En el interior la suba de precios fue menor que en Capital y el Gran Buenos Aires

En el interior la suba de precios fue menor que en Capital y el Gran Buenos Aires

La inflación nacional de octubre fue menor a la que estimaron las consultoras privadas y más cercana a la medición nacional de la Secretaría de Política Económica, con un retroceso de 4.4 puntos en relación al 12,7% de septiembre. Eso pasó por varios factores . Ante todo porque la suba de los precios fue menor en el interior del país con relación a la ciudad de Buenos Aires y el gran Buenos Aires, que toman como referencia las consultoras para sus estimaciones de inflación.

Según los datos del INDEC, en Capital y GBA, en promedio, los precios alcanzaron el porcentaje más alto, subieron el 8,6% – cuando en otras Regiones se ubicaron por debajo del 8%. Es el caso del NOA y Cuyo con el 7,4%. Por ejemplo, para la Dirección de Estadística e Investigaciones Económicas (DEIE) de Mendoza la inflación en esa Provincia fue del 7,9%.

Otro dato clave – el llamado IPC Núcleo– que comprende a los precios que no están regulados por el Estado ni son estacionales (una especie de precios libres que abarca al 75% de los bienes y servicios incluidos en la medición) aumentaron el 8,8%, también con una caída muy significativa y no muy alejado del promedio. De aquí se desprende que, si bien la estacionalidad y la regulación oficial de precios tiraron hacia abajo el promedio, no fueron los determinantes de la desaceleración inflacionaria en octubre.

Tampoco se puede atribuir la desaceleración de octubre a los llamados “precios justos”. Según el INDEC, “los precios relevados que se encuentran dentro de programas de acuerdo entre el Estado y el sector empresarial para octubre representan el 2,71% del total de precios relevados en Capital y GBA”, una región que participa con el 44,7% del gasto de los hogares.

El rubro alimentos – el de mayor peso en el Indice General – fue del 7,7%, por debajo de la inflación promedio. Y también con un alza mayor, del 8,7% en Capital y GBA con relación al resto del país. Esto podría indicar que la contracción del ingreso de los hogares o las familias limitó la disparada de los precios de los alimentos que venían aventajando por varios puntos al promedio nacional. Por ejemplo, con una inflación promedio de enero a octubre del 120%, alimentos y bebidas no alcohólicas acumula un 134,2%.

Otro factor que pesó en esta desaceleración fue que, tras la devaluación de agosto, el tipo de cambio oficial se mantuvo en $ 350 y si bien los dólares alternativos tuvieron una alta volatilidad, dejaron de subir y hasta retrocedieron tras el resultado electoral .

De todas maneras, en lo que va del año ( 10 meses) la inflación está en 120% con una suba interanual del 142,7%. Y por delante hay dos meses decisivos para el cierre del año por el balotaje y la asunción de quien resulte elegido el 10 de diciembre. Y también si se retoman las negociaciones con el FMI que, como es sabido, viene reclamando un fuerte devaluación del peso oficial.

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