Las principales petroleras buscan US$1800 millones para hacer la obra privada más grande de los últimos 20 años
Es la obra privada más importante de las últimas décadas. Así lo presentan las empresas socias que financiarán la construcción del oleoducto que unirá Vaca Muerta con Río Negro, y que permitirá aumentar las exportaciones de petróleo en casi US$20.000 millones anuales a partir de 2028. Costará al menos US$2500 millones, de los cuales US$1800 millones se conseguirán a través de un préstamo sindicado de bancos y el resto lo aportarán las empresas socias, entre las que se encuentran las petroleras YPF, Pluspetrol, Pan American Energy (PAE), Vista, Pampa Energía, Chevron y Shell.
El proyecto de construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS) se adhirió el viernes pasado al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que otorga ventajas impositivas y estabilidad a largo plazo. Esto último, dicen las empresas, es esencial para volver a pedir créditos bancarios sindicados. “A principios de año abrimos el mercado de bonos y con esto vamos a reabrir el mercado de préstamos sindicados de largo plazo para la Argentina”, dicen en el sector energético.
Para buscar el financiamiento, la nueva empresa constituida bajo el nombre VMOS, el 9 de octubre pasado, presentará como garantía los contratos firmados de capacidad de transporte de petróleo reservado de las empresas socias. Sin embargo, la constitución de estos contratos está demorada, debido a que las compañías quieren ver la letra chica de los cambios realizados en la Ley de Hidrocarburos original que se incorporaron en la Ley Bases. Sobre todo, la lupa está puesta en las modificaciones del artículo 6, que señala que el comercio internacional de hidrocarburos será libre. La Secretaría de Energía, sin embargo, todavía no la reglamentó.
“Cada día que se atrasa el proyecto, la industria pierde de exportar 520.000 barriles diarios. A un valor de US$75 el barril, son casi US$40 millones por día. Ya llevamos perdidos US$500 millones con estas dos semanas de retraso”, dicen fuentes de YPF, la compañía que tomó la iniciativa de la obra.
Sin embargo, señalan que es “natural” que ocurran estas demoras, debido a que es un proyecto que está haciendo “toda la industria en su conjunto”.
Las futuras empresas constructoras, en cambio, están más ansiosas. El martes de la semana próxima, las petroleras socias anunciarán qué compañías resultaron adjudicatarias del proyecto. La mayor expectativa está en la construcción del tramo largo del ducto, de 320 km, de Chelforó a Punta Colorada, en la que quedaron únicamente competitivas las ofertas de la sociedad Techint-Sacde y de la internacional Pumpco, subsidiaria de MasTec, cuyo presidente y principal accionista es el empresario cubano-americano Jorge Mas, dueño del Inter Miami.
La obra total se dividió en cuatro partes. Hay dos tramos de construcción de ducto, uno de 130 km, de Allen hasta Chelforó, y el otro de 320 km (son 440 km en total con caños de 30 pulgadas). Luego está la construcción de las estaciones de bombeo en Allen y en Chelforó. Todo el proyecto transcurre en la provincia de Río Negro.
Además de las empresas constructoras ya mencionadas, que también podrían ser adjudicatarias de más de una parte del proyecto, participaron de la licitación otras seis compañías, entre las que se encuentran BTU y Contreras Hermanos.
También se encargó la construcción de los tanques de almacenamiento de petróleo en Punta Colorada y el tendido submarino del ducto con la instalación de las dos monoboyas a dos empresas internacionales.
El costo total de las obras se calculó en US$2528 millones, pero podría superar los US$3000 millones si se suman la tasa de interés y los soft costs, que incluyen los gastos en seguros y de project management. La mayor parte de la inversión se hará en los próximos dos años: US$1318 millones en 2025 y US$1123 millones en 2026.
La ventaja del puerto de Río Negro es que, por la profundidad de las aguas, podrán llegar los buques grandes llamados VLCC (Very Large Crude Carrier), que transportan alrededor de 2 millones de barriles. Esto hace más competitiva la exportación, ya que baja el costo del flete en un dólar, de entre US$3 y US$4 por barril, a entre US$2 y US$3. A grandes escalas, son US$2 millones de ahorro por buque, y además le abre nuevos mercados de venta a la Argentina.
Hasta el 1° de febrero tienen plazo otras empresas petroleras para solicitar capacidad de transporte en el ducto. Por lo pronto, YPF ya encargó una primera parte de la compra de tubos a Tenaris, por un valor de US$180 millones, y construyó 130 kilómetros del oleoducto entre las localidades de Añelo, el corazón de Vaca Muerta, en Neuquén, y Allen, en Río Negro, a un costo de US$200 millones.
“El VMOS ya se presentó al RIGI y se convirtió en el primer proyecto de la industria de gas y petróleo. Este es uno de los proyectos de infraestructura privado más importantes de la Argentina de los últimos 20 años”, dijo Horacio Marín, presidente y CEO de YPF.
Según las proyecciones de YPF, a mediados de diciembre comenzaría la construcción y la primera etapa que habilitará la exportación de 180.000 barriles diarios sería a fines de octubre de 2026. La segunda sería a los seis meses (abril de 2027). Y a fines de ese año, la industria podría estar exportando, solo a través del VMOS, al menos 400.000 barriles de manera regular, equivalente al ingreso US$10.000 millones anuales (con un valor del barril de US$70).
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