El papa Francisco recomendó a las familias la importancia de la “escucha mutua” en su mensaje después del rezo del Ángelus, hablando ante una plaza de San Pedro llena y con muchos fieles haciendo fila para atravesar la Puerta Santa que abrió el lunes 24.
Francisco dijo a las tantas familias presentes y a las de todo el mundo católico que “este domingo estén juntos durante la comida para poder hablar”. “Y no con la cabeza en el celular”, agregó.
Asomado a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, Jorge Bergoglio dijo que “en la familias es más importante escuchar que entender. Escuchar es dar importancia al otro, reconocer su derecho a existir y a pensar por si mismo. Los hijos necesitan esto”.
Agregó que “un momento privilegiado para el diálogo y la escucha en la familia es el momento de la comida. Es bueno estar juntos en la mesa y hablar. Esto puede resolver muchos problemas y, sobe todo, une a las generaciones: los hijos hablando con sus padres, los nietos hablando con sus abuelos”.
Exhortó a los fieles a “nunca permanecer encerrados en sí mismos, o peor aún, con la cabeza en el celular”.
“Hablar, escucharse, ¡este el diálogo que hace bien y que hacer crecer!”.
El pontífice argentino explicó que “ni siquiera los padres de Jesús lo comprendieron siempre”. “Esto lleva a reflexionar y no nos sorprendamos si a veces nos sucede en la familia que no nos entendemos”.
Y concluyó haciendo demandas. “¿Nos hemos escuchado? ¿Afrontamos los problemas escuchándonos unos y otros o nos encerramos en el mutismo, el resentimiento, el orgullo? ¿Nos tomamos un poco de tiempo para dialogar?”, preguntó y respondió destacando “la escucha mutua”.
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