Francia nombra un gobierno de derecha y logra sortear la crisis que amenazaba a Emmanuel Macron
Después de meses de espera, hubo fumata blanca. “Habemus gobierno” en Francia. Un Ejecutivo de derecha, con desconocidos mayoritariamente y un gabinete de 39 ministros fue nominado, a las 8 menos 10 de la noche del sábado.
Sus nombres fueron leídos por el secretario general de la presidencia, Alexis Kohler en el Perrón del Elíseo, luego de semanas de negociaciones intensas en medio de una crisis política que amenazaba al presidente Emmanuel Macron.
El peso mayor es el ministro del Interior Bruno Retalilleu, un hombre de la derecha y con una dura política migratoria a aplicar. No hay entre los nominados ninguno que pudiera ser candidato presidencial en eventuales elecciones anticipadas.
El canciller es el centrista Jean Noel Barrot, y el ministro de Economía, Antoine Armand, que encabeza el equipo económico mas joven que ha tenido el país y es un amigo del ex primer ministro Gabriel Attal.
La ministra de Agricultura es Annie Genevard y Rachida Dati, la ex vocera sarkosista, fue reconfirmada como ministra de cultura. La vocera del gobierno será Maud Bregeon y Didier Migaud fue elegido ministro de Justicia.
La paradoja del nuevo gobierno
Paradojal. En las elecciones legislativas ganó el mayor número de bancas la izquierda, reunida en el Nuevo Bloque Popular y no fueron convocados a este gobierno, donde predomina la derecha.
El centrista MODEN finalmente aceptó participar después de sus temores de formar parte de un gobierno demasiado conservador.
Esta arquitectura gubernamental deberá ser aprobada por la Asamblea Legislativa si hay voto de censura.
Este gabinete de derecha produce una enorme inquietud ante un Parlamento que puede rechazarlo.
El primer ministro Michel Barnier comenzó a confirmar sus ministro a las 5 de la tarde, luego de haber entregado la lista definitiva al presidente Emmanuel Macron el sábado. La primera lista fue rechazada por Macron porque no se trataba de un gobierno de unidad y dejo a Barnier al borde de la renuncia el pasado jueves, a medianoche.
Este es sobre todo un gobierno de desconocidos, que producen inquietud, incluido en el campo presidencial. Su temor es que Michel Barnier, el premier, quiera aumentar los impuestos para hacer frente a la gran deuda pública francesa. Para ello blindaron el Ministerio de Economía con jóvenes macronistas.
El gobierno es el más de derecha después del gobierno de François Fillon y no tiene pesos pesados de la política ni socialistas.
La nominación se produjo cuando miles de franceses participaron en manifestaciones en Paris y en otras 50 ciudades francesas pidiendo la dimisión de Emmanuel Macron y Michele Barnier.
Volvieron a las marchas en París , entre la plaza de la Bastilla y la plaza de la Nación, los Chalecos Amarillos y los anarquistas Black Blocs, vestidos de negro.
Jean Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa, estima que el gobierno de Barnier “no tiene ningún futuro” y que será “derrotado en la Asamblea Nacional”.
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