La magia del Dakar: todos los pilotos duermen en el desierto en la noche de los Reyes Magos
Si bien no se establece una ruta como la definitiva, se indica que los Reyes Magos (que pasan esta noche en la ilusión de los más optimistas) se dirigieron desde Yemen rumbo a Belén, pasando por los desiertos de Arabia Saudita.
El campamento del Dakar se encuentra a poco más de 100 kilómetros de la frontera. Y se estima que por aquí se encuentra parte de ese camino imaginario. Justo en la Noche de los Reyes Magos, los pilotos del Dakar deben dormir en el medio del desierto, lejos del campamento, con una carpa diminuta y una porción escasa de alimentos.
La competencia más extrema del mundo transita la Etapa “48 Horas Chrono”, una instancia en la que los pilotos deben descansar bajo el imponente firmamento estrellado con una carpita y sin asistencia, cuidando el medio mecánico para que en la actividad del lunes, puedan llegar a Bisha.
Es una de las instancias más complejas de la competencia. La Etapa 2 contiene un recorrido de más de 1,000 kilómetros, dividido en dos días. Asimismo, cada piloto o tripulación está incomunicado, ya que la organización precintó los celulares de cada piloto o navegante, para que no sepa en qué posición de la carrera se encuentra y no especular.
Los equipos se quedaron en Bisha, con un ritmo mucho más descansado, ya que hasta que no regresen los pilotos, nada pude hacer. En realidad, hubo un espacio por demás llamativo, inédito para la historia de la competencia, que tuvo muy buena recepción para los dirigentes del Dakar.
Se desplegó una DZ (Dangerous Zone) en el kilómetro 135 del especial para que los pilotos de autos pudieran entrar a cambiar el neumático, por ejemplo. Las asistencias de los equipos se acomodaron uno al lado del otro, formando casi una calle de boxes.
Los vehículos llegaban y se detenían en cada uno de los equipos para someterse a un cambio de neumático o alguna reparación mínima o de poco tiempo. El lugar se convirtió en un pir stop de categorías de pista. Por allí estaba David Castera, director general del Rally Dakar, afirmando lo que estaba viendo.
En medio de estas particularidades, la carrera sigue a paso firme. En lo que respecta a la categoría Autos, todos los focos se los llevó el saudí Yazeed Al Rajhi, quien fue el más veloz hasta el campamento. Si bien no se establece una ruta como la definitiva, se indica que los Reyes Magos (que pasan esta noche en la ilusión de los más optimistas) se dirigieron desde Yemen rumbo a Belén, pasando por los desiertos de Arabia Saudita., único representante argentino de la categoría, llegó en el quinto puesto.
Al Rajhi, junto a Timo Gottschalk en el Toyota #201, marcó un tiempo de 6h57m3. Detrás de él llegaron el qatarí Nasser Al-Attiyah y el sueco Mattias Ekström, a 1m19 y 8m55 de diferencia, respectivamente.
Por su parte, Yacopini, a bordo del #216 del Overdrive Racing, realizó un tiempo de 7h10m15, quedando así en el quito ligar en la general a 13m12 de la referencia.
En la categoría Challenger, Nicolás Cavigliasso, que viene de gara la primera etapa junto con su esposa Valentina Pertegarini, repite la actuación y por ahora se mantiene al frente en la segunda etapa. Asimismo, el otro argentino de la categoría, David Zille, intenta recuperarse emocionalmente tras el inconveniente del sábado. Que ya lo marginó para pelear por la carrera.
Algo similar sucede con Manu Andujar, pero en la categoría Side by Side, ya que el sábado también sufrió retrasos importantes (un vuelco incluido), por lo que intenta mantener el ritmo de carrera. En cambio, el cordobés Jeremías González Ferioli quedó detenido en esta segunda etapa durante 1h40, un inconveniente que lo margina también.
En motos, Daniel Sanders sigue el frente con KTM, mientras que el mejor argentino clasificado es Luciano Benavides, con KTM también, en el noveno puesto. Su hermano Kevin, que padece la recuperación del brazo y de la mano izquierdos, se ubica 26°, mientras que Santiago Rosta, el neuquino, se encuentra 56°.
El lunes termina la Etapa de las “48 Horas Chrono”. Varios pilotos dejarán las botas fuera de la carpa. Sin pensar en los Reyes Magos, quizá, pero con la ilusión de quedar con todo lo que se busca en el Dakar renovado
Los comentarios están cerrados.