En su gira por Australia y Samoa, Carlos III se convierte en el “rey del abrazo”


El rey Carlos III debe construir un estilo de reinado, opacado por su cáncer, las acusaciones de racismo de su nuera, Meghan, y defender, en su primer viaje importante, a la más delicada herencia de su madre, la reina Isabel II: el Commonwealth. En 11 días de gira en Australia y Samoa ha recibido más abrazos y besos que su madre a lo largo de los 70 años de su reinado, en una familia en la que el afecto se expresa raramente con cartas y no con tactilidad.

“El abrazo es bueno”, dijo el rey, cuando uno de los ancianos venerables aborígenes lo abrazaba y le reclamaba en Australia la soberanía de sus tierras. El aborigen le proponía el abrazo o acurrucarse.

Un anciano indígena abraza al rey en Australia. Foto: Reuters

Para el rey era un gesto riesgoso: su inmunidad es muy baja por el tratamiento oncológico. Pero un soberano debe elegir entre su salud y sus intereses. Hoy es “el rey del abrazo”, como su hijo, el príncipe Harry y su esposa Meghan. O como su ex esposa, la princesa Diana, que les enseñó.

El comercio de la esclavitud

El comercio de esclavos tuvo particular importancia en la economía colonial británica en América y se volvió una necesidad económica en las colonias del Caribe. Recién finalizó en Gran Bretaña en 1833.

Pero en el siglo XIX el poder británico se extiende en África, cuando comienza a crecer un movimiento nacionalista, que inicia un periodo de independencia en esas colonias. El Commonwealth era la forma de retenerlas bajo la esfera británica.

La reina Isabel fue un magneto inamovible. Pero es mucho más difícil la figura del rey Charles o del príncipe William, su heredero, que tuvo enormes dificultades y exigencias de reparaciones por la esclavitud en su gira en el Caribe. República, reparación y disculpas son la nueva política de los miembros del Commonwealth y se la exigen a Gran Bretaña y su rey.

Reparaciones a su manera

En Samoa no fueron los indígenas sino los líderes del Commonwealth, donde el rey es el jefe de estado de 15 países, quieren les insistieron que las “reparaciones” por la violenta esclavitud imperial, en la que participó la Familia Real, y una disculpa o “apologie” eran indispensables en el siglo XXI.

El rey saluda al primer ministro de Papúa Nueva Guinea. Foto: ReutersEl rey saluda al primer ministro de Papúa Nueva Guinea. Foto: Reuters

Se celebraba la cumbre, donde se elegía al secretario general. Su autoridad estaba en riesgo y la organización, al borde de la división por las diferencias.

Apremiado, pero más diplomático que el primer ministro británico laborista Sir Keir Starmer, el rey Charles III estuvo al borde del mencionar la palabra reparación, en su discurso principal de la Cumbre del Commonwealth, cuando muchos países quieren abandonarlo porque lo consideran una reliquia pos imperial.

El Rey ha instado al Commonwealth a encontrar una forma de corregir los errores de la historia, diciendo que “no podemos cambiar el pasado”. “Pero podemos comprometernos a abordar las desigualdades que perduran”.

El rey durante la apertura de la cumbre del Commonwealth en Samoa. Foto: APEl rey durante la apertura de la cumbre del Commonwealth en Samoa. Foto: AP

El Rey, en su primer discurso como jefe de la Commonwealth, no llegó a utilizar la palabra “reparaciones”. Pero pidió a los líderes que encuentren “formas creativas” y el “lenguaje adecuado” para abordar los problemas actuales, que tienen raíces en el pasado.

A mitad de camino en la vuelta de página hacia el futuro que propuso el gobierno laborista con ayuda en instituciones financieras y educación y un pasado brutal de esclavitud, que enriqueció a toda la aristocracia británica y especialmente, a la Familia Real, y una revisión moral de la historia.

El Gobierno británico ha desafiado los llamamientos de los activistas en el Caribe y los otros países del Commonwealth para negociar una compensación financiera por el comercio transatlántico de esclavos, en la reunión de jefes de Gobierno de la Commonwealth (CHOGM) de este año en Samoa.

En comentarios referentes al comercio de esclavos, el Rey dijo en la reunión: “Entiendo, al escuchar a la gente de todo el Commonwealth, cómo los aspectos más dolorosos de nuestro pasado siguen resonando”.

Carlos III recorre un parque nacional en Samoa. Foto: ReutersCarlos III recorre un parque nacional en Samoa. Foto: Reuters

Con un traje claro de verano y un collar de frutos secos al cuello, el rey se había adaptado al calor, la humedad isleña de Samoa y a sus ancestrales tradiciones nativas.

“Es vital, por lo tanto, que entendamos nuestra historia, para guiarnos a tomar las decisiones correctas en el futuro” dijo.

También instó a los líderes a encontrar palabras “respetuosas” para discutir el tema, sin alimentar más “división”.

