Mientras millones de estadounidenses se preparan para acudir a las urnas para elegir al próximo presidente de la nación, los instamos a tener en cuenta que esta elección es más que una elección entre dos candidatos.
Las leyes de los Estados Unidos y las libertades que garantizan son la base de nuestra seguridad nacional, nuestra prosperidad colectiva y nuestra capacidad de vivir la vida como deseamos.
Esas leyes están respaldadas por normas, valores e instituciones que parecen tan perdurables, tan universalmente aceptadas, que a veces podemos darlas por sentado.
La era Trump nos enseñó que hacerlo conlleva un grave riesgo.
Sigue siendo asombroso que un hombre con el historial de Donald Trump de violar la ley y desafiar la Constitución tenga la posibilidad de volver a la presidencia.
Trump y sus ayudantes han pasado los últimos cuatro años planeando ejercer el poder del gobierno de manera aún más despiadada en pos de sus objetivos.
Y están decididos a no permitir que el estado de derecho o las instituciones democráticas se interpongan en su camino.
Instamos a los estadounidenses a emitir su voto por Kamala Harris, independientemente de si están de acuerdo con sus posiciones sobre cuestiones particulares.
Harris es una funcionaria pública comprometida, una figura pionera en la aplicación de la ley y la política, y una persona dedicada al país, a su gente y a la Constitución.
Los estadounidenses que se inclinan a votar en contra de Harris porque no están de acuerdo con sus planes deberían reconocer que en esta elección es necesario dejar de lado las diferencias sobre políticas para preservar las leyes y las instituciones que permitirán a los estadounidenses resolver esas diferencias.
Los estadounidenses que se inclinan a utilizar sus votos como reprimendas a la administración Biden por decepcionarlos, o por no ayudarlos, deberían reconocer que salvaguardar el derecho a protestar es más importante que cualquier acto específico de protesta.
No hay opciones al margen en una elección tan reñida.
Abstenerse es votar por Trump.
Apoyar a un candidato de un tercer partido es votar por Trump.
La única forma de mantener a Trump fuera del cargo es votar por Harris en su lugar.
En palabras de la ex representante de Wyoming Liz Cheney, una conservadora incondicional que está haciendo campaña por Harris, “Aquellos de nosotros que creemos en la defensa de nuestra democracia, en la defensa de nuestra Constitución y en la supervivencia de nuestra República tenemos el deber en este ciclo electoral de unirnos para poner esas cosas por encima de la política”.
Incluso en estados donde el ganador puede parecer una conclusión inevitable, el voto popular perdurará como un registro de la voluntad del pueblo.
Si bien la carrera por la presidencia en un puñado de estados domina la atención de la nación, el control del Senado y de la Cámara de Representantes está en juego, y cada escaño es crucial.
Todas esas carreras, así como las elecciones para miles de cargos estatales y locales, son oportunidades para dar forma al camino de la nación y limitar el alcance del peligroso proyecto político de Trump.
Esta nación necesita desesperadamente dejar atrás el caos de los años de Trump, para volver a un sistema bipartidista en el que ambos partidos adopten la democracia.
El martes, Estados Unidos tiene la oportunidad de seguir adelante.
c.2024 The New York Times Company
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