el Presidente oró, se reunió con un economista y visita un diario en su agenda en Nueva York

Dom. 22.09.2024-08:28

La crisis, la rebelión en la UCR y las confesiones de medianoche en la Quinta de Olivos

“¿Me creés que me paro y hago un show?”, le preguntó el radical Mariano Campero a Martín Yeza, en el quincho de la Residencia Presidencial de Olivos, el martes, pasadas las diez de la noche, frente a la plana mayor del Gobierno. “Dale, hacelo”, le respondió el macrista. Los diputados participaban del asado en homenaje a “los 87 héroes”, como calificó Javier Milei a quienes impidieron que la oposición obtuviera los dos tercios de los votos en la Cámara de Diputados para frenar el veto contra la ley de movilidad jubilatoria. Campero, uno de los cuatro legisladores suspendidos el lunes por la Convención Nacional de la UCR por su conducta en aquella votación, se puso de pie y caminó hacia la cabecera de la mesa. “Permiso, Presidente, ¿puedo decir cuatro palabras?”, interrumpió. Luego, le dirigió la mirada a Karina Milei: “Permiso, jefe”. Los hermanos asintieron con un gesto. Campero alzó entonces una copa y le empezó a dar golpes con un tenedor. Se hizo rápido un breve silencio. El tucumano pidió el micrófono y pegó un grito de euforia: “Señores, ¡viva la patria!”. Seguir leyendo

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