Lo que hay que saber sobre el Estado Islámico

Un hombre de 42 años de Texas embistió con su camioneta a los participantes de la celebración de Año Nuevo en la calle Bourbon de Nueva Orleans la madrugada del miércoles, matando a 15 personas.

Llevaba una bandera del Estado Islámico en su camioneta, según informó el FBI.

El grupo terrorista, también conocido como ISIS, ha dejado un legado brutal de muerte y destrucción en todo el mundo.

Aunque el grupo ya no controla un territorio significativo en Oriente Medio, ha seguido lanzando ataques terroristas en todo el mundo e inspirando a los creyentes de su ideología extrema a llevar a cabo sus propias atrocidades.

Las autoridades policiales dijeron el miércoles que estaban tratando de determinar las posibles asociaciones y afiliaciones del sospechoso con organizaciones terroristas.

Los especialistas en contraterrorismo señalaron varias señales reveladoras.

“Al llevar una bandera de ISIS con él durante el ataque, el sospechoso quería demostrar que era un verdadero creyente, alineado con la causa de ISIS, y tal vez con la esperanza de provocar que otros siguieran su ejemplo“, dijo Colin P. Clarke, analista de contraterrorismo de Soufan Group, una firma de consultoría de seguridad con sede en Nueva York.

El Estado Islámico es un grupo insurgente musulmán sunita que tiene sus orígenes en Al Qaeda en Irak, que casi empujó al país a una guerra civil antes de ser derrotado por las milicias locales y las tropas estadounidenses.

En 2013, los combatientes del grupo cambiaron su nombre a Estado Islámico.

Bajo el liderazgo de Abu Bakr al-Baghdadi, explotaron la inestabilidad de la guerra civil de Siria para apoderarse de territorio.

En 2014, el grupo tomó Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, y se declaró un califato, un estado gobernado por principios islámicos.

En la primavera y el verano de 2014, el grupo tomó el control de ciudades en Irak y Siria, ganando notoriedad por secuestros, esclavitud sexual y ejecuciones públicas.

También orquestó e inspiró una serie de ataques terroristas en toda Europa.

En octubre de 2019, el presidente Donald Trump anunció el asesinato de al-Baghdadi, diciendo en un discurso que era “el fundador y líder de ISIS, la organización terrorista más despiadada y violenta del mundo”.

Trump continuó diciendo:

“Aniquilamos su califato, al 100%, en marzo de este año”.

Los rebeldes kurdos aliados de Estados Unidos se apoderaron de los últimos restos del territorio del Estado Islámico.

Hoy, los expertos dicen que el grupo está más débil que nunca en Irak, pero muestra signos de resurgimiento en Siria.

ISIS ha seguido propagando su ideología radical a través de células clandestinas y filiales regionales en todo el mundo.

A pesar de que ya no controlan grandes franjas de territorio, el Estado Islámico y sus filiales han llevado a cabo una serie de ataques mortales durante el último año.

— En enero de 2024, la filial afgana del grupo, conocida como Estado Islámico Khorasan, llevó a cabo dos atentados con bombas en Irán durante una procesión en memoria de Qassem Soleimani, un alto general iraní que había muerto en un ataque con aviones no tripulados de Estados Unidos cuatro años antes.

Más de 80 personas murieron y decenas resultaron heridas.

— Unos meses después, funcionarios estadounidenses culparon al grupo afgano de un mortal ataque a una sala de conciertos cerca de Moscú en el que murieron al menos 137 personas.

— En julio, el Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de un tiroteo en Omán en el que murieron seis personas y otras 30 resultaron heridas cerca de una mezquita.

Los ataques en Irán y Omán tenían como objetivo específico a los musulmanes chiítas, a quienes el Estado Islámico, vinculado a los sunitas, considera apóstatas.