“Donde existen desigualdades, por ejemplo, en el acceso a las oportunidades; a la educación; a la capacitación de habilidades. En el caso de los problemas que afectan al empleo, a la salud y a un planeta en cuyo clima nuestra raza humana pueda sobrevivir y prosperar, debemos encontrar las formas y el lenguaje adecuados para abordarlos” dijo.

“Mientras observamos el mundo y consideramos sus numerosos y preocupantes desafíos, elijamos dentro de nuestra familia de la Commonwealth el lenguaje de la comunidad y el respeto, y rechacemos el lenguaje de la división“, pidió.

El rey levanta su copa durante la cena del encuentro del CHOGM. Foto: ReutersEl rey levanta su copa durante la cena del encuentro del CHOGM. Foto: Reuters

En un discurso en un centro de conferencias en Apia, en Samoa, el Rey, que vestía una corbata con dibujos de búhos, elogió a la “familia” del Commonwealth por su capacidad de ser “más sabios y fuertes” juntos.

“Dicho esto”, agregó, “nuestra cohesión requiere que reconozcamos de dónde venimos” dijo el rey.

Sus posiciones en el pasado

En 2022, hablando en la CHOGM cuando era Príncipe de Gales, el Rey expresó su pesar por la trata de esclavos de manera más explícita, diciendo: “No puedo describir la profundidad de mi dolor personal por el sufrimiento de tantas personas, mientras sigo profundizando mi propia comprensión del impacto duradero de la esclavitud”.

Este año, en un discurso destinado a persuadir a los líderes para que discutan el asunto de manera civilizada y productiva, el Rey dijo: “Ninguno de nosotros puede cambiar el pasado. Pero podemos comprometernos, con todo nuestro corazón, a aprender sus lecciones y a encontrar formas creativas de corregir las desigualdades que perduran”.

También instó a los delegados a encontrar una manera de avanzar en cuestiones como la “amenaza existencial del cambio climático”, advirtiendo: “Si no lo hacemos, las desigualdades en la Commonwealth, y más allá, solo se exacerbarán con el potencial de alimentar la división y el conflicto”.

Advirtió sobre los crecientes desafíos, incluidos “la desinformación y el extremismo, y garantizar que el potencial incalculable de la tecnología, incluida la inteligencia artificial y las redes sociales, funcione para nuestras sociedades, no en su contra”.

El Rey, que ha pausado su propio tratamiento contra el cáncer para volar a Samoa, terminó su discurso diciendo a los líderes de la Commonwealth: “Por mi parte, puedo asegurarles hoy que durante los años que Dios me conceda, me uniré a ustedes y al pueblo del Commonwealth en cada paso de este viaje”.

“Aprendamos de las lecciones del pasado. Sintámonos orgullosos de lo que somos hoy. Y juntos, forjemos un futuro de armonía con la naturaleza y entre nosotros, que nuestros hijos y nuestros nietos merecen” propuso.

El Rey ofreció una cena para los jefes de gobierno de la CHOGM. Foto: ReutersEl Rey ofreció una cena para los jefes de gobierno de la CHOGM. Foto: Reuters

Por la noche del viernes, el Rey ofreció una cena para los jefes de gobierno de la CHOGM. Fue el sexto día de la gira real a Australia y Samoa.

Homenaje a la reina Isabel

Antes del discurso del Rey, la primera ministra de Samoa, Fiame Naomi Mata’afa, elogió el “liderazgo firme” de la Reina Isabel II y su “papel unificador”. La secretaria general de la Commonwealth, la Baronesa Scotland, dijo que la Reina sirvió a la Commonwealth con “deber y distinción”. Agregó: “Su Majestad ha estado en nuestros pensamientos y oraciones y estamos muy felices de que esté con nosotros hoy”.

El Rey también rindió homenaje a “querida madre” y su “compromiso” con la Commonwealth.

Starmer se niega a pedir disculpas

En la cumbre, el primer ministro británico Sir Keir Starmer dijo que debería haber una conversación sobre la historia de Gran Bretaña. Pero no llegó a la disculpa oficial ni a las negociaciones de reparaciones que exigen los activistas y los jefes de estado. La reina Isabel se había negado a la disculpa, aunque era su institución más querida por ella.

En cambio, Starmer reconoció que la cuestión de las reparaciones “importa enormemente” para muchos países. Pero insistió en que era hora de “mirar hacia adelante”. Sir Keir Starmer se unió a otros líderes de la Commonwealth en la reunión en Apia.

Estas palabras pueden conseguir que más países decidan que el rey no puede ser su jefe de estado y abandonen el Commonwealth. Actualmente el rey Charles es el jefe de estado de 15 de los 56 países. Entre ellos Australia, cada vez más republicana, Antigua y Barbuda, las Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Papua Nueva Guinea, St Christopher y Nevis, St Lucia, St Vincent, las Grenadines, Nueva Zelandia, las islas Salomón y Tuvalu. India no fue a la Cumbre al igual que Sudáfrica. Prefirieron reunirse en los Brics con Vladimir Putin.

Dos tercios de los 56 miembros del Commonwealth ahora son repúblicas. Es el futuro de la esta organización la que está en juego.

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