralizado, más útil, estar siempre a la vanguardia en términos de descentralización. Queremos que cuando una empresa quiera construir un Facebook descentralizado, un sistema de votación para un país o una nueva moneda, considere Cardano como un lugar para hacerlo. La Argentina es parte de esa historia, porque necesitamos a sus ingenieros, hay mucha inspiración y creatividad. Nos enseñan muchas cosas y por eso vinimos. Estos días me invitaron a ir a Abu Dabi y Dubai, con jeques árabes y billonarios, pero preferí venir acá a conocer a Milei y su gente porque es un mercado mucho más importante en el largo plazo. En la Argentina, en todo este caos de cosas que están sucediendo, hay una gran transformación y cambio social. Son punta de lanza para un movimiento social y una gobernanza completamente nueva. Si toman las decisiones correctas, como lo hizo Japón, en 20 años serán una de las economías más grandes del mundo y serán la entrada para toda Sudamérica.

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