Los funcionarios antiterroristas han dividido los ataques del Estado Islámico en tres grandes categorías:

Dirigidos: se sabe que al menos cinco ataques exitosos en la década de 2010 fueron dirigidos directamente por el Estado Islámico, llevados a cabo por agentes que se entrenaron con el grupo en Irak y Siria.

Estos casos fueron de los más letales, incluidos los ataques coordinados en París en noviembre de 2015, que mataron a 130 personas, y los atentados con bombas en el aeropuerto y el metro de Bruselas en marzo de 2016, que se cobraron 32 vidas.

Sin embargo, estos siguen siendo la minoría.

Facilitados: los expertos en antiterrorismo también han identificado la violencia concebida y guiada por agentes del Estado Islámico cuya única conexión con el atacante es a través de Internet.

En París en 2015, Amedy Coulibaly estuvo en contacto con agentes del Estado Islámico en Siria antes de asaltar un supermercado kosher, tomar rehenes y matar a cuatro de ellos. Y en Texas, en 2015, dos hombres que inicialmente se creyó que eran “lobos solitarios” abrieron fuego en un centro comunitario. El FBI dijo más tarde que los atacantes estaban en comunicación con el Estado Islámico a través de mensajes de texto cifrados.

Inspirados: Por último, están los llamados atacantes lobos solitarios, que se radicalizan a través de la propaganda en línea y llevan a cabo ataques por su cuenta.

En 2016, en Niza, Francia, más de 80 personas murieron y cientos resultaron heridas cuando un hombre condujo un camión de 19 toneladas a través de una multitud que miraba los fuegos artificiales del Día de la Bastilla.

El Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad, aunque los investigadores dijeron que el conductor se había radicalizado, sin pruebas que lo vincularan directamente con el grupo terrorista.

En Londres, en 2017, un británico de 52 años atropelló a peatones en el puente de Westminster con un vehículo utilitario deportivo Hyundai alquilado, matando a dos personas e hiriendo al menos a 40.

Un día después, el Estado Islámico lo describió como un discípulo y un héroe por el asalto llevado a cabo a la sombra del Big Ben, pero no surgió ninguna prueba de un vínculo directo.

El derrocamiento en 2024 del presidente Bashar Assad en Siria ha dado paso a temores de que el grupo pueda recuperar un punto de apoyo en la región.

En julio, el Pentágono advirtió que los ataques del Estado Islámico en Irak y Siria estaban en camino de alcanzar el doble del recuento del año pasado.

La caída del régimen de Assad también ha provocado un conflicto entre las fuerzas kurdas apoyadas por Estados Unidos y los rebeldes respaldados por Turquía, lo que ha suscitado preocupaciones de que el ISIS pueda explotar la inestabilidad.

Según el ejército estadounidense, que cuenta con 2.000 soldados estadounidenses en el país y 2.500 en Irak, más de 9.000 combatientes del Estado Islámico están alojados en más de 20 instalaciones en toda Siria.

Mientras Siria está en crisis, Estados Unidos ha seguido atacando a los combatientes y campamentos del grupo con ataques aéreos.

La filial afgana del grupo terrorista ha sido responsable de algunos de los recientes ataques terroristas a gran escala.

También está luchando contra el gobierno talibán de Afganistán, al que el Estado Islámico Khorasan considera insuficientemente estricto.

Un funcionario estadounidense dijo en marzo pasado que los talibanes habían logrado algunos avances contra el grupo afgano, pero que tenían dificultades para prevenir los ataques y desmantelar las células urbanas.

Los funcionarios estadounidenses también han estado monitoreando el crecimiento del grupo en la políticamente inestable región africana del Sahel.

En marzo pasado, el Estado Islámico se atribuyó un ataque contra el ejército de Níger que, según se informa, mató a 30 soldados.

Se estima que el 60% de la propaganda del Estado Islámico proviene del África subsahariana, particularmente de grupos afiliados en Nigeria, Congo y Mozambique, dijo un funcionario estadounidense en marzo.

c.2025 The New York Times Company