“Yo pensé que esto no podía pasar”, expresó con un pañuelo secando sus lágrimas una mujer, después de que un hombre dijera de imprevisto y en voz baja, en una marcha convocada para apoyar a Edmundo González Urrutia: “El régimen acaba de secuestrar a Corina Machado”.
En una jornada cuyos vaivenes acompañaron las tensiones que atraviesan Venezuela, cientos de personas se reunieron el jueves por la tarde en la Plaza de Mayo de la capital argentina para acompañar la marcha convocada por la líder de la oposición, María Corina Machado.
En el día previo de la jura presidencial del 10 de enero en Venezuela, mientras ocurría la marcha, la líder opositora fue secuestrada por las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro, para ser liberada poco después.
A pesar de la incertidumbre, lo que reina entre los venezolanos en la Argentina, en su mayoría, es la certeza de que los eventos del jueves y el viernes serán un punto de inflexión en la historia reciente de su país y que, esperan, marcarán el inicio del fin para el régimen.
“Es angustia y esperanza al mismo tiempo”, resumió una pareja.
“Corina nos había dicho que teníamos que esperar las señales, esta puede ser una de ellas”, dijo Oriana, de 27 años, al ser consultada por el secuestro de Machado. “Ahora hay que ver qué se puede desencadenar a partir de la detención. Esto no es mañana, esto es minuto a minuto, ahora mismo”, dijo, antes de que la opositora fuera liberada.
“Hay nerviosismo por Corina, pero esto es peor para el régimen”, dijo Roberto, de 54 años, al sintetizar la sensación de la gente reunida en la marcha en Plaza de Mayo. “Hoy después de la medianoche estoy seguro de que algo va a pasar”, confió.
Por su parte, antes de la liberación de Machado, Gladys, de 60 años, se preguntaba: “¿Por qué se arriesgaría Corina si no supiera que algo va a cambiar en Venezuela?”. Sin saber bien por qué, dijo, cree que algo cambiará.
Frente a la Casa Rosada, las banderas venezolanas se mezclaban con carteles de manifestantes pidiendo la liberación de familiares detenidos, cuyo paradero se desconoce. Las detenciones ilegales del régimen de Maduro fueron uno de los puntos centrales de la convocatoria y el miedo a que se repitan fue, probablemente, uno de los factores para que muchos decidieran no marchar en Caracas.
La gente reunida alrededor de la bandera argentina que flamea en la Plaza oía con atención los agradecimientos a la comunidad internacional por el apoyo a Edmundo Gonzalez Urrutia, excandidato a la presidencia de Venezuela que prometió asumir el viernes, contrario a lo dispuesto por Maduro, cuando dieron otra noticia. De algún modo, la liberación de Corina llegó como un final anunciado.
“¡Liberaron a Corina!”, gritó primera una chica joven en medio de la aglomeración.
“¡El régimen tiene miedo!”, respondió Richard Blanco, diputado venezolano asilado en la Argentina, en cuanto comenzó a circular el rumor de que habían liberado a Machado.
“Nos pidieron que esperemos para confirmar la noticia. Pero ellos tienen miedo porque saben que mañana va a ser un día especial para Venezuela. Desde aquí, desde la Plaza de Mayo, yo les digo que estoy completamente seguro que Corina estará en los próximos minutos con su gente en las calles de Caracas”, aseguró Blanco, a pesar de la falta de información oficial respecto a la liberación de la líder opositora. “Se ha convertido en la mujer de hierro”, sentenció.
En aquel instante, los cantos habituales en contra del gobierno de Maduro y en favor de Venezuela fueron reemplazados por un grito de “¡abajo las cadenas!”, “¡muera la opresión!”, pero por sobre todo, de “¡liberen a Corina!”. Por momentos, una sola mujer, gritaba sólo “¡queremos volver!”.
Al final de la tarde, la congregación todavía esperaba las palabras de Machado tras su liberación, confirmada por el Comando con Venezuela vía la red social X.
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